Opinión
Créditos: Agencia Uno.
En el mundo no existe ningún sistema como el chileno, donde los seguros privados con fines de lucro reciban cotizaciones obligatorias tipo seguridad social y ofrezcan planes individuales. No es razonable creer que esta crisis de las Isapres es momentánea. En realidad, las Isapres son una completa anomalía histórica, un desvarío ideológico. Las Isapres introducen distorsiones al sistema y no deberíamos perder mucho más tiempo con ellas. Por eso, el Banco Mundial ha señalado que Chile debe avanzar hacia un seguro universal. A muchos les cuesta mirar de frente la realidad, pero ya es hora de madurar. No se puede seguir dilatando y luego alegar que no se vio venir.
Las Isapres están en graves problemas producto de sus propios errores, ya que cómo señalara recientemente Héctor Sanchez exsuperintendente de salud, éstas “no actuaron proactivamente y acumularon descontento, descrédito y judicialización” desde que decidieron seguir aplicando tabla de factores a sabiendas que era inconstitucional (fallo del 2010). La decisión de la corte suprema viene a reafirmar lo que en el ambiente de expertos en salud pública es un secreto a voces, las Isapres han actuado en la ilegalidad y están técnicamente quebradas desde antes del fallo judicial de diciembre. Las Isapres, tal y como las conocemos, no son viables.
Adicionalmente, en el mundo no existe ningún sistema como el chileno, donde los seguros privados con fines de lucro reciban cotizaciones obligatorias tipo seguridad social y ofrezcan planes individuales. No es razonable creer que esta crisis de las Isapres es momentánea. En realidad, las Isapres son una completa anomalía histórica, un desvarío ideológico. Las Isapres introducen distorsiones al sistema y no deberíamos perder mucho más tiempo con ellas. Por eso, el Banco Mundial ha señalado que Chile debe avanzar hacia un seguro universal. A muchos les cuesta mirar de frente la realidad, pero ya es hora de madurar. No se puede seguir dilatando y luego alegar que no se vio venir.
La buena noticia es que es posible superar a las Isapres sin daños colaterales a los usuarios y a las clínicas y prestadores privados, porque las Isapres no atienden a nadie, sólo son intermediarios financieros muy caros y en Chile existe el FONASA, que es un legitimado y sólido intermediario financiero en salud.
En este escenario, es necesario que el gobierno obligue a las Isapres a cumplir la ley y los fallos judiciales. Es impresentable e inmoral un salvataje a las Isapres. Al mismo tiempo, es necesario que junto al parlamento y con mucho sentido práctico, se genere un mecanismo de rescate a las personas y las clínicas privadas. Este paquete debe garantizar la protección financiera a las personas que hoy Fonasa no entrega, mediante la creación de un paquete R (otros le llaman grupo E) al que las personas que vienen de Isapres en situación de quiebra o salida voluntaria del sistema, se puedan acoger manteniendo sus actuales planes y prestadores. Ese paquete de rescate es financiable sin costo fiscal adicional con las primas actuales de los propios usuarios, mantiene el sistema de prestadores privados funcionando y respeta los compromisos adquiridos con la población usuaria, especialmente la que está enfrentando procesos mórbidos importantes. Las alternativas técnicas y los procesos de gradualidad que se pueden acordar son variados, pero perfectamente viables. Simultáneamente se puede reconvertir a las Isapres en seguros complementarios.
Ello, a través de una gradualidad razonable, nos dejaría con un sistema de salud mixto en la prestación, sin discriminaciones odiosas, con amplios espacios de libertad de elección, certeza jurídica y mejores resultados sanitarios.
