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Vino orgánico: ¿Qué es y en qué se diferencia del vino común? Gastronomía

Vino orgánico: ¿Qué es y en qué se diferencia del vino común?

Los vinos orgánicos son una alternativa a los vinos tradicionales que llegó como una respuesta para aquellos usuarios que buscan consumir vinos que tengan mayor conciencia ecológica y que les permitan conocer su origen.


Desde hace unos años, especialmente en la última década, la industria vitivinícola ha ido renovándose, ya que los productores han optado por vinos naturales, elaborados a través de métodos más orgánicos y minimalistas. Actualmente, la demanda por estos mismos presenta un importante incremento.

De hecho, en 2022, el mercado a nivel global de los vinos orgánicos fue valorado en más de US $10.600 millones y para 2031 se prevé un auge de 172%. Estados Unidos, Alemania, Francia, China y Reino Unido son algunos de los países que más consumen dicha clase de bebestible. El vino orgánico es una alternativa al tradicional y se caracteriza por tener un origen sostenible.

“No ocupan artículos agroquímicos que sean sintéticos y en lugar de eso, se utilizan otros naturales. Su principal característica, es que el vino final no va a tener residuos de productos químicos. Se cuidan mucho más los sabores naturales de la uva, logrando una mejor expresión de la fruta, así como también una mejor integración con su entorno ecológico”, indicó Bejamín Donoso, KAM de Nuevos Negocios de Ewine.cl.

¿Por qué es tendencia este tipo de vino? De acuerdo con Donoso, la razón está ligada a la línea de ser amigable con el planeta, cuidar el ecosistema y tener mayor consciencia. Esto hace que se evite utilizar ciertos productos que, si bien pueden ser más baratos o de más fácil acceso, suelen ser un poco más nocivos para el medio ambiente y los artículos naturales respetan un entorno más natural del vino.

En definitiva, la bebida en cuestión, está pensada para complacer los requerimientos de los usuarios que tienen una inclinación por consumir productos que posean conciencia ecológica, que sean de calidad y que les permitan saber su origen.

“Principalmente se diferencia del vino común en el método de cultivo y la producción del vino donde se ocupan procesos naturales, lo que resulta en un vino más frutal pudiendo ser consumido en cualquier ocasión”, explicó Benjamín Donoso.

Según el experto, los vinos orgánicos siguen las mismas leyes de los tradicionales, por lo que se beben de forma similar; en una copa, junto a un plato o como a la persona más le acomode.

Algunos de sus beneficios son que generalmente el cuerpo los metaboliza de manera más fácil y no contienen sulfitos por lo que quienes son alérgicos a este componente pueden tomarlo sin problema. Además, impulsa la utilización de tecnologías que cuidan el medio ambiente y protege a los consumidores de productos perjudiciales para la salud al no ocupar artículos de ingeniería genética ni pesticidas.

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