Viajes
Tacna es conocida por mejores precios para compras y atención de salud -hay diversos centros de oftalmología, dentistas y clínicas estéticas- hay mucho más por hacer. A solo una hora en auto desde Arica, su cultura, platos abundantes y naturaleza marcada por la Cordillera de Los Andes conquista.
En el sur de Perú, en el límite norte de Chile, se encuentra la ciudad de Tacna, una ciudad histórica, de gente amable y de mucho por hacer.
El paisaje más desértico que se puede ver al cruzar por tierra desde Arica da paso a hermosos jardines donde abundan las rosas, buganvilias, palmeras y arbustos decorativos. Por algo quieren ser reconocidos como la “ciudad de las flores” y se nota en el esfuerzo que están haciendo las autoridades locales.
Plaza de Armas de Tacna.
Las calles de Tacna también dan cuenta de historia, con casonas y fachadas antiguas que reflejan el paso de los años, que se mezclan con edificios restaurados o más modernos para ser una ciudad que acoja a las y los turistas internacionales.
Hay distintas opciones de alojamiento, sencillas desde las 2 estrellas hasta hoteles de 4 estrellas, además de airbnb y hostales. También siempre es recomendable tomar visitas guiadas, sobre todo para lugares más lejanos como las que ofrece 18 Grados Sur, dedicada principalmente al ecoturismo y turismo de aventura.
La Alameda Bolognesi ha dado paso a palmeras en vez de álamos.
Y si bien la migración ha llevado a que sus habitantes sientan que la ciudad ya no es tan segura como antes, sigue siendo un lugar tranquilo, donde se puede pasear por sus calles y caminar de noche.
Vista del Paseo Cívico, con la Pileta Ornamental y la Catedral de fondo.
El casco histórico de Tacna está marcado por el Paseo Cívico, lugar de reunión y concentraciones que está marcado por una imponente Catedral de más de un siglo y por monumentos como el Arco Parabólico -en honor a los héroes peruanos de la Guerra del Pacífico, al almirante Miguel Grau y al coronel Francisco Bolognesi.-, el monumento a la Mujer Tacneña y la Pileta Ornamental.
Arco Parabólico
Cerca de ahí también hay varios museos como la Casa Basadre, la Casa Jurídica -lugar donde se firmó el acta de entrega para que Tacna volviera a Perú- o el Museo Histórico Regional. Este año también se inauguró el Museo Ferroviario, con locomotoras y vagones de finales del siglo XIX.
El museo Casa Jurídica cuenta con variados escritos y textos de la época posterior a la Guerra del Pacífico.
Pero también en la misma naturaleza se puede ver el paso de los años, con petroglifos como los que se hayan en el complejo arqueológico de Miculla, importante zona arqueológica de arte rupestre de Sudamérica.
Complejo arqueológico de Miculla
En esta zona ubicada en Pachía se puede realizar una caminata en medio de petroglifos hechos por pueblos originarios, rodeados de un imponente paisaje montañoso de tonalidades rojizas y blancas, que se potencian además si se visita al atardecer.
Petroglifo
Allí también se encuentra un puente colgante de 70 metros que cruza el cause de lo que fuera el río Palca y que ofrece una divertida experiencia al movimiento que se produce al momento de cruzarlo.
Puente colgante
A cuatro horas de la ciudad de Tacna, en la provincia de Candarave, se encuentra un verdadero tesoro escondido que recién hace unos años empezó a ser promovido por las agencias de viajes locales.
El Valle de los Géiseres, ubicado en el Área de Conservación Regional Vilacota – Maure, se encuentra a 4300 metros de altura y cuenta con más de 80 fuentes que emanan de la tierra gracias a la actividad volcánica, donde es posible apreciar el vapor que sale de la tierra e incluso escuchar la fuerza del agua que busca salir desde las profundidades de la tierra.
Géiser Ojo del Ángel
La conexión con la naturaleza se hace evidente. El silencio permite escuchar la fuerza del viento y del agua, coronados con un paisaje andino con imponentes montañas y flora y fauna endémica.
Géiser Laguna Azul
También cuenta con baños termales para relajarse que administran una comunidad andina local, que sigue viviendo como antaño, en casas de adobe y techo de paja, aunque cuentan con paneles solares para tener electricidad.
Fuentes Termales de Caliente-Candarave.
En el camino hay vistas interesantes como el bosque de queñuales y el volcán Yucamani. Según la leyenda, el volcán fue un dios que se peleó con su propio hermano Tutupaca por una mujer. En este enfrentamiento hubo bolas de fuego hasta que finalmente ambos terminaron convertidos en piedra.
Volcán Yucamani
En el trayecto también hay paradas señalizadas como la Piedra de Cabeza de Elefante, una formación rocosa con forma del animal.
Una formación rocosa parece una Cabeza de Elefante
La comunidad local ha desarrollado además un emprendimiento de turismo vivencial que incluye alimentación, artesanías y alojamiento.
Elva Aguilar lidera el emprendimiento Maycu Kuntur Iquiña
El trayecto a los géiseres es largo, pero el camino se hace más agradable al parar en Tarata, un tranquilo y antiguo pueblo andino donde se puede comer, hospedar, además de recorrer su áreas verdes o incluso su camino del inca.
Tarata
Además de la tradicional y mundialmente conocida gastronomía peruana, Tacna cuenta con su propia cocina tradicional. Es común encontrar preparaciones con carne de llama y cordero.
La influencia chilena se ve en el pastel de choclo tacneño, que es un queque de choclo molido que verdaderamente sorprende.
Uno de los lugares para apreciar platos típicos como el charquicán, el picante a la tacneña, la patasca o el adobo tacneño es el restaurante La Glorieta. Las humitas son dulces, con pasas y anís, perfectas para disfrutar con un café.
Y si hablamos de café, Perú cuenta con granos de alta calidad proveniente de diversas provincias. Una cafetería que destaca en los productos propios es La Casita – Tienda Cafetearía Regional, donde se puede disfrutar de la preparación tradicional.
Allí se puede disfrutar el café servido preparado en Mupeco, un invento de Rolando Ruiz Loayza que con sus dispositivos fabricadas por él mismo, se fue a venderlo a Cusco y fue allí en donde tuvo la idea de construir el primer Museo del Café Peruano o Museum of Peruvian Coffee, Mupeco.
Café servido en Mupeco.
También hay cocina de autor como la de Mulato, con preparaciones tradicionales reversionadas y coctelería de autor que, según su declaración de principios, “es sinónimo de mezcla, color y sabor”. Además, le dan especial valor al esfuerzo de sus mayores aliados, “los criadores, agricultores y sobretodo los pescadores artesanales, que día a día nos ofrece lo mejor de la naturaleza, a los que con creatividad les rendiremos justa adoración para exaltar en gloria sus sabores”.
Ceviche Mulato. Conchas negras, erizo, ceviche en crema de rocoto, en crema de ajl amarillo y clásico, todo eso en una inesperada presentación.
Como en todo Perú, en Tacna también han buscado potenciar sus sabores. El tacna sour es la apuesta local con un toque de licor de damasco.
La producción local de esta bebida la hacen viñedos como Bodega de vinos Spirit y Piscos Miculla, que elabora pisco peruano y otros licores con sabores como coco o cafe. Están comenzando a realizar enoturismo en su bodega de 10 hectáreas, donde además se pueden ver animales y vivir una experiencia de mixología con la elaboración de cocteles que permiten conocer y disfrutar de sus distintos productos.
En cuanto a vida nocturna, hay interesantes restaurantes y bares en torno a Av. San Martín. Uno de ellos es Urus Restaurante, especializado en Carnes a la Piedra.
Tacna cuenta con diversos lugares certificados para realizar deportes extremos. Las agencias turísticas ofrecen diversas modalidades de turismo de aventura como buceo, cabalgata, sandboarding, escalada, kayak, stand up padre, caminata, entre otros.
Además se puede hacer canopy, parapente y hay nueve rutas de ciclo turismo que incluyen recorridos urbanos como por Bodegas vitivinícolas de Tacna, y al monumental del Campo de la Alianza, también hay rutas de mountain bike como Los Toboganes de Calientes y Chuschuco en el Valle Viejo de Tacna, también hay tres tramos ubicados en el Balneario Boca del Río, y para los más extremos existen descenso o también conocido como downhill desde el Valle de los Géiser en Candarave o Copapuquio en Palca.
Para disfrutar de este maravilloso destino, debes viajar primero a la región de Tacna. Desde Santiago, se puede viajar hasta Arica en avión, en un vuelo de algo más de 2 horas, y cruzar por el paso Chacalluta.
El trayecto por tierra desde el aeropuerto a Tacna se demora aproximadamente 25 minutos y hacer el trámite en migración es relativamente fluido, aunque hay más movimiento los fines de semana.
Otra opción es hacerlo vía Lima, en un vuelo de 3 horas y media. Luego a Tacna el vuelo es de 1 hora y 45 minutos.
