Emprendedores
El financiamiento colectivo rentó 12,8% en el año, consolidándose entre las alternativas de renta fija. “Fue sin duda el año de consolidación del crowdfunding, que sigue creciendo y obteniendo rentabilidades en torno al 10% anual”, explica experto.
En los últimos años hemos sido testigos de los profundos cambios que está generando la tecnología en todos los ámbitos de la sociedad, y las inversiones y finanzas no han quedado ajenas a estas enormes innovaciones.
Sumado a ello, los instrumentos tradicionales de inversión no han tenido rentabilidades atractivas, lo que ha generado que muchos inversionistas estén buscando nuevas alternativas para rentabilizar su dinero.
En ese contexto, el 2018 fue un año muy atractivo para el crowdfunding -o financiamiento colectivo- llegando a un 12,8% de rentabilidad anual, posicionándose como la alternativa más rentable en renta fija. Así lo indica RedCapital, firma que facilita el financiamiento a pymes a través del crowdfunding.
“Esto tiene una mayor relevancia considerando que la mayoría de los instrumentos tradicionales de renta variable tuvieron rentabilidad negativa, como los fondos mutuos accionarios”, señala Gustavo Ananía, gerente general de la empresa.
Por esto, el 2018 fue el año de los instrumentos alternativos, aunque no de todos.
“Fue sin duda el año de consolidación del crowdfunding, que sigue creciendo y obteniendo rentabilidades en torno al 10% anual. Esta alternativa permite que cualquier persona pueda invertir comprando facturas o prestando dinero a través de créditos con distintas garantías”, explica Ananía.
Ésta es una forma de invertir comprando participación (acciones) de compañías de menor tamaño con buenas proyecciones. Se puede acceder a través de plataformas de crowdfunding de equity o de redes de inversionistas ángeles.
También se puede invertir en fondos de capital de riesgo que diversifican en varias compañías.
“En Chile, hasta hace algunos años no contábamos con muchas alternativas de inversión en renta fija. Hoy, en cambio, gracias a la tecnología están disponibles nuevos instrumentos de inversión, a los que antes solo podían acceder personas con mucho capital. Esto se logra a través del crowdfunding”, sostiene Ananía.
Esto responde a que la tecnología está cambiando la forma en que solíamos hacer las cosas. Hoy son muchas las innovaciones que se están generando con las fintech (empresas tecnológicas del sector financiero).
En la banca este cambio tecnológico está sucediendo hace pocos años, como pasa con las plataformas web de crowdfunding orientadas a préstamos. Esto se conoce como crowdlending, donde las pymes que requieren capital ingresan sus solicitudes de crédito, que son validadas y luego son publicadas en las plataformas.
Después, son los inversionistas los que ingresan a la plataforma y deciden en qué invertir.
“Es importante buscar sitios que trabajen con buenas garantías de los solicitantes y procesos de análisis de riesgo. Por esto recomendamos mirar el historial de cada plataforma de crowdlending, acotando los riesgos de perder la inversión”, comenta Ananía.
Asimismo, destaca que “es fundamental considerar que en este tipo de instrumentos la mora es parte del negocio. En promedio los pagos demoran 15 días adicionales a los acordados originalmente y en algunos casos estos tiempos se alargan por meses”.
Aunque generalmente con la mora la rentabilidad del inversionista aumenta por la tasa de adicional cobrada (a lo sumo la tasa máxima convencional), precisa, “es necesario que los inversionistas cuenten con la liquidez para no estar dependiendo de estos capitales”, indicó finalmente.
