Salud
Pérdida de fuerza en un lado del cuerpo, alteración del lenguaje y dolor de cabeza extremo son algunos de los síntomas que se pueden presentar en estas emergencias médicas. Según datos del Ministerio de Salud durante la pandemia se mantuvo entre las tres principales causas de muerte en el país.
Los Accidentes o Ataques Cerebro Vasculares (ACV) en Chile son la segunda causa de muerte y primera de discapacidad adquirida en adultos, según los datos del del Ministerio de Salud entre 2019-2022. Además, a lo largo de su vida, uno de cada cuatro personas en Chile va a sufrir esta pérdida repentina de una función neurológica que se produce por la obstrucción o rotura de un vaso sanguíneo cerebral.
En este 29 de octubre, día dedicado internacionalmente a concientizar sobre esta emergencia médica, el presidente de la Asociación Chilena de Enfermedades Vasculares Encefálicas (Aceve), Pablo Lavados, asegura que la detección de síntomas y la prevención resultan clave.
“Si bien los Accidentes Cerebro Vasculares son muy frecuentes y tienen una mortalidad elevada, la buena noticia es que en un 90% son prevenibles con una alimentación saludable, práctica habitual de actividad física, mantener un peso normal, no fumar, manejo del estrés y controles médicos rutinarios en especial para mantener baja la presión arterial y bajo el colesterol”, plantea.
No obstante, otro ámbito a considerar es la capacitación para poder afrontar un ACV, pues el tiempo de reacción resulta crucial a la hora de evitar el daño neurológicos.
“El poder identificar los síntomas de un ACV a tiempo, significa ganar minutos y segundos valiosos para primero, evitar la muerte de una persona y segundo, aminorar las secuelas que produce la muerte de neuronas que ocurren durante una isquemia (reducción del flujo sanguíneo al cerebro) o una hemorragia cerebral (rompimiento de una arteria al interior del cerebro). En ese sentido identificar, saber cómo reaccionar e informar adecuadamente sin esperar que los síntomas mejoren, es fundamental”, agrega el especialista.
Catherine Volaric, médico coordinadora de Neurología de Clínica Bupa Santiago, explica que “existen principalmente dos tipos de accidentes cereborvasculares: el isquémico o infarto cerebral, que se produce por la obstrucción de un vaso, y el hemorrágico, que se origina por su ruptura».
«Si el flujo de sangre se detiene o altera, el cerebro deja de recibir nutrientes y oxígeno normalmente, con lo que las células cerebrales pueden dañarse, generando secuelas. Por eso, ante la presencia de señales, hay que actuar de inmediato, ya que ese tiempo es muy valioso”, agrega la neuróloga.
Los accidentes cerebro vasculares o ictus, como también se les conoce, vienen acompañados de síntomas como pérdida de fuerza en un lado del cuerpo (que puede incluir la cara, el brazo y la pierna); alteración del lenguaje (habla incomprensible o dificultad para comprender lo que se dice); disminución o pérdida completa de la sensibilidad de un lado del cuerpo, también puede presentarse como dolor de cabeza súbito y extremadamente fuerte.
“En caso de detectar alguno de estos síntomas, es fundamental que la persona acuda de inmediato a un servicio de urgencias, pues existe un espacio de tiempo muy corto para realizar un tratamiento llamado trombólisis cerebral, que consiste en retirar el coágulo alojado en la arteria, que en muchas ocasiones deja al paciente con una importante o completa recuperación de sus síntomas, evitando secuelas. De acuerdo con las cifras que manejamos, en Chile se dan 140 casos cada 100 mil habitantes, por lo que es importante que las personas conozcan las señales de alerta”, señala la doctora Volaric.
Cualquier persona puede sufrir un accidente cerebrovascular, pero hay factores de riesgo o comportamientos que lo propician. Los principales son la hipertensión arterial, la edad avanzada (sobre 60 años), el tabaquismo, el colesterol elevado, la diabetes mellitus y el sedentarismo.
Aunque hoy esta enfermedad no es considerada como laboral en el país, la Asociación Chilena de Enfermedades Vasculares Encefálicas (Aceve) en conjunto con la Fundación española Freno al Ictus y Mutual Capacitación, se encuentran impulsando una campaña para acreditar espacios Cerebroprotegidos en el país, es decir, recintos que cuenten con al menos un 25% de sus trabajadores capacitados para identificar y reaccionar a tiempo frente al ACV.
“Certificar Espacios Cerebroprotegidos es sinónimo de vida, de poder estar en el lado amable de la estadística, gracias a la preparación de personas capacitadas para detectar y afrontar de buena manera un ACV. Por tanto, el llamado es a preocuparnos y ocuparnos voluntariamente, sin esperar a que una ley nos obligue, sino más bien pensando en las vidas que se pueden salvar si las empresas cuentan con sus colaboradores capacitados para responder oportunamente”, comentó Víctor Hugo Navia de Aceve.
Cabe destacar que la iniciativa cuenta con la experiencia de España como uno de sus referentes donde recintos como el estadio Real Madrid, el Teatro Real; el Senado y la Cruz Roja española, entre otros, ya cuentan con el sello que los distingue como capacitados para reaccionar ante un episodio como estos.
