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El tenis para personas ciegas aterrizó en Chile Inclusión

El tenis para personas ciegas aterrizó en Chile

Con la aspiración de instalar este deporte paralímpico en el cono sur, un reconocido impulsor de la actividad en Argentina se instaló en Chile e impartió clases intensivas de formación a alumnos y alumnas desde los cinco años, además de profesores. “No sabía que existía este deporte y con esto aprendí que todo se puede adaptar para las diferentes necesidades, sólo hace falta voluntad”, reflexionó una de las participantes. 


Surgido en Japón hace medio siglo y practicado en Argentina desde hace 11 años, llegó a Chile de la mano del transandino Eduardo Raffetto (57), fundador de la Asociación Argentina de Tenis para Ciegos, director de Deportes Adaptados en su municipio, docente y conferencista.

Gracias a la alianza entre Bettersport, iniciativa que busca darle sostenibilidad al deporte a través de la inclusión, y el Colegio Santa Lucía de la Fundación Luz, se realizaron dos clínicas en suelo nacional, una de ellas con niños y niñas y profesores del colegio y la otra en  la Municipalidad de Vitacura.

Para Ana Soto (41), educadora diferencial con más de 13 años de trayectoria y persona con disminución visual, se trató de una instancia única ya que “no sabía que existía el deporte”. Según comentó, además de los aprendizajes prácticos obtenidos de la experiencia, se quedó con la reflexión de que “todo deporte se puede adaptar a las distintas necesidades si hay voluntad”. 

En esta misma línea, la directora ejecutiva de Fundación Luz valoró de igual manera la oportunidad: “Hace muy bien no sólo físicamente, sino también cerebralmente, y contribuye a una verdadera inclusión”, celebró Sofía Villavicencio.

“Es un deporte individual que propone un desafío personal”

Hace 11 años, una mujer se acercó a Eduardo Raffetto interesada en las clases de tenis que el profesor ofrecía para menores y adultos. El docente le contó más detalles de la propuesta y ella le preguntó algo que nunca pensó: si podía entrenar a dos niñas ciegas que tenían ganas de aprender el deporte. La respuesta fue que volviera la próxima semana porque quería investigar más del tema: fue el inicio de la historia del tenis para personas ciegas en sudamérica.

En la actualidad, a nivel internacional, el deporte cada día se posiciona con más firmeza: se realizaron tres Mundiales de la especialidad y en 2019 sudamérica tuvo representación por primera vez.

“El potencial es grandísimo, va creciendo en escuelas, alumnos, jugadores y torneos, y ahí tenemos un trabajo bastante arduo para que llegue a ser paralímpico”, sostuvo el autor del primer libro de habla hispana sobre el deporte: “Tenis para ciegos, un sueño real”. 

“Mi mayor anhelo es que este deporte se difunda en todo sudamérica, ya en el mundo se está trabajando, por eso mi inquietud y ganas de llevarlo”, agregó y subrayó que en Chile “hay un compromiso muy fuerte para trabajar con la federación en los diferentes distritos y municipalidades, con la Fundación Luz y empresas”, por lo cual hay altas expectativas para 2023.

Respecto de los desafíos, para Raffetto el más importante es personal ya que es “un deporte individual”. Otro de los desafíos que identificó es poder llegar a la mayor cantidad de personas ciegas posibles, para que sepan “que tienen un nuevo deporte” para practicar. 

En sintonía con ello, Ana Soto, quien eligió la docencia para compartir su experiencia de vida con estudiantes con discapacidad visual y motivarlos para que la vieran como referente, consideró que el desafío es poder visibilizar el deporte para que más personas puedan conocerlo y de esta manera se masifique en Chile y pueda en un futuro federarse y elevarse a nivel profesional.

Adecuaciones necesarias para el deporte

Según explicó el promotor de este deporte en el cono sur, el tenis para personas ciegas cuenta con adecuaciones necesarias para un óptimo ejercicio considerando las posibilidades y necesidades del juego. 

Así, la medida de la cancha  tiene un largo 12,80 m y un ancho de 6,10 m, la altura de red está a 90 cm del piso y se utilizan líneas perimetrales están marcadas en una soga de 3 milímetros de espesor que adhiere al piso, mientras que las líneas internas de la cancha están pintadas y no marcadas por la soga. 

La pelota, en tanto, es de goma espuma y un poco más grande que la convencional,  pesa de 30 a 32 g y dentro de ella tiene municiones, bolitas de acero que permiten el sonido. Es de color amarillo para las personas ciegas y negro para quienes tienen disminución visual, las raquetas, asimismo, pueden medir entre 23 y 27 pulgadas dependiendo de la categoría de las y los jugadores. 

“El reglamento, respecto al tenis tradicional, tiene pequeñas salvedades, como que no se puede coachear al jugador, se tiene que jugar en estricto silencio, los jugadores ciegos tienen 3 piques, cuando un jugador dice ‘va’, el devolvedor dice ‘listo’ y el sacador dice ‘juego’, tienen 5 segundos para realizar la maniobra, además se juega a 3 sets de 6 games y el triunfo se define por punto de oro”, detalló el docente.

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