Sustentabilidad
A raíz de la difícil situación que vive el país por los incendios forestales que han afectado la zona centro sur del país, expertos detallan cómo estas catástrofes alteran los ecosistemas y la biodiversidad, en donde habitan miles de especies, además de las consecuencias socioeconómicas y culturales. “Especies, floras, faunas, aves, anfibios, reptiles y pequeños mamíferos buscan habitat complementarias cuando el fuego ha quemado en su nicho ecológico”, explica el experto en incendios forestales.
Tras un intenso fin de semana, este lunes la Onemi reportó 44 incendios forestales registrados a lo largo de todo el país, donde 12 se encontraban en combate y 32 controlados.
A raíz del calentamiento global, la sequía y las altas temperaturas en los meses de verano, hay localidades se encuentran más propensas a sufrir este tipo de desastre.
Según cifras de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), “el 99,7% de los incendios se inician ya sea por descuidos o negligencias en la manipulación de fuentes de calor, o por prácticas agrícolas o por intencionalidad, originada en motivaciones de distinto tipo, incluso la delictiva”, señala el sitio web de la entidad.
El ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, sostiene que “a la fecha, se han producido 1.587 incendios forestales en el país, lo que implica un 9% menos que la temporada anterior, pero se han visto afectadas más de 13 mil hectáreas, lo que implica un 40% más que la temporada anterior”.
En ese sentido, estos eventos, sin duda, afectan a la flora y la fauna de los lugares afectados. Sobre todo, en las regiones de El Maule, O’Higgins, Metropolitana y Valparaíso, las cuales hasta la fecha han sido las que han sufrido más incendios forestales según Sistema de Información Digital para el Control de Operaciones de Conaf.
Miguel Castillo, experto en incendios de Departamento de Gestión Forestal y su Medio Ambiente de la Universidad de Chile, señala que “los incendios forestales de alguna u otra manera tienen daños y efectos en la biodiversidad y con todos los componentes que ello implica: paisajes bienestar, calidad de vida, servicios ecosistémicos, fragmentación y también socioeconómicos y culturales. Los daños son de tipo directo o indirecto dependiendo del comportamiento del fuego”.
En esta línea, Castillo afirma que los daños que más se conocen es la vegetación, al sueldo producto a la combustión perdiendo la productividad del suelo. No obstante esta se reactiva luego de algunos pos incendio, debido a la capacidad de regeneración de las especies.
“Otro problema que hay es cuando los incendios son mas recurrentes, en ese caso, los ecosistemas pierden en muchos casos la capacidad de respuesta. En la naturaleza hay ciclo de fuegos, y cuando estos ciclos son acelerados por la actividad humana, muchas veces la perdida de la biodiversidad es más evidente”, explica el especialista.
Bajo este contexto, la experta en restauración de áreas afectadas y académica de Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la Universidad de Chile, Valeria Rojas, señala que “la fauna se ve afectada en diversas formas, desde sus fuentes de alimentos hasta los espacios donde habitan. Si bien es cierto dependiendo de los tipos de animales, alguno son más afectados que otros”.
Teniendo en cuenta lo anterior, recalca que los animales más afectados por este tipo de situaciones son los que tienen baja movilidad.
Respecto a la restauración del entorno natural luego de un incendio, la especialista explica que es necesario ver cómo responde la naturaleza misma. “En Quebrada de La Plata, Santuario de la Naturaleza de la Universidad de Chile, que se quemó un 79% en noviembre del 2016, durante el 2017, se realizaron líneas base de fauna, para saber cual era la condición de la misma pos incendio y durante 2018 y hasta la fecha, nos hemos dedicado a proteger a la fauna de baja movilidad”.
Desde el punto de vista geográfico, “también hay pasajes que son más protegidos de los incendios y otros que tienen mayor posibilidad por el efecto borde que genera el efecto de las llamas”, dice Castillo.
Además, afirma que la sequía y el cambio climático aumenta la condición de peligro para incendios y el comportamiento potencial del fuego.
En ese sentido, tanto las autoridades como organizaciones medioambientales han hecho un llamado para resguardar y cuidar el entorno natural, y así, evitar catástrofes que afectan directamente a miles de especies nativas y al ecosistema del cual son parte.
