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Temporada de medusas: los cuidados que se deben ante el aumento en las costas chilenas Salud

Temporada de medusas: los cuidados que se deben ante el aumento en las costas chilenas

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Hace algunos días se han registrado una cantidad importante de medusas del tipo hidrozoo, conocidas también como carabela portuguesa o fragata portuguesa. Es por ello que se declaró alerta sanitaria. En este contexto, expertos explican sus síntomas y lo que se debe hacer frente a una picadura de este animal marino.


Playas repletas de veraneantes ha sido la tónica en esta segunda quincena de enero. Pero no solo los bañistas repletan los balnearios. En algunas zonas del país ya se deja ver la presencia de medusas y fragata portuguesa; un clásico del verano.

Y si bien no suelen acercarse a las personas, si entramos en contacto con ellas -incluso estando muertas- sus tentáculos largos pueden inyectar el veneno de miles de aguijones punzantes microscópicos.

«La mayoría de las picaduras de medusa provoca dolor instantáneo y marcas de inflamación en la piel. En algunos casos aparecen síntomas sistémicos como gastrointestinales, náuseas, dolor abdominal, vómitos y síntomas neuromusculares como calambres, espasmos e, incluso, afecciones cardiopulmonares como arritmias o broncoespasmos”, explica el médico Francisco Marino, subjefe de Urgencias de Clínica Las Condes.

Por lo mismo la recomendación es no tocarlas ni tampoco los restos de masas trasparentes que puedan estar en la arena porque las células urticantes de sus tentáculos siguen activas.

Bajo este contexto, es necesario saber reconocer qué clase de medusa tuvo contacto con la piel. Según explica Fernando Torres, director de la Escuela de Química y Farmacia de la Universidad Andrés Bello, la fragata portuguesa suele ser confundida con medusas corrientes, pero son distintas.

Se caracteriza por su color azulado-morado, sus largos tentáculos y su flotador superior de aproximadamente 20 centímetros. Es importante señalar que algunas especies de medusas producen alergias o erosiones en la piel, cuando una persona tiene contacto con ellas.

Los síntomas que se presentan una vez que te pica, están asociados a «lesiones cutáneas y manifestaciones en otros órganos o sistemas del cuerpo. Las reacciones alérgicas locales se caracterizan por dejar marcas lineales o serpiginosas, con erupciones cutáneas que pueden persistir días o meses, acompañadas con edema, eritema, reacciones tipo urticaria, vesículas y prurito local con dolor intenso. La primera sensación en el momento de la exposición es un dolor intenso”, explica el toxicólogo.

En una segunda fase, las erupciones pueden ser persistentes o recurrentes y causar sintomatología sistémica. Las lesiones que deja el contacto con esta medusa evolucionan normalmente en 24 horas desde lesiones necróticas cutáneas locales, hasta costras que pueden demorar semanas en cicatrizar.

Otros síntomas que se pueden manifestar a nivel de otros órganos o sistemas son: Gastrointestinales (dolor abdominal, náuseas, vómitos) Neuromusculares (calambres, espasmos), Cardiorespiratorios (arritmias, broncoespasmos).

¿Qué hacer si nos llega a picar una de estas especies marinas?

Marino recomienda “lavar con agua de mar o agua salada, pero en ningún caso con agua dulce porque por un efecto osmótico podría favorecer la incorporación de esta toxina que se liberan desde sus filamentos y que se clavan en la piel. Tampoco hacer caso a recetas caseras como usar orina en la zona afectada; esto es un mito y se podría acrecentar la reacción alérgica.

Agrega, que «en la guía del Minsal también indican que se pueden aplicar vinagre y calmar la picazón con suero fisiológico o agua salada idealmente a una temperatura tibia o caliente hasta los 40 grados».

En una segunda fase, las erupciones pueden ser persistentes o recurrentes y causar sintomatología sistémica. Las lesiones que deja el contacto con esta medusa evolucionan normalmente en 24 horas desde lesiones necróticas cutáneas locales, hasta costras que pueden demorar semanas en cicatrizar.

Otros síntomas que se pueden manifestar a nivel de otros órganos o sistemas son: Gastrointestinales (dolor abdominal, náuseas, vómitos) Neuromusculares (calambres, espasmos), Cardiorespiratorios (arritmias, broncoespasmos).

Torres entrega algunas recomendaciones en caso de sufrir una picadura por Fragata Portuguesa:

– Idealmente, lavar la zona afectada con Suero fisiológico. En caso de no contar con él, lavar la zona afectada: aplicar en la picadura vinagre blanco doméstico entre 15 a 30 minutos para inhibir futuras descargas del veneno (esta medida, no disminuye el dolor).

– Retirar de la piel los restos de tentáculos de la medusa con guantes y pinzas. Se puede raspar la zona afectada con un objeto romo para no tener contacto directo.

– Se recomienda uso de agua caliente a tolerancia del paciente, en la zona afectada, de preferencia utilizando una ducha teléfono para lograr una temperatura constante, durante 20 minutos ya que ha demostrado disminuir el dolor y evitar su recurrencia. No es recomendable el uso de hielo o compresas frías porque pueden favorecer la descarga de veneno.

– Se sugiere el uso de lidocaína tópica, para disminuir el dolor y la descarga de la toxina. Es importante el reposo e inmovilización de la zona afectada.

– Se recomienda el uso de vacuna antitetánica, ya que la espora podría encontrarse en la arena y en el agua de mar. Mantener la zona afectada limpia con el fin de evitar una posible sobreinfección bacteriana.

Por último, sobre el tratamiento local sintomático, se debe evaluar el uso de paracetamol y AINEs para controlar el dolor, corticoides tópicos y antihistamínicos orales para el control de la reacción de hipersensibilidad, según signos y síntomas del paciente afectado.

 

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