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Diversos actores participan en diálogo para determinar cómo debería ser la educación ambiental Sustentabilidad

Diversos actores participan en diálogo para determinar cómo debería ser la educación ambiental

Una educación ambiental enfocada en los conocimientos técnicos; que incentive el liderazgo y la empatía; que tenga en cuenta el entorno y que se traduzca en acciones concretas por la comunidad, son algunas de las conclusiones a las que se llegaron tras el encuentro entre adolescentes y adultos como el alcalde de Tiltil, los seremis de Medio Ambiente y Energía de la RM, académicos, personas del mundo empresarial y representantes de la CEPAL, el Banco Mundial y el INJUV.


“Necesitamos agentes de cambio en las nuevas generaciones y esto se inicia a través de la educación”, explicó Felipe Tobar (17) del Colegio Jorge Huneeus Zegers de La Pintana al salir del encuentro de Jóvenes por el Futuro realizado el 31 de mayo donde se trabajaron temáticas medioambientales.

La actividad, organizada por cinco adolescentes con el apoyo de América Solidaria y el Banco Mundial, tenía como principal objetivo identificar qué elementos debe considerar la educación ambiental en Chile. Esta temática también fue levantada dentro de los resultados de la encuesta de Fundación Tremendas, publicada el 28 de mayo, que arrojó que el 80% de las jóvenes le da máxima importancia a recibir educación ambiental en el colegio.

“Lo que más se repitió fue que la educación ambiental debería tener consecuencia dentro de los territorios de los mismos estudiantes”, describió Tomás Pizarro (19). Así ejemplificó que acompañando a los contenidos deberían ir acciones vinculantes dentro de los establecimientos educacionales, como reciclaje, buen uso del agua: “Acciones que no sean efímeras”.

En el marco de la elaboración del proyecto de ley sobre educación ambiental, Roberto González,  jefe del Departamento de Educación Ambiental (DEA) del Ministerio de Medio Ambiente, invitó a los jóvenes a compartir con la cartera qué aspectos son importantes de rescatar según la experiencia de cada uno.

Tomás Pizarro (19) aseguró que casi todos estarían de acuerdo con que vivimos en un momento crítico del planeta y que “las decisiones se deben tomar ahora”. Explicó que desde esa base “es necesario que quienes están a cargo de las decisiones hoy recojan esta urgencia que la manifestamos más nosotros, los jóvenes, que la población adulta”. “Debemos crear trabajo en conjunto para que no sea muy tarde y que en los planes medioambientales haya coherencia en el paso del tiempo”, manifestó.

El evento dio inicio con el desafío de identificar las principales problemáticas medioambientales en las comunas de los jóvenes, lo que trabajaron en grupos. Espacios abandonados con basura, que identificaban como un foco de peligro, problemas con el agua y contaminación fueron algunas de las que plantearon.

Frente a estas dificultades presentaron soluciones como informarse, empatizar y colaborar con otros para enfrentar la crisis climática, recuperar los espacios abandonados y generar normativas medioambientales más rigurosas para las empresas.

“La crisis climática es un problema que tiene que ver con vidas, con calidad de vida, y debemos tomar conciencia, tomar decisiones, presionar por nuevas prácticas y conductas en la lógica en que entendemos la naturaleza y la producción”, describió el jefe del Departamento de Educación Ambiental (DEA), uno de las tres expertos que vinieron a compartir datos con los jóvenes en la primera etapa del encuentro.

Trabajo entre distintas generaciones: imaginemos una educación ambiental

“Es importante que converjan ambas experiencias, de jóvenes y adultos, porque si solo nos separamos entre adultos y adolescentes se van a hacer cosas que los jóvenes en el futuro van a querer cambiar. Si trazamos la misma línea se pueden sembrar los cimientos ahora y después construir sobre ellos”, es como explicó José Tomás Lira (17) del Colegio Verbo Divino la decisión de sumar a “tomadores de decisiones” a la conversación.

Se trabajó entre jóvenes y adultos la pregunta qué herramientas se deberían entregar desde la educación ambiental para que un joven pueda ser un agente de cambio.

Algunas de las conclusiones fueron que la educación ambiental debe enfocarse en los conocimientos; que se debe incentivar el liderazgo a través del trabajo en equipo, la perseverancia, la empatía y el desarrollo de habilidades de comunicación; que se debe conocer el entorno y pensar en soluciones locales, en la misma dirección se consideró que además de la entrega de información exista práctica, que pueda traducirse en un impacto en la población que vive alrededor o con los estudiantes.

“Cuando hablamos de cambio climático el futuro es desolador, si no hacemos nada esto se acaba como planeta. Sin embargo, veo a los jóvenes con esperanza y con ganas de hacer cosas”, aseguró Iván Morán, seremi de Energía de la Región Metropolitana.

“Lo primero es aprender y lo segundo tomar acción. Individual por un lado, pero por otro también le exijo a los demás: que la clase política se ponga las pilas, que los empresarios se den cuenta que pueden producir, pero también bajar las emisiones”, agregó.

Pablo Zamora, director de Fundación Chile y uno de los fundadores de NotCo aseguró tras la experiencia que “hay estudiantes con una formación inherente de liderazgo, que pueden ser agentes de cambio profundo”.

Pablo Marquet, académico de la Facultad de Ciencias Biológicas UC y vicepresidente de la corporación del Instituto de Ecología y Biodiversidad, destacó el optimismo del encuentro. Sin embargo, advirtió que la “pedagogía estandarizante que apunta a un estudiante promedio que no existe y existe poca capacidad para acoger y fomentar individualidades y diferencias que puedan contribuir a lo colectivo”.

Participación: “Entender que no estamos solos en este mundo”

Javiera Riquelme (16) del Colegio Jorge Huneeus Zegers en La Pintana aseguró que la crisis medioambiental afecta a todos y que los más jóvenes deberían tener acceso a más instancias de participación. Dijo valorar la oportunidad de “compartir nuestra opinión con respeto y crear lazos entre nosotros”.

Roma Vera (17) del Colegio Raimapu en La Florida describió que el espacio le hizo “sentir aliviada” por saber que hay otros jóvenes a los que les interesa hablar sobre medioambiente. “Entender que no estamos solos en este mundo”, puntualizó.

En ese sentido, Pablo Zamora aseguró que es importante que “aprendamos a dialogar y creo que estos espacios son necesarios para aquello”.

Para Luis Valenzuela, alcalde de Tiltil, es importante que los jóvenes se identifiquen como agentes de cambio. Explicó que reunir a generaciones distintaspermite transmisión de conocimientos técnicos, pero también de experiencias de vida. Permite que los jóvenes vayan pavimentando un camino sólido en una temática tan importante como el cambio climático”.

El edil aseguró que el cambio climático está teniendo consecuencias importantes en el país y, en particular, en Tiltil se traduce en una sequía que ha durado más de catorce años.

La próxima actividad de Jóvenes por el Futuro para seguir profundizando en educación ambiental será el próximo 7 de junio en Concepción y reunirá a jóvenes de la Región del Biobío y a autoridades regionales, académicos y empresarios.

Tras esta actividad un equipo de América Solidaria va a estudiar y organizar los resultados de ambos encuentros para elaborar un insumo de recomendaciones para una nueva política de educación ambiental.

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