Algunos tigres asiáticos y otros mamíferos están enfrentando una amenaza potencialmente letal: el virus del moquillo canino, que se transmite a través de los perros domésticos.
Algunas de las más raras especies de grandes felinos del mundo están enfrentando la amenaza potencialmente letal de un virus transmitido por los perros domésticos, advirtió un experto en vida silvestre.
John Lewis, director de Veterinarios de la Fauna Internacional (Wildlife Vets International), dijo que hay evidencia de que los tigres de Indonesia están en peligro.
El virus del moquillo canino ha evolucionado en décadas recientes y ha pasado de infectar sólo a los perros a afectar a otros grupos de animales.
El doctor Lewis planea trabajar con veterinarios indonesios para desarrollar una estrategia que permita proteger del virus a los tigres de la nación.
Pariente cercano del sarampión, el virus del moquillo canino (CDV, por sus siglas en inglés) fue descrito por primera vez a principios del siglo XX y ha sido citado como parte de los factores que contribuyeron a la desaparición del tilacino (marsupial carnívoro también conocido como lobo de Tasmania o tigre de Tasmania, debido a las rayas negras de su espalda).
«Si retrocede el reloj unos 30 ó 40 años verá que se trataba de una enfermedad de perros, era un virus canino y sólo afectaba a los perros», explica Lewis.
«Pero en los años transcurridos desde entonces, el virus ha evolucionado y ha cambiado el patrón de los animales que puede infectar, incluyendo mamíferos marinos (como las focas) y grandes felinos».
Lewis le dijo a la BBC que el CDV necesita una reserva -como una población de perros- para mantener su efectividad como un patógeno.
Estas condiciones estaban presentes cuando fue documentado el primer caso de la enfermedad en grandes felinos salvajes, recordó.
A mediados de la década de 1990, en la región del Serengeti, en África, 30% de los leones murieron por el CDV, que provino de los perros en los pueblos cercanos.
«También ha sido reconocido en las poblaciones de grandes felinos asiáticos», agregó.
«Desde 2000, en el extremo oriente de Rusia, se ha reportado un comportamiento extraño en algunos felinos, aparecen en los pueblos y no parecen mostrar mucho miedo hacia la gente».
«En los últimos años, el tejido de, al menos, un par de esos felinos ha confirmado la presencia de una infección por el CDV».
«No ha habido demasiados casos hasta el momento, pensamos que tres o cuatro, pero creemos que podría haber otros más que no han sido diagnosticados».
Mientras que algunos tigres parecen capaces de responder con una inmunidad razonable, la mayoría de los animales sucumben a la enfermedad si son expuestos al virus.
El doctor Lewis explica que los síntomas se manifiestan de distintas formas:
«Algunos morirán a causa de problemas respiratorios, como neumonía, por ejemplo».
«Otros tendrán problemas neurológicos, como pérdida del miedo a la gente o convulsiones».
Sin embargo, agregó: «No tenemos suficiente información sobre el CDV en tigres para saber qué porcentaje va a morir; sólo tenemos algunos datos de los zoológicos y algunos datos del medio silvestre».
«Hay un montón de casos de moquillo en la región y los tigres se inclinan por comer perros».
«Para un tigre, coger a un perro en la periferia de un pueblo no es del todo inusual, así que ahí se dan las circunstancias que pondrían a los tigres en contacto con el CDV».
Aun cuando se ha asumido que la causa de la infección del CDV en tigres era el contacto con los perros portadores del virus, el doctor Lewis dice que una investigación estaba en curso para hallar la fuente del CDV en los tigres de Amur (también conocidos como tigres siberianos), en el extremo oriente de Rusia.
El cambio de comportamiento de los tigres es particularmente preocupante, observa el veterinario.
«Esto los pone en alto riesgo, porque pierden el miedo a los cazadores furtivos o terminan en situaciones de conflicto, como en medio del tráfico».
En una reciente visita a la isla indonesa de Sumatra, dijo que, según conversaciones sostenidas con veterinarios de la fauna local parecían indicar, el CDV ya podría estar presente en la población del -ya seriamente amenazado- tigre de Sumatra.
Los expertos les dijeron que habían advertido un comportamiento extraño en los tigres: estos grandes felinos entraban en los pueblos y no tenían miedo de la gente.
«Para mí, eso sugiere que el moquillo ya está empezando a tener un impacto sobre los tigres en Sumatra», advierte.
«Pero antes de afirmar que eso es sin duda el resultado del CDV, es necesario realizar pruebas de diagnóstico en el tejido cerebral.
«Si bien las grandes amenazas que enfrentan los tigres son la pérdida y degradación del hábitat y la caza furtiva, ahora creo que la tercera gran amenaza probablemente sea la enfermedad, especialmente una como CDV».
El tigre de Sumatra solamente se encuentra en la isla y las estimaciones de población sugieren que quedan menos de 700 en el ambiente silvestre, de los cuales sólo el 40% son individuos viables maduros.
El doctor Lewis regresará a Sumatra en septiembre para reunir a todos los veterinarios de todas las áreas que están en contacto con los tigres.
«El objetivo es discutir a fondo una forma muy simple de decidir cuáles muestras deben ser tomadas de los tigres que son manejados por los humanos en toda Sumatra, a fin de ayudarnos con el diagnóstico», explicó.
«También tenemos que debatir cuáles muestras deben ser tomadas a partir de poblaciones de perros domésticos».
«Tenemos que resolver a dónde podemos enviar esas muestras para hacerles pruebas de laboratorio. Tenemos que ver cómo vamos a almacenar y a mover esas muestras.
«Una vez que hayamos resuelto eso empezaremos a trabajar y a tratar de diseñar algún tipo de estrategia de mitigación. Eso no será fácil», concluye.