Publicidad
Cáncer de Próstata: prevención y calidad de vida de los pacientes a través de la innovación Salud

Cáncer de Próstata: prevención y calidad de vida de los pacientes a través de la innovación

Este tipo de cáncer representa un 20% de todos los tumores malignos en varones. Sin embargo, estudios clínicos demuestran la efectividad de las nuevas terapias para reducir el riesgo de muerte y el retraso de la progresión del cáncer.


Este domingo 11 de junio se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Próstata, una patología que afecta a más de 1,2 millones de personas en el mundo. La fecha se creó para sensibilizar y concientizar a la población masculina acerca de la importancia del diagnóstico precoz y la aplicación del tratamiento respectivo.

El cáncer de próstata se origina por un crecimiento descontrolado de las células de la próstata, que es una glándula con forma de nuez ubicada debajo de la vejiga y delante del recto en los hombres. Es la encargada de producir el líquido seminal que nutre y transporta el esperma.

Hay que entender que esta patología, a diferencia de otros tipos de cánceres, no está asociada a un estilo de vida y hábitos poco saludables, como tabaquismo, pero si puede influir obesidad, aunque los factores de riesgo importante son la edad y los antecedentes familiares.

Actualmente se busca fomentar los exámenes preventivos en hombres sobre los 40 años que tengan antecedentes familiares de la enfermedad, o a todos los hombre sobre los 50 con una evaluación física mediante el tacto rectal, o la medición de valores en sangre denominada Antígeno Prostático Específico (APE).

Existen distintos tratamientos cuando el cáncer está confinado a la próstata, donde la mayoría tienen efectos secundarios indeseables como la incontinencia y la impotencia sexual. Es por esto que uno de los tratamientos que ha revolucionado la industria médica para tratar esta enfermedad es la braquiterapia, procedimiento que consiste en la implantación en la próstata de semillas radioactivas del tamaño de un grano de arroz dirigidas directamente a la glándula prostática destruyendo al tumor, reduciendo al mínimo los efectos no deseados en el tejido y órganos sanos que lo rodean.

Esta nueva terapia, que en nuestro país está disponible tanto en Fonasa como Isapres mediante GES, tiene una efectividad sobre el 90%. De hecho, hay estudios de seguimiento por más de 15 años, que acrediten sus ventajas comparativas respecto a otros tratamientos del cáncer de próstata localizado.

“Esta radiación se utiliza cuando el cáncer de próstata está localizado y, a diferencia de la radiación externa, tiene una mayor tolerancia y produce un efecto más profundo sobre el tejido prostático. El procedimiento, que es ambulatorio y minimiza los riesgos de impotencia sexual, en comparación con la cirugía y la radioterapia externa, dura alrededor de una hora y media, y se implantan entre 100 y 120 semillas”, plantea Felipe Balbontín, urólogo y director de la Corporación Chilena contra el Cáncer de Próstata.

Una enfermedad sin señales

En Chile, se detectan alrededor de 8.000 casos de cáncer de próstata al año y se estima que 1 de cada 7 hombres presentará esta patología en su vida.

“La próstata es un órgano ubicado debajo de la vejiga de los hombres y está relacionado principalmente con la fertilidad. Pasada esta etapa de la vida, comienza a dar complicaciones, por lo que chequearse oportunamente es clave”, explica Diego Reyes, jefe de la Unidad de Urología de Clínica Bupa Santiago.

El urólogo sostiene que, a medida que va avanzando el tiempo, se pueden ir presentando dos principales patologías. “Una es el crecimiento benigno de la próstata, que está relacionado con la obstrucción de la salida de la orina desde la vejiga y por la que muchos pacientes consultan. La otra, es el cáncer de próstata, que se ha convertido en el cáncer más frecuente en nuestro país y al que más hombres mata, con 2.200 muertes por año”, detalla el especialista.

A diferencia de otras patologías, el cáncer de próstata no tiene síntomas. “Por eso, la única manera de detectar esta enfermedad es con un examen de sangre que mide el antígeno prostático específico, que básicamente indica qué probabilidad tiene la persona de desarrollar cáncer, y con un examen digital rectal. El 98% de los cánceres se podría detectar por un antígeno elevado, mientras que el otro 2% se debería detectar por el tacto rectal que no es el examen más importante, pero que los hombres debieran hacerlo igual para descartar la posibilidad de tener cáncer”, explica el doctor Reyes.

Respecto del examen rectal, el especialista señala que hay dos mitos relacionados. “El primero, es que la mayoría de las personas piensa que el examen rectal es más preciso que el antígeno prostático y es al revés; y segundo, que el examen rectal es terrible, y lo cierto es que dura menos de 10 segundos y no es necesario hacerlo todos los años”, asevera el experto.

Si se detecta a tiempo, cuando aún está solo en la próstata, la probabilidad de curarlo está entre el 90 a 95%. Por eso es tan fundamental que los hombres se controlen a partir de los 40 años.

“Sin embargo, en consulta vemos que cerca del 25% de los casos llega cuando ya han hecho metástasis, cifra que en Europa no pasa el 5%. Este dato es el más importante a destacar, ya que estamos llegando muy tarde al diagnóstico”, afirma el urólogo.

Luego del diagnóstico

Una vez detectada la enfermedad, el tratamiento dependerá del estado del cáncer, edad del paciente y nivel de agresividad. “Si se encuentra temprano y está solo en la próstata, existen básicamente tres opciones: cirugía, que significa sacar la glándula y los ganglios, pero esto se traduce en un alto riesgo de perder la capacidad de erección; radioterapia externa, que va asociada a un tratamiento hormonal; y por último seguimiento activo, que básicamente es no iniciar ningún tratamiento mientras el cáncer se mantenga estable y lento”, señala Diego Reyes.

“Si bien aún no existe una cura, las terapias innovadoras mejoran las expectativas para pacientes con cáncer de próstata en etapa metastásica, ya que limitan el dolor y retrasan el deterioro del estado general del paciente, preservando durante más tiempo su calidad de vida”, explica Ignacio Murillo, senior medical manager en Johnson & Johnson. Además, agrega que han demostrado reducir el riesgo de muerte y retrasar significativamente la progresión de la enfermedad.

Publicidad

Tendencias