Salud
Influenza y Sincicial son los virus que están en alta circulación por estos días. Especialista explica que estamos enfrentando uno de los mayores peak de enfermedades respiratorias de los últimos años y advierte que se viene una nueva ola, pero que está vez afectaría a la población más adulta.
En los últimos días hemos visto un fuerte nicho epidemiológico que ha afectado principalmente a niños, niñas, lactantes y adultos mayores, situación que ha ocasionado el colapso en múltiples urgencias pediátricas alcanzando una ocupación de más de un 93% de las camas críticas del sistema de salud nacional.
Por otro lado, datos del Instituto de Salud Pública (ISP) revelan que, en lo que va de 2023, se han registrado 15.633 casos relacionados a virus respiratorios, lo que configura un incremento de un 53,4% respecto a 2022. Mientras que la circulación aumentó en un 128%.
Frente a esto, el broncopulmonar de Clínica Los Carrera Martín Pazmiño precisó que pese a disminuir los nuevos casos, se espera un repunte de contagios ahora en el público más adulto.
“Estamos hablando, especialmente, de virus como la influenza que atacan las vías respiratorias, y que tiene una forma muy rápida de transmisión que es a través de las gotitas respiratorias, es decir cuando una persona tose o estornuda, lo que ocasiona un mayor nivel de contagio. Con el relajo de las medidas sanitarias, hoy vemos un aumento considerable de estas patologías”, explicó.
En cuanto a los síntomas, el especialista detalló que estos virus manifiestan fiebre, congestión, tos, dolor de cabeza y de garganta, por lo que es común confundirlos con un resfriado. Para el general de la población esto puede ocasionar cuadros leves, no obstante, quienes tienen sistemas inmunológicos más vulnerables, la realidad puede ser muy diferente.
Por eso el profesional hizo un llamado a la responsabilidad y prevención, en especial considerando que el Virus Sincicial no cuenta con una vacuna establecida. Por esto mismo, recomendó evitar la propagación del virus con el lavado de manos frecuente, uso de mascarillas y ventilación permanente de espacios cerrados. Y en el caso de las y los más pequeños acudir al pediatra.
Esto puesto que “las personas infectadas suelen ser contagiosas durante tres a ocho días. Mientras que en infantes, el VRS puede durar hasta por cuatro semanas en el organismo”, explica el Dr. Pazmiño.
Además de bajar las temperaturas, las precipitaciones dejan abundante humedad. Pero si no llueve, los niveles de contaminación se disparan
Felipe Rivera, especialista broncopulmonar del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, explicó que “una casa húmeda tiene baja temperatura y baja temperatura significa mayor posibilidad de irritación y de enfriamiento de las mucosas que se defienden mal y aumento de una serie de agentes infectantes, especialmente los hongos, los que pueden irritar las vías respiratorias, especialmente en los alérgicos”.
El doctor Rivera aseguró que estamos enfrentados a “frío, humedad y cargas virales”, lo que significa “que estamos teniendo, evidentemente, una triada bastante significativa en términos de mayor cantidad de enfermedades respiratorias”.
Por esta razón, enfatizó que “una casa húmeda no debe ser habitada, se debe volver a habitar cuando tenga absoluta seguridad de que la casa esté seca, limpia, sacar todo el barro y toda la humedad”.
En la misma línea, la médica intensivista del HCUCH Cecilia Luengo agregó que, si hay que secar el interior de las casas, “ojalá se seque con algo que no sea carbón, porque eso hace que se respire dióxido y monóxido de carbón. Además, aparecen hongos en suelo y paredes, pero estos no son peligrosos en general”.
Asimismo, añadió que con el frío proliferan los virus porque “aumenta su sobrevida en las superficies. Además, la gente está más aglomerada y ventila poco, lo que también aumenta el porcentaje de virus en las zonas cerradas”. Las principales recomendaciones, asegura, son “ventilar, no estar cerca de personas sintomáticas y usar mascarilla en sitios cerrados con riesgo de aglomeraciones”.
La mayoría de los escolares del país salieronn de vacaciones, lo que puede significar un alivio para quienes han sido víctima de los virus respiratorios producto de las aglomeraciones en el transporte público o en las salas de clases. Pero ¿qué pasa con las bajas temperaturas?, ¿privilegio panoramas en espacios abiertos o en espacios cerrados?
El pediatra del HCUCH Guillermo Zepeda explicó que “los espacios cerrados se asocian a una mayor probabilidad de contagio o de riesgo de contagio, por lo tanto, si la gente va a un mall o va a un cine o a una casa donde se sabe que se va a aglomerar mucha gente por reuniones familiares, claramente eso se va a asociar con probabilidades de infecciones”.
Además planteó que “la humedad, y los cambios de temperatura que ello implica, se asocia con una disminución de las defensas. Por lo tanto, eso va a hacer mucho más proclive que los virus que andan circulando ahora pueden llegar a infectar a alguien y aumentar la cadena de transmisiones entre diferentes personas”.
Por esta razón, indicó que aunque “siempre se va a privilegiar el espacio abierto, obviamente hay que conjugar esto con evitar el tema de los cambios de temperatura o también la condición de humedad que favorece las infecciones respiratorias”.
El doctor Zepeda detalló por lo tanto que “hay que ir equilibrando el tema. Tratar de privilegiar los espacios abiertos, pero probablemente a una hora que no vaya a existir mucho frío, pero siempre privilegiar el espacio abierto ante el cerrado, porque los espacios cerrados son los que se asocian con mayor cantidad de virus”.
