Este miércoles reabrió sus puertas el jardín infantil Mandarino de Huechuraba, tras haber sido clausurado a raíz del caso de Borja López Ojeda, quien murió asfixiado al interior del automóvil de la parvularia María Eugenia Riffo Tapia (39), el pasado 19 de octubre.
Hasta el recinto educacional llegó una veintena de padres y apoderados a dejar a sus hijos, quienes reiteraron su plena confianza en el funcionamiento del establecimiento.
Paralelamente, en la arista judicial, la Fiscalía Centro Norte prepara la reconstitución de escena, diligencia que será practicada la próxima semana.
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