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Louis Vuitton inaugura joyería en la famosa Place Vendôme de París

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En la celebrada Place Vendôme en París, el nuevo nombre en joyería es el más grande en carteras.

Louis Vuitton, famoso por sus bolsos de lona laminada, abrió su primera tienda independiente de relojes y joyas en momentos en que los europeos se ajustan los cinturones. El objetivo: reafirmar la imagen de Vuitton como proveedor de artículos suntuarios de alta gama, particularmente entre los chinos gastadores que sienten una especial afinidad con los collares y los brazaletes fabricados en Francia.

En momentos en que los artículos Vuitton se vuelven más ubicuos, la tienda de Place Vendôme “es un intento de anclar la marca en el nivel más alto posible”, dijo Luca Solca, responsable global de títulos europeos en CA Cheuvreux. El propietario de LVMH Moet Hennessy Louis Vuitton SA es un maestro, dijo “en navegar la delgada línea entre ser lujo masivo y mantener el nivel de deseo”.

La inauguración de la tienda este mes en la plaza de París donde se encuentran el hotel Ritz y joyerías finas como Van Cleef Arpels, también puede ser un intento del presidente de LVMH, Bernard Arnault, de desafiar a Cartier, el fabricante parisino de las alianzas de casamiento por 750 euros (US$924) y los collares de brillantes de 44.000 euros, que es propiedad de Cie. Financière Richemont SA, el mayor rival de LVMH.

“Cartier y el atractivo de la marca son una de las pocas potenciales amenazas que enfrenta LVMH”, dijo Solca.

Viajeros chinos

Vuitton, que según estimaciones de Barclays, tuvo ventas por 6.500 millones de euros el año pasado, está buscando nuevas fuentes de ingresos en tanto son viajeros chinos, principalmente, los que impulsan la demanda local mustia de sus mocasines de gamuza Maryland rojos con un costo de 410 euros y sus collares para perro por 216 euros en Europa.

Las ventas de los relojes de alta gama también disminuyeron en los últimos meses en China debido a un crecimiento económico más débil en el país más populoso del mundo, dijo Hengdeli Holdings Ltd. esta semana. No obstante, esto puede atribuirse en parte a que los consumidores hacen compras en el exterior debido a las fluctuaciones cambiarias favorables, según Tan Li, vicepresidente de Hengdeli.

Si bien Vuitton se lanzó a la joyería fina hace tres años después de introducir bijoux a precios más bajos en 2001 y relojes de fabricación suiza en 2002, “abrir semejante tienda en Place Vendôme es una suerte de exposición de la marca”, dijo Armando Branchini, fundador de la consultora Intercorporate con sede en Milán.

Place Vendôme, en el corazón de la capital francesa, está ocupada por algunas de las joyerías más antiguas y caras de Europa desde que Boucheron abrió en 1893. Ahora, marcas entre las que se cuentan Blancpain, Piaget y Chaumet, que es propiedad de LVMH, tienen tiendas en la plaza donde se alza una estatua de Napoleón sobre una columna de bronce.

Uniéndose a ellas, Vuitton, que comenzó como fabricante de baúles sobre una calle adyacente en 1854, está “entrando en el templo”, dijo Branchini. “Para el consumidor final, la marca será percibida de una manera más exclusiva”.

Esto es importante ya que el llamado segmento absoluto del mercado suntuario está creciendo más que la parte aspiracional, donde están posicionados los productos de cuero de Vuitton. La ubicación también contribuye a diferenciar a Vuitton de otros fabricantes de ropa y accesorios que pueden haber agregado brazaletes con piedras preciosas, dijo Branchini.

“En definitiva, los bolsos, carteras y billeteras de Louis Vuitton tienen un valor de transacción mucho más bajo”, dijo Jonathan De Mello, responsable del aérea de consultoría minorista en CBRE Group Inc. Tener una boutique exclusivamente dedicada a relojes y joyería “se ajusta a su estrategia de segmentar a sus clientes en diferentes tiendas”, dijo.

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