Los millonarios sumaron más acciones estadounidenses que ningún otro activo en este último año en tanto los inversores comunes huyeron a los bonos, según un sondeo de Fidelity Investments.
Veinte por ciento de los 1.020 hogares sondeados dijeron que compraron títulos individuales locales en los 12 meses previos a marzo, dijo la firma de fondos de inversión con sede en Boston. El efectivo ocupó el segundo lugar, en tanto un 13 por ciento dijo que se sumó a esa clase de activo. Once por ciento compraron fondos cotizados en bolsa, y un 10 por ciento cada uno sumó bonos estadounidenses y fondos de acciones locales.
Transcurridos ocho años del colapso de las acciones de tecnología, el público inversor más amplio busca refugio en la renta fija desde que la crisis crediticia global hizo bajar el Índice Standard Poor’s 500 38 por ciento en 2008. Los fondos comunes de inversión en acciones estadounidenses experimentaron retiros netos de US$130.000 millones en los 12 meses previos al 31 de marzo, según la firma investigadora de Chicago Morningstar Inc. Los fondos en bonos atrajeron US$191.000 millones. El S&P 500 subió 9,2 por ciento este año hasta ayer.
“Probablemente se adelantan al inversor medio en cómo ven las oportunidades”, dijo Bob Oros, vicepresidente ejecutivo del grupo de servicios de patrimonio institucional de Fidelity, en una entrevista haciendo referencia a los millonarios. “Se están volviendo cada vez menos reacios al riesgo”.
La firma, que al 31 de mayo tenía bajo su administración activos por US$3,5 billones, no preguntó cuánto invirtieron los millonarios. Hay 5,13 millones de hogares estadounidenses con activos invertibles de por lo menos US$1 millón, o sea 4,3 por ciento de la población, según un informe del Boston Consulting Group fechado en mayo.
Perspectiva positiva
La perspectiva de los millonarios para el futuro de la economía fue la más positiva desde que el estudio anual comenzó en 2006, dijo Oros. Doce por ciento dijeron que estarían dispuestos a reservar una gran porción de su cartera para inversiones riesgosas, en comparación con 8,2 por ciento hace tres años luego de la crisis financiera.
Los hogares sondeados tenían como mínimo US$1 millón en activos para inversión, excluyendo ahorros para retiro y bienes raíces, y los encuestados no fueron necesariamente clientes de Fidelity. El encuestado medio tenía 61 años y US$3,05 millones en activos para invertir.
Alrededor de 26 por ciento dijeron que no se sienten ricos y que necesitarían un promedio de US$5 millones para sentirse ricos. Esto se compara con el 42 por ciento de millonarios en 2011 que dijo que necesitaría US$7,5 millones.
“Ha habido cierto reajuste en este grupo en términos de lo que necesita”, dijo Oros.
Aproximadamente 86 por ciento de los millonarios sondeados dijeron que habían llegado a su posición solos, no habiendo nacido ricos. Por eso el grupo probablemente se siente más cómodo invirtiendo en acciones estadounidenses ya que muchos tuvieron la experiencia de una apreciación del capital, dijo.
“El inversor medio haría bien en mirar a este grupo como representante”, dijo Oros. “Están encabezando el camino de vuelta”.
La red de inversiones Tiger 21 también está viendo cómo inversores ricos traspasan sus carteras hacia activos más riesgosos, aunque a inversiones en compañías privadas que no cotizan en bolsa, dijo Michael Sonnenfeldt, fundador del grupo con sede en Nueva york.
Sus 192 miembros, que en su mayoría tienen un patrimonio de US$10 millones como mínimo, tenían un 18 por ciento de sus inversiones en compañías privadas que no cotizan en bolsa en el segundo trimestre, un aumento de cuatro puntos porcentuales respecto de los tres meses anteriores, según un informe fechado el 17 de julio.