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La desconocida oferta argentina de renunciar a la soberanía de las islas Malvinas


Argentina ofreció renunciar a su reclamo de soberanía sobre las disputadas islas Malvinas en 1843 si Gran Bretaña asumía la responsabilidad de un préstamo de 1 millón de libras cuyo pago había suspendido, según documentos del gobierno británico dados a publicidad recientemente.

La discusión sobre la soberanía de las islas, situadas a 300 millas (500 kilómetros) de la costa de Argentina y a casi 8.000 millas de Gran Bretaña, lleva 200 años. Fue el motivo de la guerra de 1982, cuando Argentina emprendió una invasión y Margaret Thatcher envió una fuerza de tareas militares para reconquistar las islas a un costo de más de 900 vidas para ambas partes. Los isleños celebrarán un referéndum el 10 y 11 de marzo para manifestar su deseo de seguir siendo británicos.

En mayo de 1982, mientras la fuerza de tareas se acercaba a las islas, John Orbell, archivista de Baring Brothers Co. Ltd. de Londres, escribió al gobierno adjuntando cartas manuscritas fechadas en 1843 y 1844 que el gobierno argentino había dirigido al representante del banco mercantil, quien trataba de asegurarse el reembolso de una deuda de 1824 que permanecía impaga desde hacía quince años.

“Las cartas indican la voluntad del gobierno argentino de ceder las islas Malvinas a Gran Bretaña para saldar la deuda”, escribió Orbell, añadiendo que las cartas contienen “una contundente afirmación del derecho de Argentina de reivindicar la soberanía sobre las islas”.

La carta de Orbell le fue entregada a Thatcher y está entre los documentos dados a conocer este año conforme a normas que disponen la publicación de documentos del gobierno después de treinta años.

Las cartas argentinas, dirigidas al representante de la compañía en la Argentina, Francis Falconnet, siguen en el archivo de Baring, ahora propiedad de ING Groep NV, que compró el banco en 1995 después de su quiebra.

Financiamiento de un puerto

Según “The Sixth Great Power: Barings, 1762-1929” (La sexta gran potencia: Barings, 1762-1929) de Philip Ziegler, Argentina en 1824 emitió un bono para financiar un puerto en Buenos Aires y llevar agua a la capital y los puestos de frontera. El cupón era del 6 por ciento y Argentina vendió los bonos al 70 por ciento de su valor nominal, lo que significaba que el gobierno en la práctica pagaba un interés del 8,7 por ciento.

Barings cobró 30.000 libras de honorarios y una comisión del 1 por ciento sobre las ventas. Al principio, los especuladores mantuvieron el precio alto. Cuando empezaron a deshacerse de los títulos, Barings los compró y, según Ziegler, acabó con “una cantidad alarmantemente grande de capital atrapado en bonos prácticamente invendibles”.

Argentina al principio mantuvo el pago de los intereses, hasta que la guerra con Brasil agotó sus arcas y provocó la caída de la moneda. En enero de 1828, el país entró en cesación de pagos de su deuda soberana por primera vez.

Argentina actualmente mantiene una batalla legal en los Estados Unidos con los bonistas que no entraron al canje de bonos luego de su impago récord de US$91.000 millones de fines de 2001.

Según Orbell, el gobierno de Thatcher, que había solicitado las cartas a Falconnet, nunca las usó. “Era una espada de muy doble filo”, declaró en una entrevista.

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