Los cupones atados a la economía argentina están registrando los mayores aumentos del año por las versiones de que el incremento del gasto por parte de la presidente Cristina Fernández de Kirchner antes de las elecciones de mitad de mandato impulsarán el crecimiento y asegurarán el pago a los tenedores de esos títulos.
Los cupones, que pagarán a los inversores si la economía Argentina crece 3,22 por ciento este año, dieron un salto del 25 por ciento a 7 centavos por dólar de valor nominal en la última semana, el mayor incremento desde el período de cinco días que terminó el 5 de diciembre. Los pagarés treparon luego de que el gobierno dijera el 27 de junio que la economía se expandió un 7 por ciento interanual en abril, superando la mediana de estimaciones de 5 por ciento. El salto fue nueve veces mayor que los bonos argentinos denominados en dólares en el mismo lapso y superó el aumento de 3,09 por ciento de los pagarés de mercados emergentes, según JPMorgan Chase Co.
El gobierno apunta a fomentar el consumo local antes de las elecciones legislativas de octubre con un aumento del 70 por ciento del gasto social luego de que la economía creció sólo el 2 por ciento el año pasado. Mientras que Barclays Plc dice que el gobierno exagera la cifra de crecimiento y el Fondo Monetario Internacional censuró al país en febrero por brindar información engañosa sobre las estadísticas económicas, Citigroup Inc. calcula que el pago podría llegar a 6,5 centavos.
“A los inversores lo único que les importa es que el crecimiento supere el umbral de pago”, dijo en entrevista telefónica desde Buenos Aires Luis Celasco, que administra 1.700 millones de pesos de bonos argentinos en RJ Delta, división de Raymond James Financial Inc. “Con esos datos y el hecho de que este es un año de elecciones, hay buenas probabilidades de que Argentina crezca 3,2 por ciento o más. Esto realmente cambia las perspectivas de los cupones”.
Gasto de los consumidores
Norma Madeo, portavoz del Ministerio de Economía, no respondió un mensaje de correo electrónico en el que se le pedían comentarios sobre la manipulación de datos.
Fernández, de 60 años, está tratando de reactivar el crecimiento económico aumentando el gasto público y los subsidios a las familias pobres luego de que la desaceleración que sufrió Brasil, el principal socio comercial de Argentina, y las restricciones a la compra de divisas y las importaciones cortaron la inversión y limitaron el crecimiento el año pasado.
El gasto de los consumidores se expandió 6,1 por ciento en el primer trimestre y las ventas minoristas crecieron 6,5 por ciento, según el instituto nacional de estadísticas, conocido como Indec. Las ventas de autos treparon 32 por ciento interanual en mayo, mientras que las exportaciones se elevaron 73 por ciento, informó la asociación de fabricantes de automóviles del país el 5 de junio.
“El gobierno ha decidido arriesgarse a pagar el enorme costo del cupón de unos US$4.000 millones con la esperanza de que ahora, exagerando el crecimiento de este año, entrará dinero para reactivar la economía antes de las elecciones”, explicó José Luis Espert, economista que dirige la firma Espert Asociados, al responder por correo electrónico las preguntas que se le hicieran llegar. La economía probablemente se haya contraído 0,5 por ciento hasta fin de abril, agregó.
