Argentina debe internamente más dinero que nunca en un momento en que la presidente Cristina Fernández de Kirchner exprime los pesos de las entidades públicas: desde el organismo jubilatorio hasta la lotería, tan solo un decenio después de haber perdido el acceso a la financiación internacional.
Liderados por el Banco Central, los organismos del Gobierno son en la actualidad los acreedores más importantes del país, ya que le habían presado al Tesoro unos US$115.000 a fines de 2012, según un informe del ministerio de Economía que se publicó el 2 de julio. Esto da un total del 58 por ciento de la deuda total de Argentina. La proporción trepó al 53 por ciento en 2011 y es el doble de los US$57.500 millones que Argentina le debe a acreedores privados.
Fernández, de 60 años, aumenta el endeudamiento interno a fin de evitarse pagar más del 14,53 por ciento a cambio de los dólares en el exterior, que es la tasa más alta entre los emisores de deuda en mercados emergentes que sigue JPMorgan Chase Co. El programa de deuda añade a la tercera tasa de inflación más alta del mundo en un momento en que Fernández le ordena al Banco Central que aumente la oferta de dinero a una tasa del 30 por ciento anual, de modo de abarrotar los organismos con la caja que ella precisa tomar.
“Canjearon los acreedores”, dijo Camilo Tiscornia, ex economista del banco central, quien ahora dirige la consultora C&T Asesores Económicos durante una entrevista telefónica que se estableció desde Buenos Aires. “Es insostenible a largo plazo, porque esta política es inflacionaria. Finalmente van a tener que recortar el gasto o devaluar”.
Deuda récord
La deuda total argentina dio un salto para llegar a su récord en 2012, del orden de los US$197.500 millones, con lo cual superó la máxima anterior de US$191.300 millones de 2004, que fue el año anterior a que la nación reestructurase la deuda que había quedado de su default por US$95.000 millones de 2001.
Adrián Cosentino, secretario de Finanzas argentino, le dijo a los periodistas el 2 de Julio que el informe mostraba “la evolución positiva del nivel, composición y sostenibilidad de nuestra deuda”.
La deuda con los organismos públicos constituye el 58 por ciento del total, mientras que las obligaciones del sector privado y el dinero que se le debe a los organismos multilaterales y bilaterales de crédito representa el 29 y el 12,8 por ciento, respectivamente, según ese documento. El 48 por ciento de la deuda argentina está en dólares estadounidenses, el 23 por ciento, en pesos, y el 10 por ciento, en euros.
