Publicidad

El cuerpo funciona como cajero automático para americanos ante el atraso de los ingresos estadounidenses


El cabello, la leche materna y los óvulos están siendo usados como cajeros automáticos por estadounidenses escasos de dinero como April Hare.

Sin trabajo hace más de dos años y ante la perspectiva de ser desalojada de su casa, Hare recordó la novela del siglo XIX de Louisa May Alcott y se sentó frente a la computadora.

“Estaba tratando de encontrar la manera de ganar dinero y recordé que Jo de ‘Mujercitas’ había vendido el cabello”, dijo la mujer de 35 años de Atlanta. “Siempre tuve mucho cabello pero esta es la primera vez que se me ocurre venderlo porque estoy en una situación realmente difícil en este momento”.

Hare, madre de dos hijos, colgó fotos de su melena castaña de 18 pulgadas (45,7 centímetros) en www.buyandsellhair.com, pidiendo por lo menos US$1.000 y recibiendo respuestas en cuestión de horas. Hare, que también pensó en vender leche materna, se suma a otras personas que buscan maneras poco convencionales de llegar a fin de mes en tanto la expansión económica que lleva cuatro años no termina de fortalecer el mercado laboral y los ingresos.

Desde comienzo de 2011, en todos los trimestres salvo dos, “cabello”, “óvulos” o “riñón” están entre los primeros cuatro resultados autocompletados en las búsquedas en Google que comienzan con “Quiero vender mi…”, según Nicholas Colas, estratega jefe de mercado de ConvergeEx Group de Nueva York, que brinda servicios de corretaje a los inversores institucionales.

Aunque los estadounidenses pueden vender legalmente cabello, leche materna y óvulos, la compra y venta de un riñón en los Estados Unidos es ilegal.

“El hecho de que las personas tan sólo investiguen indica que todavía hay mucha gente preocupada por sus perspectivas económicas”, señaló Colas, que sigue los indicadores económicos no tradicionales. “Esto es muy diferente de cualquier otra recuperación que hayamos tenido. Va a ser una recuperación muy lenta y frustrante”.

Donantes de óvulos

En Shady Grove Fertility Center, que tiene oficinas en Washington, Virginia, Maryland y Pensilvania, unas 13.000 mujeres presentarán solicitudes este año para ser donantes de óvulos. Esto representa un aumento de aproximadamente 13 por ciento respecto de 2012, declaró Ali Williams, supervisora adjunta de comercialización del centro de fertilidad, en una entrevista telefónica.

La encuesta que realizó la propia clínica el año pasado mostró que el 65 por ciento de las mujeres dijeron que había por lo menos alguna motivación económica para decidirse a donar sus óvulos. Sólo el 3 por ciento llegó a ser donante debido a lo estricto del proceso de investigación de antecedentes y la gran cantidad de tiempo que requiere la donación de óvulos.

La lentitud de la recuperación económica, exacerbada por el aumento de impuestos y los recortes de gastos federales de este año, creó pesimismo en los hogares estadounidenses. Alrededor del 54 por ciento de los estadounidenses dice que sus ingresos “apenas se recuperaron” de la recesión, según una encuesta que llevó a cabo en septiembre el Pew Research Center de Washington.

“Son tiempos difíciles”, dijo Hare, cuyo último trabajo fue como gerente del salón de ventas de un centro comercial mayorista. “Los ricos se están haciendo más ricos y todos los demás pierden el empleo y la casa. Es terrible”.

Publicidad

Tendencias