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Esposas al poder: mujeres se ponen en el foco de la opinión pública para defender a sus parejas Poder femenino

Esposas al poder: mujeres se ponen en el foco de la opinión pública para defender a sus parejas

Tal como las primeras damas dejaron de ser meros adornos hace rato, las mujeres de políticos están ahora sacando la voz por sus cónyuges. Ayer fue el turno de Claudia Castagna, señora de Alberto Mayol, y Patricia Farías, quien tiene 15 años de matrimonio con Ricardo Rincón, de publicar sendas cartas donde se meten de lleno en las polémicas. Sin miedo a represalias.


En el pasado G-20, celebrado en julio en Hamburgo, Alemania, las primeras damas de las 19 superpotencias mundiales, los países emergentes y la Unión Europea, llamaron la atención casi tanto como sus maridos. Aparecieron en fotografías oficiales, en distintas actividades y se pronunciaron sobre diversos asuntos. Lo mismo había pasado en mayo durante la junta de la OTAN, donde el “primer damo” de Luxembugo, Gauthier Destenay, se unió a Brigitte Trogneux, la mujer de Macron, y Melania Trump en eso de ser escrutado en cada paso y palabra casi tanto como sus poderosos esposos. Con Juliana Awad en Argentina sucede más o menos lo mismo, ya que era conocida como empresaria textil antes de que Mauricio Macri fuera presidente. Mientras que Michelle Obama quedó hasta mejor posicionada que Barack, gracias, entre otras cosas, a su elocuencia y carisma.

Las primeras damas chilenas del siglo XXI no se han quedado atrás, siendo la mayoría de ellas profesionales, dedicadas a importantes planes del gobierno, no sólo a los eventos protocolares. Marta Larraechea y Cecilia Morel, por ejemplo, son orientadoras sociales, mientras que Luisa Durán, trabajadora social.

Ya no nos quedamos calladas, qué duda cabe, lo que nos ha sacado de ese puesto de florero, gomero o de ser la “gran mujer” que está “detrás” de cada gran hombre. Incluso si la polémica no es nuestra y nos va a poner el ojo del huracán, como pasó ayer con la esposas Alberto Mayol y Ricardo Rincón, Claudia Castagna y Patricia Farías, quienes se atrevieron a publicar sendas cartas en su Facebook y El Mercurio respectivamente. Todo para defenderlos, al primero de sus compañeros de coalición, al segundo de Carolina Goic y la opinión pública. Estas mujeres dan un nuevo paso al salir del trabajo silencioso y entrar en las discusiones públicas.

No han sido las únicas. Ya había pasado la semana pasada con la esposa de Matías Walker, Manuela Fanjul, quien escribió otra carta contra Goic en el mismo diario, tratándola de «injuriosa, injusta, falsa y calumniosa», además de agregar que Walker «durante meses postergó valioso tiempo con su señora y sus hijos por apoyar» a la candidata de la DC. Lo curioso es que ella estaba respondiendo a otra carta: la de Christian Kirk, esposo de Carolina Goic. En esa misiva, él atacó a Walker al decir que quienes apoyaron la candidatura de Rincón tenían «las manos manchadas con sangre» por defender la violencia hacia las mujeres. Paradójicamente, le salió una mujer al camino.

El caso Mayol: animal rastrero

La decisión del Frente Amplio de bajar la candidatura a diputado de Alberto Mayol por el Distrito 10, podría costarles caro. Qué duda cabe. Ayer fue un día en que se filtraron audios, las feministas los acusaron de intentar usar el feminismo y luego de dar explicaciones en televisión. La guinda de esta torta no viene ni de Beatriz Sánchez, ni de Giorgio Jackson, ni del propio Mayol, sino que de su mujer, Claudia Castagna, quien publicó en su Facebook, una dura carta cuestionando la decisión y apuntó directamente al diputado y fundador de Revolución Democrática, Giorgio Jackson, como uno de los responsables del veto. La vehemencia y rabia con la que se refiere a Jackson, hace pensar que Castagna no teme enfrentarse con los ex compañeros de su marido.

“Pienso en tu vuelo bajo y en lo que te transformaste. Y me pregunto en qué momento, siendo tan joven, te convertiste en esa especie de bicho que repta y no nos dimos cuenta de la putrefacción en la que anidabas, tampoco de tus acuerdos miserables con nuestros enemigos que supuestamente también eran los tuyos”, comienza la publicación.

Y sigue: “Acusaste a mi marido de personalista por defender las primarias que tú querías hundir, por construir una propuesta de izquierda, mientras tu presidente de partido le decía a Alberto ‘nosotros somos de izquierda, pero no lo podemos decir’. Alberto tiene un ímpetu avasallador, son sus convicciones, qué le podemos hacer, no teme defenderlas. A ti te faltan. Y ahora cobardemente lo acusas de agresión verbal a una mujer”, añadió la esposa del ex candidato.

“¿De verdad crees que Alberto puede agredir a una mujer? ¿Tanto miedo te da su liderazgo? ¿Tanto susto te da competir como corresponde sin la protección a la que estás acostumbrado?”, se pregunta la mujer del sociólogo. “A tu profunda miseria, a tu traición desmedida, a tu espíritu corrompido les deseo la derrota. Ahora ve tú y tus secuaces si juzgan esto de violencia verbal. Y me puedes contestar todo lo duro que quieras, precisamente porque soy mujer y sólo pido respeto, no protección”, finalizó categóricamente. Sin dudar.

El caso Rincón: ¿Culpable o inocente?

Patricia Farías, la esposa del parlamentario Ricardo Rincón, envió una carta a El Mercurio en defensa de su marido, titulada Inocencia que se Desconoce, en que acusa a la presidenta del partido democratacristiano, Carolona Goic, de una maniobra política para bajar la repostulación de Rincón. En la carta, Farías asegura la inocencia de su marido y afirma que se trata de acusaciones falsas de violencia intrafamiliar. La misiva es pública y lo hace así a sabiendas de lo que sucederá en redes sociales, donde su marido es ampliamente criticado. El miedo al trolleo no la detuvo.

“Se trata de una acusación que se produjo hace 15 años y que curiosamente ha sido traída ahora -en época de elecciones- nuevamente al tapete público y por un grupo de la Democracia Cristiana, liderado nada menos que por su candidata presidencial. Muchos saben también que no se trata más que de una vergonzosa maniobra política para enlodar a una persona y obtener beneficios electorales”, sostuvo, para empezar, Farías.

La esposa del diputado califica la medida contra Rincón, como un circo romano, “donde la crueldad publicitaria, con tal de vender y favorecer a algunos, se apodera del espíritu humano, dejando de manifiesto toda su miseria”. A lo que añadió: “No logro entender la maldad humana, y menos entiendo que frente a la inocencia de Ricardo, determinada en todas las instancias, incluida la del Tribunal Supremo de su partido, la persona que aspira a conducir los destinos de la nación lo desconozca, distorsione y ni siquiera se abra a la duda, que, como dicen los abogados, es al menos “razonable” en este caso”, argumentó la esposa del parlamentario.

También agregó que ha tratado de comunicarse con Goic, pero no ha sido escuchada: “Le he pedido que me escuche, ya que dice respetar a todas las mujeres, y a la fecha no se ha dignado siquiera a contestar”. Y concluyó: “Conozco los hechos, soy parte de la historia, no soy demócrata cristiana, y luego de ver las actuaciones en este caso de algunos de sus ‘líderes’, no lo sería nunca (…). No creo en ese tipo de liderazgo”.

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