Cada vez son más las constructoras que llevan adelante el empoderamiento femenino en el mundo de la construcción. Este cambio impulsado por maestras, capataces, prevencionistas, gerentas, entre otras profesionales, es lo que busca visibilizar el proyecto «Mujeres Deconstruyendo Tarapacá». La mente detrás de esta iniciativa es la arquitecta Gissel Godoy, quien lleva 12 años de trayectoria en el rubro de la construcción. «Las mujeres deben ser percibidas como personas con la diversidad que ello involucra, no como representantes de un género con los sesgos y brechas que esa diferenciación arrastra», comenta a El Mostrador la arquitecta MBA de la Universidad de Cádiz de España. «Visibilizar nuestra presencia es necesario para generar difusión e instalar una nueva mirada: somos muchas y somos capaces de desempeñarnos exitosamente en cualquier tarea relacionada con la construcción», añade.
Bajo la lupa del machismo y los estereotipos de género, durante décadas se rechazó la idea de que las mujeres se dedicaran al rubro de la construcción y albañilería, formando parte de la extensa lista de profesiones y oficios relegados a la esfera masculina.
Y a pesar de tener que lidiar con la hostilidad que día a día les recuerda que «ese no es su lugar», cada vez son más las mujeres que integran los equipos de trabajo en la construcción. Desempeñándose en cargos que van desde maestras, capataces, prevencionistas, hasta supervisoras, jefas de área, gerentas, entre otros.
Esta es la realidad que busca visibilizar la arquitecta Gissel Godoy, quien lleva 12 años de trayectoria en proyectos de edificación en las ciudades de Iquique, Calama, Copiapó y Alto Hospicio.
Godoy es la mente detrás de «Mujeres Deconstruyendo en Tarapacá», el proyecto que busca visibilizar «la experiencia de las mujeres que trabajamos en el sector de la construcción», afirma a El Mostrador.
«Visibilizar nuestra presencia es necesario para generar difusión e instalar una nueva mirada: somos muchas, y somos capaces de desempeñarnos exitosamente en cualquier tarea relacionada con la construcción, ya sea administrando, ejecutando o controlando, independientemente del nivel de responsabilidad asociado», afirma la arquitecta MBA de la Universidad de Cádiz de España.
A través de una cuenta en Instagram, Gissel difunde el registro periodístico de los distintos cargos que ejercen mujeres en obras de construcción, con el objetivo de «instalar un reconocimiento a la labor pionera de quienes voy entrevistando y fotografiando».
Entre las entrevistadas se encuentran referentes como Cecilia Bravo Bórquez de 55 años.
Con 17 años de trayectoria en la construcción, Cecilia empezó como jornal y hoy es maestra de terminaciones, dominando la ejecución de remates húmedos, yeso, pintura, sellado e instalación de cerámicas.
Para Cecilia la construcción «es su primer hogar» y es un privilegio poder ejercer lo que le apasiona. Sin embargo, ser parte de este rubro también implica luchar contra la brecha salarial por género. “Nosotras hacemos el mismo trabajo que los hombres. Yo aspiro a que algún día haya igualdad en los sueldos», expresó Bravo.
Macarena Barraza, quien lleva 9 años trabajando como Asistente de Bodega, comenta que al llegar a un equipo nuevo de trabajo debe demostrar que es capaz de realizar el circuito completo de abastecimiento. «Es frecuente que por ser mujer me incapacitan sin conocerme”, afirma.
Y a pesar de entregar el mismo tiempo y esfuerzo al trabajo, la brecha salarial y los estereotipos de género siguen siendo un obstáculos para las mujeres en la construcción.
«El 100% de las mujeres entrevistadas entres las cuales hay jornales, maestras, capataces, supervisoras, jefas de área y gerentas, me dijo que al empezar a trabajar en la construcción habían aprendido a hacerse respetar», comenta Gissel Godoy.
«Para los hombres debemos ser percibidas como personas con la diversidad que ello involucra, no como representantes de un género, con los sesgos y brechas que esa diferenciación arrastra», añade la arquitecta.
«Deconstruimos no solo preguntándonos, sino también cuestionando con nuestro trabajo la forma en que se ha construido desde siempre», concluye.
El registro de Mujeres Deconstruyendo Tarapacá formará parte del encuentro anual de egresados de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Arturo Prat.
– ¿Quiénes están detrás del equipo de Mujeres Deconstruyendo?
– Destaco a Roxana Cerda Norambuena, vicepresidente de Mujeres Non Stop, gremio al que pertenezco, quien me ayudó a conseguir los datos duros para este estudio y también a María Graciela Rojas Theoduloz, jefa de calidad e Isabel Ramírez Jiménez, supervisora de terminaciones, quienes facilitaron el contacto con las mujeres que trabajan en terreno para lograr entrevistarlas. Ayleen Araya, arquitecta y compañera de oficina, ha participado activamente en todos los análisis que hago cuando llego con información fresca. Por supuesto, debo mencionar a mi esposo, también profesional de la construcción con quien contrasto mis ideas y comento mis hallazgos diarios.