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«Los ojos de la verdad»: el libro inspirado en el caso de Nabila Rifo BRAGA

«Los ojos de la verdad»: el libro inspirado en el caso de Nabila Rifo

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¿Qué impulsa a un hombre arrancarle los ojos a una mujer y convertirse en el responsable de un feroz crimen? Bajo el sello de Editorial Planeta, el libro del chileno Eleodoro Sanhueza se inspira en el caso de Nabila Rifo. Sumerge al lector en un mundo oscuro, lleno de secretos y mentiras, que cuenta la historia de un brutal ataque a una mujer en el sur de Chile, agresión que cambiará su vida para siempre y obsesionará a un periodista y un ex uniformado caído en desgracia para tratar de develar la verdad


Si hay algo que se ha cuestionado en nuestro país los últimos meses, es la rigurosidad o falta de ella por parte de las instituciones para “hacer su pega”. Todos ven, pero nadie se atreve a mirar de verdad … Una víctima, un sospechoso, un macabro crimen en el sur de Chile. Con esta frase, el escritor y profesor Eleodoro Sanhueza en su novela, “Los ojos de la verdad”, invita al lector a sumergirse en una historia inspirada en el terrible ataque que sufrió Nabila Rifo, el cual la dejó ciega el año 2016.

En la novela Carabineros es retratado como una institución negligente y corrupta. Respecto del papel que desempeñó este órgano en la investigación del caso, el autor señala que “su trabajo fue negligente, y fue fundamental para que la verdad se enturbiara y fuera difícil llegar a ella —si es que se llegó—. Además, demostraron una falta de empatía y de colaboración con la sociedad; lo que provoca rabia, pena e impotencia. Y es básicamente lo que hoy en día estamos viendo: una institución de personas que carecen de solidaridad, de respeto y que en el fondo son seres represivos y agresivos sin un mínimo de cordura y compasión”, opina.

 

«En Coyhaique, a más de mil quinientos kilómetros de Santiago, un macabro crimen remece a la región de Aysén: una mujer es encontrada en la calle, a dos cuadras de su casa, brutalmente golpeada. Sus globos oculares han sido arrancados de las cuencas. Muy rápido, tal vez demasiado, el esposo de la víctima es señalado como el culpable. Pero, ¿es posible que haya otro involucrado?»

Este thriller oscuro, protagonizado por Benjamín Pequeño, un periodista ávido de justicia, quien junto al ex cabo primero Sergio Milalcura, un Carabinero utilizado como chivo expiatorio en un caso de desfalco, se sumergirán en los bajos fondos de Coyhaique para intentar descubrir la verdad y encontrar a un hombre escurridizo quien parece ser la clave de todo. En el camino se encontrarán con un mundo salvaje, plagado de secretos y engaños.

La novela comienza transportando nuestra imaginación a la ciudad de Coyhaique: paisaje, temperatura y costumbres de sus pobladores. Una descripción que no es extenuante y que te incita a querer un pan amasado con mermelada. El primer personaje que conocemos es Abner Pizarro.

La historia se divide en tres partes: “Crimen en el frío austral” nos cuenta principalmente la vida y tragedia de Judit y Abner. Ella, la víctima, él, su pareja y principal sospechoso del ataque. Además de introducir a la mayoría de los personajes que tienen relevancia en la trama principal y en las secundarias.

“Comienza a correrse el velo” nos pone en modo investigador. Es recién en esta parte cuando el protagonista, Benjamín Pequeño y su acompañante Sergio Milalcura, inician su extenuante y prácticamente nocturno viaje en búsqueda de pistas que esclarezcan las extrañas inconsistencias en el ataque a Judit.

Para la tercera parte del libro es mejor reservar su nombre. En esta sección el autor nos embriaga en la desesperanza y la búsqueda de una pista que el gobierno y la fiscalía habían ignorado demasiado. Pequeño y Milalcura deben comenzar en esta parte a concretar su investigación, una carrera contra el tiempo, puesto que el juicio para condenar al único sospechoso del terrible crimen ya estaba por comenzar.

El mundo interno

Respecto del escenario en que se desarrolla la historia, el autor comenta que “Coyhaique es un territorio muy aislado, muy rural. La ruralidad es capaz de configurar a un tipo de persona con pocas habilidades de comunicación. Asimismo, la ruralidad también es sinónimo de soledad, y la soledad puede ser un elemento que configure a individuos con cierta agresividad o con pensamientos retorcidos”, concluye el autor.

“En todo Chile los hombres pierden la cabeza cuando se les pasa la mano con el copete, sería casi anormal si no pasara. Como en Santiago o Valpo, que también son ciudades bohemias” (P.131).

En esta época en la que se ha avanzado tanto en romper los estereotipos y desnormalizar las conductas violentas, el libro expone el machismo, la violencia intrafamiliar y los ánimos del gobierno para colgarse de las situaciones más perversas como un lema de campaña, a través de las historias de diversos personajes.

Ella siguió intentando defenderse, dándose cuenta de que él comenzaba a perder el agarre. “¿Cómo no volver a tocar sus labios?”. Pensaba el hombre, de manera enferma. “Si le toco los labios entonces ella volverá a quererme”, concluyó en su mente una y mil veces. Floridor Perro, confundía la sensualidad con la brutalidad. (P.148).

La realidad nacional

“El consumo de alcohol de este territorio es un factor que influye bastante en el comportamiento de las personas. Sabemos que el suceso en el que está inspirado este libro tiene como protagonista al alcohol, así como también a la falta de comunicación y —por qué no decirlo— a una baja escolaridad […] Eso es parte de la desigualdad de nuestro país, y la región de Aysén es un pedazo de tierra olvidada”, comenta el escritor de la novela.

El personaje de Abner era un hombre machista y egoísta, quien conoció a Judit en una especie de “cacería” por conseguir una esposa y una familia. Un hombre que coartaba la libertad de su compañera de vida, a quien a duras penas ayudó en el negocio que ella quería montar a cambio de dejar el trabajo “poco digno para una mujer de familia”, según él le reclamaba.

“Te podría agarrar a pencazos aquí mismo si quisiera”. (P.12).

“Cuando tú tomas te pones tontita—esbozó una sonrisa irónica y con algo de maldad”. (P.27).

Abner era trabajador y analizando a fondo sus deseos, estos no eran más que el tener una vida familiar tranquila, un hogar armonioso con niños y estabilidad. Sin embargo, forzó el cumplimiento de su sueño ignorando tanto los sentimientos como los deseos “de su amada”. ¿Siquiera la habrá amado realmente o lo que amaba era la ilusión de su propio ideal?

“La reforma del Sename recién estaba iniciándose, y la Judit se transformó en una consecuencia de la mala institucionalidad chilena y aysenina” (P.117).

Judit era una mujer que había tenido una infancia difícil, una familia disfuncional, sospechas de abuso infantil y una educación deficiente. Imposible no pensar en el Sename al leer su historia. Misma situación se manifiesta en torno a la educación de los demás, jóvenes que debían dejar sus hogares para intentar obtener una educación más allá de sexto básico.

Pero sin duda, uno de los elementos más destacables de la novela radica en cómo mientras avanza la investigación del misterio, se nos presentan diversas posturas sobre la violencia doméstica:

“Quería saber qué hacía a diario, con quién se juntaba, a qué hora se levantaba y se acostaba” (P. 55).

“El hombre cambió completamente su actitud, deshaciéndose en disculpas y excusas. De su boca sobraban las razones de por qué había sucedido todo: que el trabajo, la lejanía, el aislamiento, el amor intenso y casi insoportable que sentía por ella y el miedo a perderla en una tierra tan remota” (P.56).

Floridor suspiró. -No quiero que veas a ningún hueón mientras yo esté aquí, ¿entendiste? Tiara lo miró sin decir nada. (P.190).

Finalmente, la novela nos narra el lado más oscuro de la realidad nacional aún imperante, mientras nos mantiene curiosos acerca del ataque cometido a Judit. ¿Fue su machista pareja? ¿Será quizá un ex? ¿O un ajuste de cuentas por hablar demás?

Respecto al hecho que la novela se base en el ataque a Nabila Rifo, el autor detalló que “Me documenté revisando lo publicado en la prensa, realicé un trabajo de escucha del juicio llevado a cabo en Coyhaique, leí la sentencia que estaba construida según las investigaciones policiales y revisé lo que logró armar la parte querellante, vale decir, la fiscalía con su grupo de abogados. Por último, hubo también una investigación en terreno”.

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