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“Opositoras a la violencia separadas por una época”: dos mujeres chilenas que asumieron el rol colectivo de la búsqueda de justicia y paz por sus familiares BRAGA

“Opositoras a la violencia separadas por una época”: dos mujeres chilenas que asumieron el rol colectivo de la búsqueda de justicia y paz por sus familiares

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Javiera Bruna
Por : Javiera Bruna Fonoaudióloga y Comunicadora
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Situadas en una semana política que ha hecho temblar los avances en materia de género las voces del movimiento feminista se han hecho sentir nuevamente en la esfera pública. Y es que avanzar en materia de género no sólo ha sido un camino emprendido por las grandes primeras mujeres activistas y el movimiento feminista, sino que también ha estado marcados por testimonios de mujeres que han tenido que encarnar en sus vidas una inagotable búsqueda por ser escuchadas cuando la injusticia las ha tocado de cerca y la verdad para ellas y sus familias ha tardado en llegar. El Mostrador Braga, recuerda dos ejemplos de fuerza femenina, que, aunque separadas por una generación dejaron huella en la búsqueda de verdad y justicia para sus familiares. María Bahamondes, prima de Nicole Saavedra, quien fue víctima de un crimen de lesbodio recientemente resuelto por la justicia y Ana González de Recabarren, madre y esposa que buscó hasta el fin de su vida a sus familiares desaparecidos en la dictadura.


¿Alguna vez has pensado que las grandes personalidades femeninas que han marcado épocas lo han hecho porque han logrado conquistar grandes hitos? Como ser la primera en algún campo del conocimiento o haber logrado algún puesto de decisión nunca tocado por una mujer.

También puede ser que grandes mujeres sean recordadas por haber llevado a cabo algún invento que solucionó la vida de muchas personas o por cierta intervención pública que representó el pensamiento que ninguna otra pudo expresar. Cualquiera sea el motivo, lo cierto es que hay otras grandes luchas con implicancias diferentes y tal vez, más dolorosas que algunas mujeres han debido encarnar.

Ejemplos de esto es el caso de María Bahamondes, prima de Nicole Saavedra quien se encadenó en el frontis de la fiscalía de Quillota para ser escuchada por los lentos avances de la causa por el crimen de lesbodio contra Nicole o el de Ana González quien tras la pérdida de sus hijos, nuera y esposo lideró la primera huelga de hambre en tiempos de dictadura militar.

Así, la historia reciente ha estado marcada por la creciente influencia femenina y “por la lucha de mujeres que se opusieron a la violencia patriarcal en todas sus manifestaciones, iniciando por la violencia de Estado hasta la violencia simbólica”, expresa en entrevista con El Mostrador Braga, la historiadora Karelia Cerda, a lo que agrega que, “mujeres, generalmente madres desde sus roles más tradicionales han tenido la tarea de incidir y de actuar en el espacio público».

La historiadora, además aporta que, “a lo largo del siglo XX se comienza a sacar la violencia del ámbito privado para llevarlo a un problema público, visibilizar que no es un problema personal, sino que es político, como ya en los años 60’ y 70’ las activistas feministas lo estaban planteando. Entonces en los 80’ nos encontramos con las activistas feministas organizadas contra la dictadura por la recuperación democrática (…) Desde el momento uno estaban las feministas en la calle, de esta forma asumimos el rol colectivo del cuidado de otras y otros en términos de oponerse a la violencia”, explica.

Cerda, es también coautora del libro “Históricas: movimiento feminista y de mujeres en Chile, 1850 – 2020”, texto que puedes conocer un el recorrido de las distintas organizaciones que han luchado por los derechos de las mujeres y ahondar en detalle las razones que han movilizado activamente a la articulación feminista en los últimos cincuenta años, siendo -justamente- las discriminaciones sistemáticas contra la comunidad LGBTIQA+ y violencias estatales ejercidas contra mujeres de pueblos originarios con enfoque territorial las últimas y más bulladas.

En este sentido, destacaremos el caso María y Ana, dos mujeres que, aunque distanciadas por una generación, enfrentaron luchas comunes tanto por sus causas como por no escatimar en medios para conseguir su objetivo: la justicia y la paz para sus familiares.

María Bahamondes

María es prima hermana de la víctima de un crimen de lesbodio, Nicole Saavedra Bahamondes quien fue asesinada a los 24 años y encontrada en las cercanías de Limache en la quinta región, con signos de tortura y las manos atadas. Ella lideró formalmente la búsqueda de justicia y el trámite legal de la causa en representación de la familia. María relató los hechos ocurridos la noche del asesinato de Nicole, siendo, además, una de las conocedoras de la orientación sexual de su prima, reconociendo que este hecho la volvía vulnerable a la violencia de género con motivos de discriminación.

María se encadenó dos veces para poner el caso de Nicole en la luz pública y ser escuchada por la justicia, la primera de ellas fue en 2017 frente a la Fiscalía de Quillota y la segunda en la fiscalía nacional para ser escuchada por el juez Abbot ante los precarios avances en la investigación del caso por su muerte. Esta acción política en busca de justicia la emprendió en compañía de otras mujeres activistas por la causa, todas fueron detenidas y María fue acusada por daños calificados y desórdenes públicos, arriesgando más de tres años de cárcel y multas de hasta 11 UTM mensuales.

Además, diversas organizaciones feministas -entre ellas la colectiva Las Tesis- y de la comunidad LGBTIQ+ apoyaron la causa demandando que el caso fuera considerado formalmente como un crimen de homo/lesbodio y la absolución de María Bahamondes y sus acompañantes por la toma de la Ffiscalía de Quillota.

“Da impotencia ver que ese día, cuando decidimos tomarnos Fiscalía, en una medida de desesperación, al final llegó Fuerzas Especiales y nos sacó de esa manera tan brusca: golpeándonos, tomándonos de a dos o tres y teniéndonos toda la noche en un calabozo. A mí me golpearon hasta que me llegué a orinar, nos golpearon desmedidamente”, dijo en entrevista para CNN durante la conmemoración de los tres años de investigación del asesinato.

Este 2021, después de 5 años de larga lucha, el tribunal de Quillota sentenció a Víctor Pulgar, autor del secuestro, violación y homicidio de la joven lesbiana, a una pena de presidio perpetuo.

Ana González de Recabarren

Ana González de Recabarren fue una incansable luchadora por los Derechos Humanos, quien encarnó por más de 40 años la exigencia de verdad, justicia y reparación para las y los detenidos desaparecidos en dictadura militar. En 1976, fueron secuestrados dos de sus hijos, Luis Emilio y Manuel, su nuera Nalvia y al día siguiente por la mañana antes de llegar a su trabajo su esposo Manuel Recabarren.

Desde el trágico evento que marcó su vida, Ana González encarnó la lucha por la búsqueda de sus familiares, fundando la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, liderando importantes acciones políticas de búsqueda y denuncia, en conjunto con otros familiares de las víctimas de crímenes de lesa humanidad.

Participó de búsquedas masivas en campos de concentración y casas de detención, entre ellas Pisagua y Villa Grimaldi, búsquedas en las afueras del servicio médico legal, además de calles y comisarías por las noches. También, participó en la primera huelga de hambre en la CEPAL (Comisión Económica para América Latina) y encadenamientos en el frontis del antiguo Congreso Nacional, incluso una vez confesó en entrevista con informe especial haber pensado quemarse a lo bonzo para ser escuchada.

Esta madre y esposa, que nunca perdió la esperanza de encontrar a los suyos, clausuró la reja de su casa por la que salió su esposo una mañana de 1976, con la promesa que se abriría el día que los suyos volvieran. Ana falleció a los 93 años un 26 de octubre en el hospital San José de Santiago, a la espera de una cama en el sistema público, sin conocer el destino de sus familiares.

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