Yo opino
Antes de morir, el inventor sueco de la dinamita, Alfred Nobel, destinó su fortuna para la creación de la institución del Premio Nobel, el que sería entregado a quienes confieren el mayor beneficio a la humanidad dentro de las categorías de Física, Química, Medicina, Literatura y Paz. A un siglo de su implementación, más de un 90% de los galardonados han sido hombres. Este 2022 suma puntos con la representación femenina, pues en la sección de literatura se premió a Annie Ernaux, mientras que Carolyn Bertozzi fue una de las tres personas que recibió el Nobel en Química.
¿La brecha de género sigue creciendo o hay mayor concientización a la hora de otorgar un galardón? En 1903, Marie Curie fue la primera mujer en recibir el premio Nobel de Física, el cual compartió junto a su marido Pierre Curie y el físico Henrie Becquerel. Y, no fue hasta 1911 cuando consiguió su segundo Nobel en Química, pero esta vez en solitario. Sin embargo, rumores que la vincularon a una relación con un hombre casado -luego de que su esposo falleciera- casi le cuesta la asistencia a la ceremonia. Albert Einstein formó parte de la minoría que apoyó a Curie, pues él nunca había sido sancionado por los escándalos de su vida privada.
[cita tipo=»destaque»] Esto no se trata solo de talento y habilidades, la dominación masculina y la venda del machismo se han apropiado de las oportunidades desde un principio.[/cita]
Desde la otra vereda, el premio Nobel de física (1993), Svante Arrhenius, escribió una carta a Marie Curie que señalaba: «Le ruego que se quede en Francia; nadie puede calcular lo que podría pasar aquí… Espero que mande un telegrama… que diga que no quiere aceptar el premio antes de que en el juicio de Langevin se demuestre que las acusaciones en su contra no tienen fundamento”. Ella decidió ir pese a las críticas. Desde 1901 a 2021, el galardón se ha otorgado 887 veces a hombres y 59 a mujeres.
Las cifras también resaltan en las letras y humanidades. Este año, Annie Ernaux, quien está detrás de “Pura pasión” o “La Vergüenza”, se convirtió en la decimoséptima mujer en obtener el alto honor en la literatura, dentro de las 115 veces que se ha entregado.
La primera mujer en recibir un premio en esta categoría fue Selma Ottilia Lovisa Lagerlöf en 1909, pero también destaca la poetisa chilena Gabriela Mistral en 1945, honor motivado por “Su poesía lírica que, inspirada en poderosas emociones, ha hecho de su nombre un símbolo de las aspiraciones idealistas de todo el mundo latinoamericano”. Hasta la fecha, es la única Iberoamericana con un Nobel.
Solo en la última década se ha visto un aumento de mujeres que han recibido el premio, esto cada dos o tres años; pero estamos a otro siglo de llegar a igualar las cifras actuales de quienes han beneficiado a la humanidad. Esto no se trata solo de talento y habilidades, la dominación masculina y la venda del machismo se han apropiado de las oportunidades desde un principio.
Este autoritarismo no solo es internacional, ya que también se refleja, por ejemplo, en el Premio Nacional de Literatura en Chile, donde solo cinco mujeres han recibido el galardón desde 1942. ¿En qué momento cambian las bases de la máxima distinción? Si no lo vemos desde el extranjero, comencemos en el país e invitemos a leer más, como también a participar de las ciencias con una perspectiva de género que involucre a toda la comunidad.
Es necesario ampliar las referentes en las distintas disciplinas, desde las escuelas hasta en la prensa y el gobierno. Formemos a nuevas Carolyn Bertozzi para que en 121 años más, ya no sean solo ocho investigadoras en química sino, cientos de mujeres más.
