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María Esther Zamora: la cantora que mantuvo la tradición folclórica en la casa de la cueca BRAGA créditos: Vida, pasión y cueca de María Esther Zamora y Pepe Fuentes en centro GAM.

María Esther Zamora: la cantora que mantuvo la tradición folclórica en la casa de la cueca

Javiera Bruna
Por : Javiera Bruna Fonoaudióloga y Comunicadora
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Hija de una familia cultora del folclor chileno, María Esther Zamora se inició de niña en la música, para luego coronarse como intérprete en la cueca. Actualmente, esta cantora es una de las mujeres más destacadas en la historia reciente, debido a su papel en la transmisión de esta tradición. Para María Esther, “la cueca es un sentimiento que en un minuto y medio lo dice todo” y día a día se ha encargado de darlo a conocer a camadas de artistas y aficionados que se convocan desde 1983 en su hogar “La casa de la cueca”, o lugar del eterno dieciocho.


Pocas mujeres son distinguidas en la historia por su rol en la transmisión de la cultura tradicional chilena. Una de ellas es la reconocida cantora de cuecas María Esther Zamora, quien, además, es cultora del folclor, animadora de festivales y fondas, y heredera de una de las familias artífices del movimiento cuequero de la zona norte de la ciudad de Santiago.

Si bien, su historia en la cueca se inició en la infancia, Zamora maduró en el canto hacia los 38 años y desde ahí jugó un rol fundamental en la transmisión oral de la cueca a la generación de nuevos músicos chilenos en los años noventa en “La Casa de la cueca”, espacio que desde su creación albergó a amantes del folclor. Sin embargo, posterior a la pandemia, Zamora no pudo sostener este tradicional lugar y al borde de cerrar, recibió un financiamiento para poder sostener la cultura y patrimonio que ahí se gestó.

Con su enseñanza, la artista demostró no solo que nunca es tarde para desarrollar el talento que le fue heredado, sino que también los amigos y la familia se pueden reunir en torno a la cultura. Por eso en un nuevo Mujeres Inolvidables, el especial semanal en donde destacamos las importantes hazañas de mujeres chilenas de la historia y el presente, visibilizamos el impacto de la cantora chilena María Esther Zamora.

“Una lleva la cueca en el alma”

María Esther Zamora nació en una casa de cueca; la folclorista es hija del músico, cantor y acordeonista, Segundo “guatón” Zamora, de quien heredó la tradición. Creció empapada del festejo que sucedía cada fin de semana en la quinta de recreo familiar ubicada en Renca, lugar donde se reunían muchas agrupaciones próceres del folclor latinoamericano, como la familia Parra.

Zamora grabó por primera vez un disco a los trece años junto a su padre y continuó cantando en los espectáculos de la quinta de recreo, siempre dedicada a los ritmos latinos de la época. “Había que cantar bien y estar segura para cantar cueca”, dijo Zamora en entrevista a T13 radio. Fue por este motivo que, pese a su linaje, retrasó el inicio en este género musical hasta que conoció al músico nacional Pepe Fuentes, quien fue su maestro en la música, su esposo, pareja de canto y compañero en la fundación de la tradicional “Casa de la cueca”.

“Yo nací con buena voz, pero mi maestro fue Pepe Fuentes. Él me enseñó muchas cosas que yo no sabía, las técnicas, la parte profesional, me las enseñó el Pepito”, señaló sobre su esposo, quien fue su principal referente y compañero. Otras artistas de la época como Carmen Ruiz, Gina de Morán y Mirta Carrasco, fueron también mujeres que inspiraron y emocionaron a la cantante.

En la década de los ’80, Zamora junto a su esposo se proponen comenzar a crear una pequeña escena de cueca en la ciudad, que pudiera convocar a distintos artistas, cantores, folcloristas y cultores. En 1983, fundaron “La casa de la cueca” o “casa del eterno 18” como también es conocida popularmente la antigua casona de Av. Matta. Este lugar funcionó como un espacio que no sólo convocó a grandes artistas de la época, también fue un lugar en el que muchas personas pudieron aprender el canto y el baile, y acercarse a mantener esta tradición hasta el presente.

De este mítico lugar, nacieron relaciones importantes para el folclor chileno y su vinculación con la cultura pop, fue ahí que el matrimonio se conoció con Álvaro Henríquez, líder de la banda rockera Los Tres, agrupación que para Zamora tiene un papel fundamental en el interés que la juventud se interese por la este género que hasta ese entonces era prácticamente ignorado popularmente.

“La cueca era para los curados, sin embargo, el Álvaro Henríquez puso la cueca en el sitial que le corresponde. Cuando un grupo rockero famoso empieza a cantar cuecas, que era algo realmente impensable, partió el boom”, comentó Zamora a T13 radio. Otros proyectos en los que participó junto al líder de los tres, fueron todas las versiones de La Yein Fonda (instancia en la que se grabaron discos) y el festival “Abril, cuecas mil” de San Bernardo. (MúsicaChilena.cl)

Sobre el baile tradicional, Zamora también tiene una opinión: “primero hay que aprender la estructura y después póngale alma y corazón”, señaló en la mencionada entrevista.

El destino actual de la casa de la cueca

Luego del estallido social y de la pandemia, el declive de las actividades culturales tocó la puerta de La casa de la cueca. Su gran amor y compañero, el folclorista Pepe Fuentes, falleció producto de un agravamiento de su estado de salud general por el encierro. Sin los medios económicos, continuar con este espacio tradicional fue muy difícil para Zamora. Fue así, que, al borde de cerrar el espacio, la Universidad Andrés Bello en conjunto con el Ministerio de las culturas, las artes y el patrimonio, entregaron un financiamiento por su aporte al patrimonio cultural. Gracias a este aporte institucional, el espacio cultural puede continuar abierto a la comunidad y sostener la enseñanza del canto, el baile y el gusto por la gastronomía casera tradicional iniciados por Pepe Fuentes y María Ester.

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