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“Mujer champurria”: entre winka y mapuche BRAGA Créditos: Pintura de Eduardo Salinas Rozas

“Mujer champurria”: entre winka y mapuche

Valentina Marín Parra
Por : Valentina Marín Parra Periodista El Mostrador Braga
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El uso de la palabra “champurria” tiene larga data dentro del pueblo mapuche. Las primeras apariciones escritas de esta expresión son de principios del siglo XX y refieren a una persona “mezclada”, entre mapuche y español, y se utilizó en principio para expresar un cierto tipo de desprecio a la persona mestiza.


Aquella mujer que no es “puramente” mapuche y tampoco “puramente” chilena. Una palabra que, a lo largo de la historia de América Latina, tiene sinónimos que se utilizan para expresar un cierto desprecio a la persona mestiza. Por un lado, la sociedad chilena que remarca los orígenes “indígenas”, y por el otro, la sociedad mapuche que remarca los orígenes “blancos”. 

“El primer momento del mestizaje es el que organiza el horizonte colonial como violencia y segregación. Su origen es la violación de las mujeres indígenas. Son ellas las que engendran a aquellas que luego no tendrán lugar en la sociedad española ni en la indígena”, ha explicado en múltiples entrevistas la socióloga boliviana, Silvia Rivera Cusicanqui.

Esta supervivencia dura, violenta, cargada de discriminación es la que se borra en la ideología oficial del mestizaje, que postula “una supuesta síntesis armoniosa, entre culturas”. 

No obstante, a juicio de Rivera la apuesta femenina por el mestizaje implica estrategias económicas y conyugales por conveniencia que permiten a las mujeres (en su mayoría madres solteras) salir adelante, a la vez que van de la mano de la violencia doméstica, al intensificarse las presiones aculturadas sobre las familias, produciendo un doble proceso de colonización, cultural y de género.

“La mayoría quisiera tener sangre extranjera porque lo extranjero es sinónimo de civilización. Prefiero ser llamada champurria porque pertenece a mi cultura, más que mestiza, que es un término del imperio. Ser champurria desde la escritura me ha permitido ver a Dios y al Diablo como dos amigos que les gusta jugar con nosotros. También mezclar lo narrativo para no abandonar la oralidad mapuche-pehuenche”, comenta la escritora mapuche champurria, Yeny Díaz Wenten.

“La palabra champurria en mi ciudad es utilizada peyorativamente por algunos, simboliza que no eres chilena, que eres ‘india’, y ser ‘india’ es ser feo, borracho y ladrón. Así crecimos algunos champurrias en ciudades como Los Ángeles”, añade.

Patricia Railaf, mujer mapuche y madre de una niña mapuche champurria, comenta que en múltiples ocasiones le han cuestionado su maternidad. 

“Al ser mi hija más blanca que yo, me han cuestionado mi maternidad preguntándome si realmente es mi hija, pues sus rasgos no son tan ‘mapuche’ (…) he sentido estos cuestionamientos de ambas partes, generalmente en forma de chistes pero que si hacen notar la diferencia”, recuerda. 

“Champurria” en la literatura 

Actualmente, existe una diversa producción poética mapuche en Chile que amplía el campo de significaciones culturales y políticas de la literatura y problematiza las fronteras culturales impuestas al mapuche.

El término es utilizado en la poesía contemporánea por mujeres mapuches que rechazan los estereotipos culturales y acogen una identidad “champurria”, mezclando múltiples saberes y significados en su extensión simbólica y no por esto, menos mapuche. Una destacada escritora de estos temas es Daniela Catrileo, mujer mapuche champurria.

En definitiva, se puede comprender el concepto “champurria” como una posición política y a su vez artística, ética y dialógica, y se relaciona con la experiencia diaspórica que ha enfrentado el pueblo mapuche desde fines del siglo XIX hasta hoy, producto de la violencia colonialista y su correlato racializador.

En esta línea, la poesía de mujeres mapuche emerge como una herramienta para emplazar los horizontes de sentidos políticos-artísticos “impuros” y de “revuelta”, y establece un discurso crítico en el cual se defiende una mirada política que descoloniza los saberes.

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