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Abre Fito, ¿quién cierra?


Yo te entiendo bien,
es como hablarle a la pared,
y te imagino dando vueltas por el vecindario,
algo tierno en estos años…

Pétalos de sal, cantado anoche por la voz «endemoniadamente angelical» de Mme. Toledo, antes que Fito Paez voceara, en estreno absoluto, "Rey sol".

Algo frío, nunca tanto, el "medioambiente", y distantes los amantes. ¿Los amantes? Todos quienes llegaron anoche al Monumental histórico, ex Caupolicán (quién lo dijera: la última vez que anduve por ahí fue, entre bombas lacrimógenas y antidictatoriales denuestos, hace… ¡exáctamente dos décadas!): "Nadie puede / vivir, vivir sin amor". (¡Nadie puede!).

Algo frío, digo, nunca tanto: pese a la bruma nocturna, las mediomentiras finas y no tanto (comenzando por las de los organizadores de la cosa, que inicialmente habían comprometido que ésta iba para hace dos semanas y sólo a última hora avisaron del cambio de fechas), pese a algunos manchones de butacas vacías aquí y acullá y pese, ibídem, a la distancia…

Arrojarse,
no pensar en arrojarse,
¡arrojarse!

Fito Paez, canción en homenaje al sol de soles, el inigualátil Charly García.

¿Lo mejor de la noche?

La parejita, ésta: La casa desaparecida (canción del album "Abre" que Fito Paez vino precisamente a presentar aquende la cordillera y con cuyo tema homónimo literalmente abrió el show: "abre el fuego si cantás / abre el mundo una vez más / abre el roce y el amor") y un temita recién compuesto en favor de la caída abrupta pero feliz de Charly García, suerte de papá bueno de Paez (lo dijo anoche, por lo demás, casi con todas sus letras), un fragmento del cual viene aquí arrojado en calidad de medioepígrafe. En cuanto a La casa desaparecida: de lo que no se puede hablar, mejor es callarse(y que hable, si puede -en «real player»-, ella, la orejacosa)

El amor después
del amor tal vez
se parezca a este rayo de sol.

¿Qué más?

La "política". Fito no sólo se dio el gusto de cantarle al sempiterno romántico latinoamericanismo mismo ("¡Latinoamérica unida, jamás será vencida!"), sino también, in situ, (se) preguntó: "¿Cuándo van a meter preso a ese hijo de puta?"

Y otrosí: habría de calarse, más de cerca -claro como el agua de un andino aguayo-, esta insistente solar propensión del rokhero de hoy, cibersideral, ¿intimante?

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