La serie se transmite los martes a las 22:30 horas
Juan Pablo Fuentealba y Julio Dantas son un matrimonio homosexual, que muestra en la serie de telerrealidad uno de los mayores conflictos que atraviesan cuando se ha superado el tema del matrimonio igualitario: la adopción de hijos en parejas del mismo sexo. Los protagonistas de la serie, si bien admiten que el programa es de calidad y que es un aporte, echan de menos que no esté generando el debate país que se pensaba, básicamente porque TVN -piensan- no se la ha jugado institucionalmente por difundir las cualidades del programa por la misma razón de siempre: el rating.
Happy Together, el docureality que muestra la vida en familia del matrimonio entre Juan Pablo Fuentealba (39) y Julio Dantas (43) está dentro de lo mejor de TVN de último periodo. Así los reconocen sus propios protagonistas, quienes celebran que tanto la productora Parox como Televisión Nacional hayan tomado la decisión y asumido el riesgo de poner en pantalla una serie que muestra «con la fuerza de la verdad» de que en Chile no existe un solo tipo de familia y que el diario vivir de las personas LGTBQ (lesbianas, gay, trans, bisex y queers) es igual al de las familias heterosexuales, con las mismas virtudes y los mismos conflictos.
¿Dónde está el problema, entonces? Para los protagonistas claramente no está ni en la calidad ni en la motivación que está detrás del programa, sino en el interés institucional de TVN de querer buscar realmente el debate nacional, como se planteó al comienzo. «No basta con hacer un buen programa y que este salga en pantalla. Si TVN busca abrir estos espacios, entonces debe haber un cambio general en cómo enfrenta las comunicaciones. Debe haber un impulso real por difundir», señala Julio, tras volver de unas breves vacaciones en Brasil, su país natal.
Happy Together, el docureality que se transmite todos los martes en horario prime en TVN, sigue la rutina de Juan Pablo y Julio, una pareja homosexual que se casó legalmente el 2013 en California, EE.UU., y que vive en un departamento en Las Condes. Ambos trabajan en la Fundación Todo Mejora, una institución creada por ellos mismos que busca prevenir el suicidio adolescente en personas LGTBQ.
Si bien en un comienzo la serie tuvo la intención de que el nudo dramático del reality estuviera en la discusión sobre el «matrimonio igualitario», la serie giró a un debate más profundo por iniciativa de los propios protagonistas. Julio cuenta que, si bien esta discusión es necesaria hoy en día en Chile, para ellos no significaba nada nuevo, puesto que, en su caso, el matrimonio era un tema ya superado. Un verdadera discusión –dice– que ayudara a generar un debate de mayor impacto era el tema de adopción de hijos en familias diversas. «Esa es una discusión importante. Y así lo vio la productora y TVN lo compartió», explica Julio, convencido de la necesidad de abrir estos espacios.
Con toda la intención en marcha, comenzaron a surgir las primeras dudas sobre hasta qué punto Televisión Nacional se la estaba jugando por este tipo de contenido. Sin acusar censura, a los protagonistas de Happy Together les llamó la atención primero la poca publicidad y luego el retiro de un beso, que formaba parte del gancho comercial del spot inicial, y que al momento de salir al aire, fue finalmente editado, sin esa parte.
Fuera de ello, la impresión tomó fuerza cuando en las redes sociales de TVN no hicieron el suficiente eco como para instalar la discusión en el país.
«Si uno va a generar un programa de calidad para generar una discusión social, ¿cuál es el apoyo comunicacional o de redes para generar esa discusión? No es sólo poner un programa al aire y estar pendiente de si da más o menos rating«, señala Dantas.
Un ejemplo de esto es la cantidad de seguidores con que cuenta la página oficial del programa en Facebook que tiene TVN y la de los propios protagonistas. Mientras la página oficial de TVN del reality tiene 1053 seguidores con todo el impacto nacional que posee, la de los protagonistas solo en unos días alcanzan casi lo mismo. «Cuando una televisión que tiene este rol de catalizar discusiones como esta y decide generar un programa, la pregunta es: ¿qué esta haciendo el canal más allá de hacer un buen programa y pasarlo en pantalla?».
Para los protagonistas, en ese punto radica el conflicto. Si se trata solo de poner un programa diferente en pantalla que dote al canal de un aspecto de pluralidad, o si la intención es contribuir realmente al debate, dar cuenta de los cambios que experimenta el mundo. «Las experiencias internacionales con este tipo de contenido indican que existe certeza de que no van a generar altas sintonías. Por ello cabe preguntarse qué es lo más importante. ¿Tener un buen programa o abrir el debate?», reflexionan.
La prueba, según los protagonistas, es que Happy Together, siendo un programa atrevido, no está logrando lo que se propuso.
Fuentes de Televisión Nacional de Chile, admiten, por su parte, que no se ha generado la discusión que ellos esperaban, principalmente porque –reconocen– «no nos ha acompañado la sintonía». Sin embargo, oficialmente el canal niega que haya bajado el interés editorial debido el rating.
«Estamos trabajando duro para reconectarnos con las audiencias, a través de una programación diferenciadora, sólida y transversal para las distintas franjas horarias», dicen.
En cuanto al poco el esfuerzo o estímulo institucional de TVN por generar en redes sociales discusiones relevantes como la adopción de hijos entre parejas del mismo sexo, el canal difiere de las críticas y afirma que «las dos series de telerrealidad que tenemos actualmente en pantalla en TVN buscan ese objetivo. No son solo productos televisivos, están al aire porque motivan la conversación entre los chilenos».
Del mismo modo y aunque los números demuestren lo contrario, desde el punto de vista de la difusión comunicacional, en el canal explican que la difusión que le han hecho es igual al de todos los programas, sin diferencias.
Finalmente, TVN desmiente rumores sobre un posible cambio de horario y disminución de capítulos. «La serie se mantendrán en horario prime, como también se mantienen los ocho programas pactados desde el comienzo».
