En la exposición Lo que tú digas, el artista Manuel Torres propone un nuevo trabajo basado en la mirada retrospectiva de su propio quehacer artístico desde su egreso de la Licenciatura en Artes. La muestra se compone de una serie de obras creadas en el último año y que abarca pinturas al óleo y acrílico sobre tela con colores fosforescentes, cuyas temáticas rescatan imágenes de su repertorio personal como citas de algunas películas; unas serie titulada Toque de queda compuesta por grabados láser que evocan el pasado en una estética inspirada en el cómic, y por último un cómic —que da nombre a la muestra— y que se lanzará oficialmente el día de la inauguración. Este comic cuenta con un texto del teórico Guillermo Machuca y fue editado por el artista bajo la Editorial Gráfica Marginal, su propio sello, medio a través del cual editaba poesía en los años 80.
Pese a ser obras de elaboración reciente, la muestra en su conjunto se puede entender como una peculiar exposición retrospectiva donde el artista repasa sarcásticamente el imaginario que ha sido su sello durante toda su vasta trayectoria artística: “El tema es el pasado y nuestra capacidad de invocarlo como una película que se proyecta sobre la tela en blanco. Entonces aparecen los símbolos del inconsciente, rostros y figuras en un espacio y un tiempo imaginarios. Nada tan definitivo, solo fragmentos de una historia sugerida, esbozada. Son apenas pautas para armar un rompecabezas, algo así como un storyboard donde los personajes son difíciles de desentrañar, herméticos, a veces medio absurdos, como un mono que razona o desvaría conceptos filosóficos”, reflexiona el artista.
Manuel Torres se formó en la Universidad de Chile y a partir de su egreso en 1987 ha desarrollado una sistemática carrera en el arte que ha tenido como hitos sus primeras obras influenciada por los movimientos de vanguardia de ese momento como la transvanguardia italiana y por la contingencia política que se vivía en Chile; en sus pinturas de fines de la década de los 80 convivían citas a pinturas clásicas, popeyes y banderas del MIR todo pintado en soportes estropeados como telas crudas , sacos sin bastidores de bordes irregulares y pintado con pintura spray. Posteriormente y por un largo periodo realizó una pintura protagonizada por el desierto y las abandonadas oficinas salitreras. A comienzos de la década de los 90 realizó varios viajes al desierto de Atacama donde recopilo objetos de diversas índoles testigos del pasado de las salitreras; utensilios domésticos, trozos de máquinas, revista, cuadernos, etc. Éste material fue utilizado también como modelo pictórico en una serie de obras donde predominaban los tonos sepia y el dibujo académico, temática que abordó durante casi una década.
En la actual exposición Manuel Torres vuelve la mirada a todo su material iconográfico, referentes proveniente de fuentes heterogéneas que retoma y manipula con una mirada ácida y cargada de humor. La obra que presenta en esta exposición esta construida en base a fragmentos de la memoria del artista; imágenes que durante su quehacer han aparecido fantasmagoricamente, en estas obras son recreadas con desparpajo y mordacidad. El título de la exposición hace referencia al carácter abierto que Manuel Torres les concede a estas obras, pero sin duda ellas apelan también a cierta memoria colectiva, especialmente el comic en donde alude sarcásticamente a su propia trayectoria en el arte tocando de paso a toda una generación formada en dictadura.
La Factoría Santa Rosa está ubicada en calle Santa Rosa 2260, segundo piso/ Hasta el 31 de enero de 2016. Entrada gratuita/ Abierto sábados, domingos y festivos, de 10:30 a 18:00 horas
