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Exilio, migración e infancia en la obra de danza “El padre de las Aves”: apuesta, riesgo y desafío CULTURA Crédito: Paulina Barrenechea

Exilio, migración e infancia en la obra de danza “El padre de las Aves”: apuesta, riesgo y desafío

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Paulina Barrenechea
Por : Paulina Barrenechea Periodista (Universidad San Sebastián), con estudios de Master of Arts, Mención en Lengua y Literatura (Universidad de las Américas-Puebla, México), Doctorado en Literatura Latinoamericana (Universidad de Concepción) y diplomado en “Museos y Museografía. Nuevos enfoques para la educación” (Universidad de Santiago IDEA).
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Co dirigida por la docente y coreógrafa Sandra Vargas y el actor y director Álvaro Sáez, “El padre de las aves” une en escena a los intérpretes en danza Francisco Carvajal, Maiza Czischke y Camilo Morales. La obra cuenta con la dramaturgia de María Fernanda Carrasco (Teatro de Ocasión), el enfoque metodológico de la socióloga Victoria Uribe y un despliegue lumínico y audiovisual que vuelven este montaje un gesto contemporáneo y un viaje hacia las experiencias de migración y la diferencia. Se estrena este miércoles en el Teatro Biobío de Concepción.


Una serie de audaces decisiones creativas gestan y marcan la obra de danza contemporánea “El Padre de las Aves”. La pieza, pensada para la familia y, especialmente, para las infancias, es un trabajo de la dupla de artes escénicas de la región del Biobío “Cuerpo Imaginario” y “Teatro El Rostro”, y se estrena este miércoles a las 19:30 horas en el Teatro Biobío de Concepción.

El largo proceso creativo inició en plena pandemia, y luego de casi dos años de ensayos e instancias mediadoras, finalmente llega a su etapa culmine, pero que, para este proyecto, por su naturaleza, es el inicio de una experiencia transformadora en su forma de acercarse a las infancias.

Co dirigida por la docente y coreógrafa Sandra Vargas y el actor y director Álvaro Sáez, “El padre de las aves” une en escena a los intérpretes en danza Francisco Carvajal, Maiza Czischke y Camilo Morales. La obra cuenta con la dramaturgia de María Fernanda Carrasco (Teatro de Ocasión), el enfoque metodológico de la socióloga Victoria Uribe y un despliegue lumínico y audiovisual que vuelven este montaje un gesto contemporáneo y un viaje hacia las experiencias de migración y la diferencia.

Crédito: La Medicina / agencia

Adaptación

Basada en la novela de Ester Abuter Ananías, “Camino. Una historia de Migración”, la obra de danza, que tendrá seis fechas de estreno a fines de marzo e inicios de abril, primero pasó por una adaptación para radio teatro para primera infancia.

Luego, bajo la mirada de Álvaro Sáez y la dirección de Sandra Vargas, se transformó en una apuesta coreográfica que adquiere vida gracias a la co producción del Teatro Biobío y el Fondo de Artes Escénicas del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.

El desafío que plantea dialogar con las infancias, a partir de las artes escénicas, para el equipo que gesta “El Padre de las Aves”, supone una mirada política y un riesgo. Un modo de hacer particular, un sello y un aprendizaje. Los aportes de las ciencias sociales, a través de las estrategias participativas, fueron claves en este proyecto, que integró un proceso de mediación con niños y niñas de la escuela Enrique Soro, de la comuna de San Pedro de Paz.

Crédito: La Medicina / agencia

Metodologías para la creación escénica

La aproximación metodológica, en esta obra, es un elemento que le marcó.

“Llevo hartos años muy involucrado en el cruce de las ciencias sociales con las artes, desde las metodologías participativas, que ha sido súper importante para el desarrollo de nuestro trabajo. Nuestro deseo fue hacer un símil entre la metodología que ocupamos para la mediación, sacarla de ahí y ocuparla en la creación de la obra. La mediación se ha dado durante el proceso mismo de creación, no después” explica Álvaro Sáez.

Y enfatiza en que tanto el concepto de territorio como migración están pensados no solamente a nivel geográfico, sino que, también, a nivel personal.

Álvaro Sáez y Sandra Vargas. Crédito: Paulina Barrenechea

Exilio

Las vivencias del elenco como personas migrantes o afectadas por la situación del exilio, por ejemplo, se cruzan con los relatos dramatúrgicos de “El Padre de las Aves” develando una toma de posición política que unió y generó diálogos comunes durante el proceso de creación.

Victoria Uribe, socióloga e investigadora enlazada al proyecto desde sus inicios, comenta que “este proceso toma ciertos elementos de la sociología para hablar, en este caso, de la migración”.

“Hemos ido trabajando en diversas técnicas participativas que tienen que ver con no solo hablar desde un yo investigador/a, o desde un otro, sino, que desde el construir entre todos. El conocimiento colectivo es un valor, porque nos damos cuenta, en la construcción de la obra, cómo cada una de las ideas y experiencias que han ido surgiendo se ven reflejadas en la creación final”, señala.

De esas instancias de mediación con niños y niñas surge, además, una visión particular en torno a las infancias, consideradas más como sujetos de consumo que como sujetos de derecho.

“Son ciudadanos/as y no hay que buscar cosas para entretenerles porque los niños y niñas ya están reflexionando sobre su entorno. Esta obra, por eso, desea proteger esa visión de la infancia que es el momento en el que vamos a definir nuestra forma de sentir, ser y mirar el mundo. Es el lugar donde pienso que, ideológicamente, como artistas, debiésemos poner nuestro principal énfasis”, explica Álvaro sobre los aprendizajes y evidencias de esta creación en danza.

Crédito: Paulina Barrenechea

Universos creativos

Para Sandra Vargas, docente, coreógrafa y directora de la compañía de danza contemporánea “Cuerpo Imaginario”, involucrarse en este proyecto le permitió seguir investigando en aquellos lenguajes que forman parte de su práctica, pero también explorar universos creativos nuevos vinculados al teatro.

“Yo vengo transitando por el diálogo multimedial y los últimos siete años vengo trabajando desde el taichi, entonces, tomo ciertos principios de movimiento, desde esos lugares para abordar esta exploración. Pero este proyecto me invita a investigar algo que no había hecho nunca y que tiene que ver más con lo narrativo y empezar a preguntarnos por cómo el cuerpo baila lo que escribe un otro”, dice.

“Preguntarse por la traducción y qué tiene que hacer el cuerpo en relación a una historia, fue para mí uno de los desafíos y algo bien potente. Cómo queremos contar corporalmente esta historia, sin caer en lo figurativo, ir dando los espacios para que ocurra esa magia y que los niños y niñas sientan que se puede tomar esa conciencia de experimentar la vivencia de un otro”, comenta.

Pensado como un viaje y una experiencia sensorial, el montaje arriesga con una visualidad monocromática y un trabajo de mapping dinámico en escena.

“Tenemos que ser desafiantes para todas y para todos. Por ejemplo, al regalarle un juguete a un niño, es la caja la que se convierte en algo mucho más importante, porque plantea un desafío, porque cada vez que yo vuelvo a ella se transforma en algo distinto. El juguete, en cambio, viene predeterminado y tiene una función súper específica. Nosotros decidimos ser la caja y así son pensados todos los elementos articulados a la escena, la música, las visuales, los cuerpos, las narrativas”, comenta Álvaro a modo de invitación a estar atentas a las redes del proyecto @elpadredelasaves y acercarse a la obra en sus funciones de estreno y circulación.

“El padre de las Aves” tendrá estreno en Teatro Biobío, este 22, 23, 24, 30, 31 de marzo, a las 19:30 horas y el 1 de abril, a las 17:00, en sala de cámara.

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