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Complejo Conejo: Recuerda que morirás CULTURA|OPINIÓN Crédito: Andrés Valenzuela

Complejo Conejo: Recuerda que morirás

Ricardo Rojas Behm
Por : Ricardo Rojas Behm Escritor y crítico, ha publicado “Análisis preliminar”, “Huevo de medusa”, “Color sanguíneo”, además de estar publicado en diversas antologías en Chile y el extranjero.
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Reflexiva instancia que puede sonar disparatada, pero va en busca de la experimentación en torno a la fugacidad o muerte de la disciplina y en paralelo, cuestiona la perpetuidad de la figura del maestro y su efigie monolítica girando tangencialmente en torno al cliché, y este forzoso acto de conservación, tanto de lo que representa el personaje con sus conocimientos y prácticas, como el conjunto de elementos que marcan una vasta trayectoria.


Entre el 8 y el 18 de junio el colectivo de performance en espacios públicos, Complejo Conejo, presentó Memento Mori: animitas del diseño escénico chileno en la XV Cuadrienal de Diseño y Espacio Escénico de Praga (República Checa), en la categoría Exhibición de Países y Regiones. Este proyecto fue seleccionado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio en mayo de 2022 y lidera la delegación chilena.

Memento Mori es una puesta en escena donde el Complejo Conejo (Pedro Gramegna Ardiles, John Álvarez Esparza, Daniela Leiva Destefani, Josefina Cerda Puga y Raúl Riquelme Hernández), donde en un acto performativo, matan simbólicamente a veinte diseñadores escénicos nacionales: Guillermo “Willy” Ganga, Herbert Jonckers, María Kluczynska, Germán Droghetti, Guillermo Núñez, Patricio Pérez Marín, Verónica Navarro, Sergio Contreras, Catalina Devia, Elizabeth Pérez, Daniel Palma, Tamara Figueroa, Camilx Saavedra, Eduardo Jiménez, Rocío Hernández, Maite Lobos, Carolina Sandoval, Estefanía Larraín, Carolina Rozas y Laura Gandarillas, construyéndoles una animita a cada uno, creando un pequeño Pabellón Mortuorio desplegado en un stand conformado por una glorieta donde se ubican las veinte animitas.

Reflexiva instancia que puede sonar disparatada, pero va en busca de la experimentación en torno a la fugacidad o muerte de la disciplina y en paralelo, cuestiona la perpetuidad de la figura del maestro y su efigie monolítica girando tangencialmente en torno al cliché, y este forzoso acto de conservación, tanto de lo que representa el personaje con sus conocimientos y prácticas, como el conjunto de elementos que marcan una vasta trayectoria.

Algo que en este performático hecho evocativo y acto ritual representado mediante esta manifestación popular, adquiere una dimensión muy distinta tal como lo destaca Pedro Gramegna Ardiles, director del Colectivo.

“Las animitas que diseñamos funcionan como contenedoras de las esencias de cada uno de los maestros que simbólicamente matamos. Son parte fundamental de esta exhibición, la que además será en parte construida por los visitantes que participen de la performance: una vez al día, invitaremos a la gente a morir junto a nuestros maestros, contribuyendo con su participación en la construcción colectiva de esta gran animita”.

Muerte o veneración. Dos directrices que se confrontan, pero que de por sí son parte significativa de un objeto de culto (animita) cuyo rol es muy especial, ya que se instala usualmente en la vía pública, en una suerte de santuario popular, que en cierto modo concuerda con esta acción performática marcada por la idea retrotraer la obra de cada uno de estos veinte maestros en un homenaje, pero sin la fastuosidad que eso conlleva, sino situándolos como un mortal más de este Memento Mori.

Por cierto, todo este ejercicio de revisión hace referencia a la trayectoria de El colectivo Complejo Conejo que tras conformarse el 2011 y ha participado en diversas instancias nacionales e internacionales. Entre ellas se destacan: ¡PECES CAMINANDO! (PQ2019 y en Chile durante 2019-2022); Conexiones Blandas (PQ2019), Capuchas Gratis: por el derecho al anonimato (Critical Costume 2020, Noruega); TRANSandinos (Gira por El Cairo, Egipto 2017 y Chile 2016-2018); Proyecto Selk' nam (PQ2015 y Chile 2015-2016; Exterminados como ratones (Encuentro eXcentrico del Instituto Hemisférico 2016, Chile 2015-2018).

Volviendo a Memento Mori, la “personificación” en la animita le otorga quizás sin quererlo un carácter sublime, pero desde una perspectiva terrenal, con lo que se instala la idea de similitud o acercamiento entre el maestro y el individuo común, que no es sino otro, que él resucitado y muerto a la vez, en un encuentro aleatorio que además se completa con la participación activa de cada visitante, con quien parecen intercambiar roles en un eterno bucle o dictum latino llamado Memento mori que significa “recuerda que morirás”, y que remarca esa efímera condición en que se vive, de la cual nadie está libre, con lo que implícitamente nos hacer valorar la vida y la obra de quienes conscientes de esa fugacidad, intentan dejar un legado. Porque como Epicuro afirmaba: “Cuando la muerte llega nosotros ya no estamos”.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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