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Higiene del sueño: cómo evitar efectos negativos del cambio de hora en el trabajo DATOS ÚTILES

Higiene del sueño: cómo evitar efectos negativos del cambio de hora en el trabajo

El ISL, en su papel de administrador público del seguro social contra riesgos laborales, destaca que este cambio horario puede aumentar la frecuencia de accidentes en el trabajo, lo que a su vez impacta negativamente en la productividad. Por lo tanto, su departamento de salud en el trabajo ofrece recomendaciones para fomentar una adecuada “higiene del sueño” entre los trabajadores.


La “higiene del sueño” en las y los trabajadores es clave en las medidas preventivas que el Instituto de Seguridad Laboral (ISL) promueve para disminuir los efectos negativos que produce en el organismo el cambio de hora realizado con el argumento de aprovechar mejor la luz que se anuncia con la primavera.

Todas las acciones que favorecen un adecuado descanso de las y los trabajadores, son parte de las medidas de la llamada “higiene del sueño”, para así prevenir molestias como el insomnio, cambios en el estado de ánimo, irritabilidad, dolor de cabeza, disminución del apetito, dificultad para la atención y concentración, dolor abdominal y náuseas, entre otros.

El ISL, en su rol de administrador público del Seguro Social contra riesgos de Accidentes y Enfermedades Profesionales, como parte de sus prestaciones preventivas, detalló que entre los efectos que este cambio puede generar destaca la tendencia al aumento del número de accidentes laborales, lo que, a su vez, puede afectar la productividad.

Por lo anterior, desde el Departamento de Salud en el Trabajo del ISL entregaron las siguientes recomendaciones para favorecer una buena “higiene del sueño”:

  • Tener una rutina de descanso, con respeto de los horarios de dormir y despertar, incluyendo los fines de semana y feriados.
  • Favorecer un ambiente de descanso, el cual debe ser tranquilo, de temperatura agradable, privilegiando la oscuridad y sin elementos distractores del reposo como pantallas luminosas, música, lectura, etc.
  • Evitar las comidas copiosas o muy condimentadas previo a acostarse.
  • Evitar durante el día el uso de sustancias estimulantes, tales como té, café, bebidas energéticas, nicotina, cacao, alcohol, entre otras; principalmente al atardecer o la noche.
  • Evitar el ejercicio físico intenso en las horas próximas a dormir.
  • Uso de inductores del sueño siempre con indicación médica.

Los profesionales del ISL, explicaron que hay que tener en consideración que “el organismo está diseñado para adaptarse a las condiciones del ambiente, por lo que, con el paso de los días, el cuerpo se ajustará a la nueva rutina horaria”.

No obstante, advirtieron que en caso de presentar síntomas que afecten la calidad de vida, “es recomendable acudir con un médico quien orientará si es necesario complementar con alguna medida farmacológica y no es recomendable la automedicación”.

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