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Presidente del Tribunal Constitucional intenta bajar la tensión con la Corte Suprema y aclara: «No tengo ningún pacto con el Ejército» PAÍS

Presidente del Tribunal Constitucional intenta bajar la tensión con la Corte Suprema y aclara: «No tengo ningún pacto con el Ejército»

Iván Aróstica defendió la decisión de paralizar la causa contra el ex comandante en jefe Humberto Oviedo, procesado por malversación de fondos públicos por más de 4.500 millones de pesos, y dijo que los integrantes del organismo no hicieron nada incorrecto. El abogado rechazó además las «insólitas» suspicacias por su pasado en Capredena y subrayó no tener dudas de que la jueza Romy Rutherford «se ha ajustado a la ley» en el caso. Y, consultado por alguna autocrítica respecto de la lentitud del tribunal que preside para resolver estos recursos, Aróstica asegura que «están tratando», con el compromiso de todos los ministros del organismo, «de apurar la redacción de los fallos».


Los cuestionamientos no tardaron en llegar luego que el Tribunal Constitucional (TC) decretara la suspensión del proceso de investigación que lleva a cabo la ministra en visita de la Corte Marcial, Romy Rutherford -en la arista del fraude en el Ejército- en contra del ex comandante Humberto Oviedo.

Las críticas apuntan al organismo y a su presidente, Iván Aróstica, quien defendió la decisión de paralizar la causa y negó tener cualquier tipo de «pacto» con el Ejército.

«Insólito», dijo Aróstica en entrevista con La Tercera frente a los cuestionamientos. «Hemos llegado a niveles que me parecen totalmente extraños. Yo no tengo ningún pacto con el Ejército», aseguró el abogado.

El presidente del TC se refirió a quienes apuntaron a su pasado en Capredena y descartó tajantemente la relación.

«Me han sacado en cara que fui fiscal de la Caja de la Defensa en 1996, lo que en realidad era un organismo civil, no del Ejército. Y además no salí bien de esa repartición, me echaron; así alguien podría decir también que yo tengo animadversión contra la institución», declaró.

«Soy muy claro en decir que no hay ningún pacto», reiteró Aróstica, argumentando que «los ministros que suscribimos la suspensión no estamos incurriendo en nada incorrecto, hemos sido consecuentes con todos nuestros fallos, independientemente de que el involucrado sea Pedro, Juan y Diego».

El apuro de la Corte Suprema

La tensión aumentó luego que desde la Corte Suprema reconocieran que la atribución del TC para suspender procedimientos puede producir “retardos” considerables en las causas. Recordemos que la causa de Oviedo ya acumula más de seis meses y recién ahora se está empezando a ver el fondo en el pleno.

Consultado por alguna autocrítica respecto de la lentitud del TC para resolver estos recursos, Aróstica asegura que «están tratando», con el compromiso de todos los ministros del organismo, «de apurar la redacción de los fallos».

«Eso es una cuestión interna que a veces demora demasiado, según nuestros propios criterios. Esa es la autocrítica, algo que hay que asumir y corregir», agregó.

Finalmente, sobre si la Corte Suprema llegara a pedir agilizar de alguna forma las causas, Aróstica comentó que «si la Corte Suprema tuviera a bien, en vez de decirme que nos demoramos mucho en general, nos planteara cuáles son esas causas, para que nosotros apuráramos su redacción. Porque lo hemos hecho y han salido muy rápido», señaló.

«Se ha hecho a través de oficios de la Tercera Sala. Nosotros no podemos exigirle a la Corte Suprema que nos explique por qué tiene prioridad una causa versus otra; esa es una decisión de ellos y nosotros la respetamos. Basta que nos digan cuáles son las que están entrabadas y acá les damos preferencia. Ahora, los tiempos de admisión a trámite están regulados por ley. Esos yo no los puedo cortar», concluyó.

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