Ha habido una baja calidad de la discusión pública, una que tenemos que soportar los ciudadanos, donde constantemente se está faltando el respeto a la inteligencia humana y pretendiendo ocultar, con soberbia, una inopia que ya es insoportable. En este segundo debate por un posible nuevo retiro de otro 10% de los fondos de las AFP, se está siguiendo el mismo camino, con verdades parciales, sin capacidad de colocar fundamentos consecuentes con la crisis que enfrentamos y, ante todo, abandonando el principio fundamental de la economía: el bien común.
Según informa la Superintendencia de Pensiones, al 30 de septiembre las AFP habrían entregado un total de 16 mil millones de dólares repartidos en 9.756.516 afiliados a través del denominado “retiro del 10%”, aproximadamente un 5,3% del PIB (anual) del país. Previo a este proceso, surgieron férreos opositores con voces altisonantes cayendo en la desesperación, con todo tipo argumentos, de los cuales, a modo de ejemplo, citaré dos de los más destacados, por su inopia y notable desconocimiento de la realidad.
1. Que los fondos de pensión de los afiliados caerían dramáticamente, afectando el monto acumulado, como consecuencia de los rescates de dineros que las AFP tendrían que hacer desde sus inversiones, en un breve período.
En la columna del 20 de julio del 2020, en este mismo medio, señalé que los afectos serían bastante acotados en un plazo no mayor a 30 días, donde el dólar podría caer hasta 740 pesos, sin llegar a afectar a los exportadores, como también el valor de las cuotas de los fondos de pensión podrían bajar un 5% máximo, lo cual se recuperaría en 90 días como máximo. Así fue, el dólar tuvo su valor más bajo el 31 de julio, alcanzando los 757 pesos, regresando a 790 pesos en 8 días, como también los valores de cuotas de los fondos de pensión disminuyeron máximo 4,0% con fecha 31 de julio, ya iniciados los rescates.
[cita tipo=»destaque»]Este argumento podríamos calificarlo como “desafortunado”, porque aparte de ser una falta de respeto a los chilenos que luchan por salir de esta crisis, reflejaba total desconocimiento de datos, fáciles de encontrar con cualquier buscador en internet y realizar cuatro operaciones básicas de las matemáticas. Sí, porque el valor de importación total de estos aparatos durante el año 2019 no superaba el 3,0% del monto total retirado desde la AFP y, de haberse vendido todos, la inflación en estos ítems sería muy alta. Muy por el contrario, la inflación de todos los artículos para el hogar y electrodomésticos, que involucra varios productos, subió solo 0,3% en agosto y 1,0% en septiembre, donde la mayor alza la tuvieron los refrigeradores, con 6,4%, equipos que se usan para conservar los alimentos y no para entretenerse.[/cita]
¿Se necesitaba una “bola de cristal” para anticipar que el retiro de fondos no sería el desastre que los agoreros del apocalipsis pretendían transmitir? No, claro que no. Bastaba con saber lo básico del análisis técnico de mercado de valores, leer un poco la prensa internacional e informarse dónde estaba colocada la cartera de inversiones de las AFP, lo cual se publica mensualmente en el sitio web de la Superintendencia de Pensiones.
Era obvio, porque desde noviembre pasado el mercado del dólar había generado fuertes resistencias a la baja en valores próximos a 750 pesos, con un mínimo de 746,3 pesos el 26 de diciembre de 2019. Además, el informe de la Superintendencia de Pensiones sobre la cartera de inversiones de la AFP, indicaba que solo el 5,3% de los fondos estaba invertido en acciones de empresas chilenas y un 29% en renta variable en el extranjero –fondos mutuos y otros fondos de inversión–, donde por la magnitud de esos mercados no sería posible influir significativamente en el valor de las cuotas. El resto estaba invertido en renta fija en Chile o en el extranjero. Solo se requería estudiar un poco y luego emitir opiniones informadas.
2. Que los afiliados se gastarían el dinero en suntuarios, como por ejemplo televisores.
Este argumento podríamos calificarlo como “desafortunado”, porque aparte de ser una falta de respeto a los chilenos que luchan por salir de esta crisis, reflejaba total desconocimiento de datos, fáciles de encontrar con cualquier buscador en internet y realizar cuatro operaciones básicas de las matemáticas. Sí, porque el valor de importación total de estos aparatos durante el año 2019 no superaba el 3,0% del monto total retirado desde la AFP y, de haberse vendido todos, la inflación en estos ítems sería muy alta. Muy por el contrario, la inflación de todos los artículos para el hogar y electrodomésticos, que involucra varios productos, subió solo 0,3% en agosto y 1,0% en septiembre, donde la mayor alza la tuvieron los refrigeradores, con 6,4%, equipos que se usan para conservar los alimentos y no para entretenerse.
Podría agregar otros ejemplos, pero creo que estos dos son suficientes para mostrar la baja calidad de la discusión pública que tenemos que soportar los ciudadanos, donde constantemente se está faltando el respeto a la inteligencia humana y pretendiendo ocultar, con soberbia, una inopia que ya es insoportable. En este segundo debate, con motivo de un nuevo retiro, se está siguiendo el mismo camino, con verdades parciales sin capacidad de colocar fundamentos consecuentes con la crisis que enfrentamos y, ante todo, abandonando el principio fundamental de la economía: el bien común.