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Propuesta de Nueva Constitución
No todo tiempo pasado fue malo: Ricardo Lagos envía carta a la Convención en donde destaca avances durante los «30 años» NUEVA CONSTITUCIÓN Crédito: Agencia UNO

No todo tiempo pasado fue malo: Ricardo Lagos envía carta a la Convención en donde destaca avances durante los «30 años»

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En la carta de 8 páginas, Lagos y Enrique Paris Horvitz (su exjefe de gabinete) intentan ponerle cifras a la discusión constitucional, esto para que el Pleno de la Convención no se deje llevar por una mirada negativa del desarrollo de Chile durante la democracia. En definitiva –según se desprende de los párrafos–, es para que el órgano constituyente haga los cambios necesarios en el país, pero que no arrase con todo. «Sin duda las actas emanadas de esa Convención Constituyente serán un documento histórico de gran importancia y por ello quisiera que este texto sirva como la exposición de algunos de los actores involucrados en las decisiones de la época», señala la misiva. Posteriormente, a lo largo del documento, Lagos y su exjefe de gabinete realizan un repaso de los logros en materia económica y social que se vivieron a lo largo de su periodo de gobierno y de otros, como el de Eduardo Frei Ruiz-Tagle y Michelle Bachelet, en donde dan «una mirada, de luces y sombras, de la economía en Chile desde la recuperación de la democracia (1990-2022)».


«Hemos seguido con atención los importantes e interesantes debates que tienen lugar en la Convención Constituyente. En algunas ocasiones hemos tomado conocimiento que atañen al período presidencial que me tocó presidir y junto con mi colaborador Enrique Paris queremos hacerles llegar este texto que podría enriquecer el debate». Así parte el texto que el ex Presidente Ricardo Lagos le hizo llegar a la Convención Constitucional, en donde explica su punto de vista en relación con los cuestionamientos que se han realizado al interior del órgano constituyente a los gobiernos de la transición.

En la carta de 8 páginas, Lagos y Enrique Paris Horvitz (su exjefe de gabinete) intentan ponerle cifras a la discusión constitucional, esto para que el Pleno de la Convención no se deje llevar por una mirada negativa del desarrollo de Chile durante la democracia. En definitiva –según se desprende de los párrafos–, es para que la Convención haga los cambios necesarios en el país, pero que no arrase con todo.

«Sin duda las actas emanadas de esa Convención Constituyente serán un documento histórico de gran importancia y por ello quisiera que este texto sirva como la exposición de algunos de los actores involucrados en las decisiones de la época», agregan en la misiva.

Posteriormente, a lo largo del documento, Lagos y Paris realizan un repaso de los logros en materia económica y social que se vivieron a lo largo de su periodo de gobierno y de otros, como el de Eduardo Frei Ruiz-Tagle y Michelle Bachelet, en donde dan «una mirada, de luces y sombras, de la economía en Chile desde la recuperación de la democracia (1990-2022)».

«Al retomar el camino democrático, Chile se hizo cargo de una dura herencia en materia de bienestar social legado por el largo período dictatorial. La pobreza de ingresos afectaba a cerca del 40% de los hogares (con las metodologías actuales, la pobreza llegaba entonces a niveles dramáticos cercanos al 70% de la población), alcanzaba los mayores niveles de desigualdad de los que se tenga registro y el ingreso per cápita era de 9.592 dólares a precios de 2017 ajustados por paridad de poder de compra, bastante menor al ingreso promedio de los países de América Latina. Ello había generado una profunda fractura social y económica que fue sin duda el mayor desafío de la reconstrucción democrática», dicen.

«Hoy después de 32 años de democracia la situación es muy diferente, Chile está en la gran mayoría de los indicadores de bienestar social a la cabeza de América Latina y se ha transformado a nivel mundial en uno de los países que ha tenido un ritmo de avance más rápido de desarrollo socioeconómico, disminuyendo la pobreza a una octava parte de lo que era en 1990, con un crecimiento económico un punto porcentual superior en promedio anual al de la economía mundial y un ingreso real per cápita creciendo tres veces más rápido que la media de los países de Latinoamérica», añaden.

«Nos encontramos como un grupo de andinistas que llega desde el campamento base a un campamento más alto, con dificultades nuevas, pero más cerca de la cima. El mundo se ha vuelto más complejo y globalizado y nos plantea otras urgencias, las de una sociedad cuyos miembros son más exigente en el ejercicio de sus derechos y las generaciones nacidas en democracia buscan expandirla a nuevas esferas de la vida social. Lo avanzado en las últimas décadas no tiene, como siempre sucede en la historia, una mirada ecuánime y valorativa de quienes están hoy mejor que antes, eso se da por adquirido, la mirada es más bien crítica y se dirige hacia lo que aún no se ha conseguido y la percepción subjetiva del bienestar es menor a las cifras objetivas del desarrollo social», ahondan.

Del mismo modo,  señalan que «los buenos indicadores socioeconómicos esconden sin embargo una realidad que remece las conciencias y constriñe nuestras aspiraciones de alcanzar el desarrollo, porque en Chile la mayoría de estos avances no se distribuyen con justicia».

«La desigualdad ha sido uno de los rasgos distintivos de Chile y América Latina a lo largo de su historia a partir del período colonial, pese a los avances lentos pero persistentes de las últimas décadas continúa siendo un lastre del cual el país no parece poder desprenderse», destaca la carta.

Del mismo modo, se subraya que «en 30 años, Chile progresó y fuimos capaces de crear bases sólidas que permiten avanzar al desarrollo. Sin embargo es preciso reconocer que la fuerza propulsiva de los primeros 18 años se debilitó paulatinamente en los años posteriores haciendo más lentos los avances y generando un choque con las expectativas ciudadanas».

Finalmente, Ricardo Lagos y Enrique Paris indican que «el desarrollo, como siempre lo hemos dicho, no se limita al crecimiento económico; es también la suma de políticas que reducen la pobreza y la desigualdad y que promueven una convivencia democrática respetuosa de las libertades y el pluralismo».

Lea la carta completa a continuación.

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