En conversación con El Mostrador, el exembajador y consejero del Centro de Estudios Internacionales UC, Pablo Cabrera Gaete, abordó y analizó el primer discurso del Presidente Gabriel Boric en la Asamblea General de la ONU. «Hay que mirarlo desde diferentes puntos de vista, porque los que esperaban un macizo discurso de política exterior salieron defraudados», indicó. Sin embargo, Cabrera destacó que el Mandatario haya realizado un buen resumen de los últimos años en Chile y añadió que le dejó «mucha tarea al Gobierno y a la Cancillería, porque enunció grandes temas que concitan la atención de los chilenos y que pueden ser prioridades, pero que todavía no están bien implementados». Precisamente, sobre la Cancillería, Cabrera también se refirió a los errores que ha protagonizado en el último tiempo, como la polémica con Israel y los dichos del embajador de Chile en España, Javier Velasco. «(A la Cancillería) le ha hecho falta un reseteo y una reflexión sobre la capacidad de infraestructura que tiene. No estoy hablando sobre estructura física, también estoy hablando de infraestructura financiera y de los organismos que están relacionados con la Cancillería, y tienen que hacer un razonamiento importante sobre eso», dijo, agregando que es clave analizar «los recursos humanos, la persona, cuál es la idoneidad de las personas para ocupar cada cargo», al tiempo que se «tiene que unificar un mensaje y ese mensaje tiene que llevar un mensaje nacional, de identidad nacional y de prioridad». Dentro de las tareas a futuro del Ministerio de Relaciones Exteriores, Cabrera dice que tiene que adaptarse al siglo XXI, ya que el anterior se cierra con la muerte de la reina Isabel II y otros sucesos internacionales. El cambio climático, la crisis alimentaria, la sequía, la pandemia, la crisis energética, el tema de las dependencia en las cadenas de valor, son –a su juicio– algunos de los aspectos claves para tratar a corto plazo. «Todos estos desafíos nos están mostrando que los temas políticos, los temas económicos y los temas geoestratégicos se tienen que tratar juntos y requieren un tratamiento porque el mapa geopolítico cambió. Hay un tema ahí que se entrelaza con las decisiones y con los desafíos estratégicos, los desafíos económicos y los desafíos políticos que se expresaron en el discurso», señaló. Además, pidió actuar con una «política exterior muy potente», para poder insertarnos «en la dinámica globalizadora con la ciencia y la tecnología», y para ser líderes en derechos humanos y democracia, los que deben ser ejes «centrales, básicos y neurálgicos de nuestra política exterior».
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