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El maltrato a la niñez no debe dejar de sorprendernos Opinión

El maltrato a la niñez no debe dejar de sorprendernos

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Valentina Correa
Por : Valentina Correa Directora Ejecutiva de Fundación Para la Confianza.
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Pareciera que los problemas históricos que arrastra el Estado como garante principal del cuidado de la niñez ya no nos sorprenden, porque la violencia se ha instaurado como una conducta natural en quienes ya han sido vulnerados anteriormente. Tendemos a hacer la comparación entre Mejor Niñez y el sistema carcelario, generando el estigma de que todos y todas son posibles “delincuentes” y ya no tienen esperanza.


“En calidad de comatosos o como zombies”. Así describió Patricia Muñoz el estado de algunos jóvenes que se encontraban en centros de privación de libertad de Mejor Niñez luego de una de sus visitas. Tras las declaraciones de la defensora de la Niñez sobre la salud mental de niños y niñas en residencias, como Fundación Para la Confianza queremos agregar algunos datos sobre un problema que se arrastra hace años.

Según los datos de nuestro Informe anual 2022 sobre la situación del área de protección de derechos del Sename, durante 2020, del total de adolescentes y jóvenes que recibieron atención en programas del Área de Justicia Juvenil, el 99,6% no presentó algún diagnóstico psiquiátrico. Esto, ya dos años antes de que Muñoz diera esta declaración respecto al estado crítico en que se encontraban niñas, niños y adolescentes bajo la tutela del Estado.

Por otra parte, durante el primer semestre del mismo año, según nuestro Informe anual, de las 42 muertes de niñas, niños y adolescentes que estaban dentro de programas de protección, en el 50% de ellas no se pudo determinar la causa de su fallecimiento.

¿Qué pasa con estos datos invisibles? ¿Por qué no existe un diagnóstico o se desconoce el motivo de la muerte de niños y niñas que están en un servicio que tiene como mandato proteger la vida de la niñez en nuestro país?

Pareciera que los problemas históricos que arrastra el Estado como garante principal del cuidado de la niñez ya no nos sorprenden, porque la violencia se ha instaurado como una conducta natural en quienes ya han sido vulnerados anteriormente. Tendemos a hacer la comparación entre Mejor Niñez y el sistema carcelario, generando el estigma de que todos y todas son posibles “delincuentes” y ya no tienen esperanza.

El maltrato a la niñez no puede dejar de indignarnos. En pleno proceso de cambios institucionales y de nuevas formas de entender a la niñez, debemos preguntarnos cómo será el futuro de las niñas, niños y adolescentes del antiguo Servicio Nacional de Menores. Si bien no lo sabemos, como Fundación Para la Confianza tenemos la claridad de que la intervención oportuna y eficaz hará que los niños y niñas puedan contar con entornos amigables y bien tratantes, que les aseguren una vida libre de violencias que les permita decidir frente a su futuro.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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