Al caer por la cuenta mínima ante Montevideo Wanderers en la capital uruguaya, el conjunto tricolor vio mermadas sus opciones de avanzar en la Copa Libertadores. De todos modos, el Grupo 5 mantiene el suspenso.
Un gol cuando promediaba el primer tiempo definió el duelo de los dos equipos que intentan acompañar a Boca Juniors -gran favorito- en los octavos de final de la Copa Libertadores. Un derechazo potente y rasante de Matías Santos definió anticipadamente una brega intensa, en la que Montevideo Wanderers fue muy superior en el primer lapso y muy asediado en los minutos finales.
Tal como hiciera ante Nacional en la fase clasificatoria, Palestino mostró en el Gran Parque Central un fútbol armónico, de buen corte técnico, pero sin peso ofensivo. Si esa vez logró igualar con justicia, esta vez no tuvo muchas ocasiones para rescatar el punto. La obtención de los tres era y fue una quimera.
Desde el minuto inicial Wanderers Montevideo mostró supremacía en aspectos importantes del juego: mejor contextura, lo que le permitía ganar con relativa comodidad las pelotas divididas; mayores recursos en el aspecto creativo, aspecto en el que cuadro chileno estuvo muy limitado, y más individualidades para desequilibrar en zonas pobladas. Pero el aspecto decisivo y determinante en este encuentro fue la rapidez de mente y la velocidad de piernas del equipo uruguayo.
Alex Silva, Santiago Martínez y Joaquín Berges fueron gestores de innumerables cargas profundas. Y Leandro Reimúndez fue un velocista imparable, mientras le aguantó el físico, para la defensa tricolor. Al revés, en el cuadro chileno faltaron las ideas y sus atacantes nunca desequilibraron por velocidad.
Esas características, tan notorias en el primer tiempo, no fueron tan acentuadas en el segundo. La variación en el esquema defensivo, el cansancio de Reymúndez y el poblamiento del mediocampo hicieron que el juego se desarrollara en zonas intermedias. Sin llegar mucho al arco del solvente Leonardo Burián, Palestino al menos tomó el control del juego y puso en apuros un par de veces al guardameta uruguayo, sobre todo después del ingreso de César Valenzuela y Marcos Riquelme.
Los últimos 15 minutos se jugaron caso exclusivamente en campo albinegro. Para soportar el asedio, el cuadro tricolor formó una línea de cinco defensores, ayudados por dos volantes de contención, y tuvo éxito.
Con este resultado, Palestino quedó relegado al tercer lugar, con tres puntos, mientras Montevideo Wanderers alcanzó a Boca Juniors, que tiene 6 y que debería aumentar a nueve después de su encuentro con Zamora, el equipo más débil del grupo. Para clasificar, los tricolores deberán vencer a los uruguayos y repetir su victoria ante Zamora, ambos partidos en Santiago, y rescatar al menos un punto en Buenos Aires. Si no tienen éxito ante Boca Juniors, quedarán dependiendo de otros resultados y de las ya acostumbradas diferencias de gol.
Estadio Gran Parque Central, de Montevideo.
Público: 5.000, aproximadamente.
Árbitro: Adrián Vélez, de Colombia.
MONTEVIDEO WANDERERS (1): l. Burián: A. Silva, P. Lima, G. Bueno, M. Olivera; M. Santos, S. Martínez, J. Berges; N. Albarracín (78’, E. Díaz), G. Rodríguez (66’, J. Rodríguez) y L. Reimúndez (72’, Riolfo). DT: Alfredo Arias.
PALESTINO (0): D. Melo; A. Márquez, G. Lannaro. P. Díaz, E. Carvajal: J. Silva (59’, C. Valenzuela), D. Rosende, M. Vidangossi, D. Chávez; L. Valencia (72’, J. Cantillana) y R. Ramos (59’, M. Riquelme). DT: Pablo Guede.
Gol: 23’, Santos (MW).
TA: Bueno (MW); Carvajal, Ramos, Márquez y Díaz (P).
