Fiscal general de Buenos Aires tomó la decisión en el marco de la investigación por el ataque con gas irritante que hinchas de Boca Juniors arrojaron en contra de jugadores de River Plate.
El estadio de Boca Juniors quedó suspendido hoy viernes por decisión de la justicia de Buenos Aires tras la suspensión anoche del partido por octavos de final de la Copa Libertadores entre el equipo local y River Plate.
La interrupción del cotejo fue decidida luego de un insólito y grave ataque con gas irritante perpetrado por hinchas xeneizes en contra de los jugadores de River Plate.
«La Bombonera está clausurada», informó el fiscal general de Buenos Aires, Martín Ocampo.
El Superclásico definiría el pase a cuartos de final del torneo continental de uno de los dos grandes del fútbol argentino.
El ataque fue ejecutado en el entretiempo, cuando los jugadores de River Plate permanecían dentro de la manga a punto de reingresar a la cancha de La Bombonera. En ese momento fueron agredidos con una sustancia rociada a través del ventilador que infla la manga, causando quemaduras de primer grado a cuatro de ellos en partes del cuerpo y el rostro.
Imágenes televisivas mostraron a un hincha de Boca Juniors en la tribuna con su rostro tapado, ubicado detrás de la manga de acceso en actitud sospechosa, como introduciendo algo adentro.
«Lo que se está investigando son lesiones. Es difícil recorrer el trayecto de la sustancia. Las imágenes son bastante elocuentes. Generan una sospecha pero hay que investigar», afirmó el fiscal al canal C5N.
La fiscalía requisó las camisetas de los jugadores más afectados por la sustancia para analizarlas y ver si tenían gas pimienta u otro elemento químico, mientras que la manga fue confiscada por la justicia.
Complementariamente, el fiscal Ocampo expresó que también debe ser castigado el hincha que, mientras se esperaba la demorada definición con la Bombonera repleta de 60.000 espectadores, activó desde una tribuna un dron que llevaba un cartel con forma de fantasma y la letra B, burlándose por el descenso de River a la Segunda División en 2011.
«Los que hicieron este desastre en la cancha de Boca tienen que pagar por lo que hicieron. Fue terrible lo que pasó», dijo el fiscal al canal de televisión.
