Mascotas
Los perros de cara plana tienen el doble de probabilidades de sufrir un golpe de calor en comparación con un labrador retriever.
A medida que las temperaturas comienzan a subir, puede ser tentador llevar a su perro a dar un largo paseo o correr para absorber el clima mientras dure. Pero es importante tener cuidado, ya que los perros pueden desarrollar fácilmente un golpe de calor en temperaturas altas.
Y algunos perros tienen un mayor riesgo de sufrirlo en comparación con otros. Una investigación identificó qué razas de perros tienen más probabilidades de sufrir un golpe de calor.
Fueron nueve razas, en particular, las que tenían un riesgo significativamente mayor de insolación en comparación con los labradores retriever:
Los perros de raza pura tenían el doble de riesgo en comparación con los cruces. El labrador retriever (tradicionalmente la raza más popular del Reino Unido) tenía un riesgo similar para los cruces, por lo que se usó como raza modelo para las comparaciones.
La mayoría de las razas con mayor riesgo de insolación son braquicefálicas (cara plana). De hecho, los perros braquicefálicos tenían el doble de probabilidades de sufrir un golpe de calor que los perros con un hocico promedio (como los labradores). Los perros braquicefálicos tienen más probabilidades de sobrecalentarse porque a menudo ya tienen dificultades para respirar, incluso en reposo. El jadeo efectivo es esencial para refrescarse, ya que los perros no pueden sudar como los humanos.
Más de un tercio de los dueños de perros braquicéfalos han informado anteriormente que su mascota tenía problemas con la «regulación del calor» . La creciente popularidad de las razas de cara plana, junto con el aumento de las temperaturas globales, podría hacer que el golpe de calor se convierta en un riesgo importante para el bienestar de estos perros en el futuro a menos que se tomen medidas para evitar que se sobrecalienten o reduzcan su popularidad por completo.
Los chow chows y los golden retrievers también tenían un mayor riesgo de insolación debido a sus gruesos «abrigos dobles». Un abrigo grueso actúa como aislante, atrapando el aire caliente y limitando la pérdida de calor si el perro se sobrecalienta. Eso sería como tener que llevar una chaqueta térmica durante una ola de calor.
Los perros pesados también mostraron un mayor riesgo de insolación. Es importante destacar que este grupo incluye tanto perros obesos como animales grandes o musculosos. Los canes grandes, en general, tenían más probabilidades de desarrollar un golpe de calor que los de menos de 10 kg, y los de razas gigantes (que pesaban más de 50 kg) tenían tres veces más probabilidades de desarrollar un golpe de calor.
Los animales de más de dos años también tenían un mayor riesgo, y los perros mayores (mayores de 12 años) tenían más probabilidades de desarrollar un golpe de calor. Esto se debe a que los perros más jóvenes pueden ser más activos, mientras que los mayores tienen una función cardiovascular y respiratoria reducida y pueden tener dificultades para perder el exceso de calor con la misma eficacia.
El estudio incluyó a más de 900.000 perros del Reino Unido y utilizó registros veterinarios históricos y anónimos , por lo que incluyó aproximadamente el 10% de la población estimada de perros del Reino Unido . En 2016, la tasa de mortalidad de los casos de insolación en el Reino Unido fue del 14%, lo que significa que uno de cada siete perros con insolación murió a causa de su enfermedad.
La cantidad de perros que experimentaron un golpe de calor fue relativamente baja, solo el 0.04% de la población (o uno de cada 2.500 perros). Sin embargo, este estudio utilizó datos de 2016 y desde entonces se han batido récords de temperatura. Se prevé que la intensidad y frecuencia de las olas de calor aumenten en el futuro.
Cualquier perro puede desarrollar un golpe de calor si se deja o se ejercita en un ambiente caluroso. Para cualquier perro, es mucho más seguro omitir las caminatas durante el clima cálido y es posible que deba encontrar formas de mantener a su perro fresco, como piscinas para niños, ventiladores y aseo personal. Sin embargo, los propietarios de las razas destacadas por este estudio deben ser particularmente cautelosos en climas cálidos.
Si su perro es más grande, debe tener cuidado independientemente de su raza, especialmente si es una raza grande o gigante. Si su perro tiene sobrepeso, no solo tiene un mayor riesgo de insolación, sino también otras afecciones potencialmente fatales, como enfermedades de las articulaciones y cáncer . Ayudar a su perro a perder el exceso de peso lo ayudará a sentirse más cómodo en climas cálidos y reducirá su riesgo de insolación.
Si tienes un perro mayor, también debes tener cuidado al ejercitarlo en el calor. Los perros con problemas de salud subyacentes que afectan su corazón o respiración están particularmente en riesgo y pueden necesitar ayuda para mantenerse frescos durante el clima cálido.
A pesar de las campañas anuales , los propietarios siguen poniendo en peligro a sus mascotas al dejar a los perros sin vigilancia en los aparcamientos . Los perros no solo se sobrecalientan en autos calientes .
Hacer ejercicio en climas cálidos puede ser igualmente peligroso y puede resultar fatal. Los dueños de perros identificados con un riesgo particular de insolación deben ser especialmente cautelosos y evitar cualquier situación que pueda poner al perro en peligro de sobrecalentamiento.
Conocer los signos de sobrecalentamiento es clave para detener el avance de las condiciones. Por lo general, incluyen:
Si le preocupa que su perro tenga demasiado calor, busque asesoramiento veterinario de inmediato y comience a enfriar a su perro de inmediato.
Algunas formas rápidas de enfriar a los perros incluyen llevarlos a la sombra, usar agua fría y aire fresco. Evite cubrir a su perro con toallas mojadas, ya que puede atrapar el calor y no permita que beba agua demasiado rápido.
A medida que las temperaturas continúan aumentando, más perros corren el riesgo de sufrir un golpe de calor. Proteger a tu perro de los ambientes calientes y evitar que se sobrecaliente es la mejor manera de mantenerlo a salvo.
Emily J Hall, Senior Lecturer in Veterinary Nursing, Nottingham Trent University; Anne Carter, Lecturer in Animal Biology, Nottingham Trent University, and Dan O’Neill, , Royal Veterinary College
Este artículo fue publicado en The Conversation. Lea el original.
