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Nueva cerveza de manzana rescata el fruto ancestral de Los Ríos Gastronomía

Nueva cerveza de manzana rescata el fruto ancestral de Los Ríos

Loreto Santibáñez
Por : Loreto Santibáñez Editora de Agenda País y Revista Jengibre. Periodista PUC con experiencia en prensa escrita, radio y TV, tanto en Chile como en el extranjero.
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Dos productos tradicionales de la Región de Los Ríos se unieron en una nueva variedad experimental que integra lo mejor de la manzana local y la cerveza artesanal.


Valdivia vive cada verano una importante impulso a la gastronomía y turismo local. La industria manzanera disfrutan de los sabores ácidos de la sidra y la chicha artesanal, al mismo tiempo que se les da la bienvenida a los múltiples amantes de la cerveza.

Fue así como nació la idea de experimentar con ingredientes locales y crear una especialidad de cerveza con propiedades únicas, otorgadas por diferentes tipos de manzanas ancestrales de la zona.

Al trabajo de colaboración constante que realizan los cerveceros en la región, se sumó la Universidad Austral de Chile y la Asociación de Manzaneros de Los Ríos, con el compromiso mutuo de generar iniciativas que apoyen el desarrollo local e impulsar actividades productivas tradicionales de la zona.

Apple Pils, al igual que el resto de cervezas especiales de Kunstmann, se posiciona como una apuesta por lo diferente y refrescante, manteniendo siempre la fidelidad a explorar la amplia gama de ingredientes locales. Con su aroma a frutas verdes, leves notas herbales y un amargor moderado (35 IBU), es ideal para acompañar comidas frescas, ya sea ensaladas, crudos o carpachos. Para disfrutar al máximo su cuerpo ligero y seco se recomienda maridar junto a una sabrosa paella de mariscos.

Para eso se utilizó un 50% de manzana limona y un 50% de otras variedades como puchacay, reineta, campana, roja de Pelchuquín y chichera. Las características geográficas y climáticas de la selva valdiviana han logrado una simbiosis especial para la obtención de un producto ancestral como lo es la sidra natural, conocida por nosotros como chicha de manzana y, su más elaborada versión, con la sidra gasificada.

René Nögel, maestro Cervecero de Kunstmann, cuenta que son ya 30 años de maestría e innovación. «En nuestro afán por estar constantemente experimentando,  quisimos aportar y entregarle aún más valor a un producto único de nuestra querida Región. Estamos felices de ayudar a visibilizar el trabajo de cientos de manzaneros a través de una cerveza que reúne lo mejor de este ancestral fruto de la zona, apoyándolos y permitiendo ‘exportar’ una parte de Valdivia a todo Chile», enfatiza.

Además esperan seguir trabajando en conjunto con la Asociación de Manzaneros de Los Ríos y con la Universidad Austral de Chile. «Esta alianza es el punto de partida para, en el futuro, seguir desarrollando nuevos líquidos que surjan de la experimentación con distintos estilos de cervezas y de manzanas, e incluso con diferentes proporciones de jugo de esta fruta. Nuestra intención es transformar este hito en una tradición y contar con novedosas ediciones limitadas anualmente, lo que permitirá ir encontrando nuevas oportunidades para posicionar este ingrediente local, así como otras iniciativas que vayan surgiendo en colaboración, tanto en la Región de Los Ríos como a nivel nacional», afirma.


Oscar Della Cha es parte del directorio de la Asociación Gremial de Manzaneros Los Ríos. El gremio agrupa a 17 productores y procesadores de variedades de manzanas típicas de la Región.

Hay muchas manzanas que uno compra en la feria o supermercado, pero no las ancestrales. ¿En qué consisten y cuáles son sus variedades? ¿Cuáles son las características que las define como tal?

La manzana ancestral no es fácil de conseguir, ya que los terrenos donde se producían han sufrido deterioro por su poca mantención. Los jóvenes fueron buscando otros rubros y esas hectáreas quedaron relegadas al relato, a que sirvan para pastar ovejas, pero no se podaron más los manzanos. Aquí en Valdivia se puede encontrar únicamente en la feria fluvial.

Se dejaron de manejar, por lo tanto, los árboles crecieron a alturas considerables, entre 8 a 10 metros y nadie se sube, solo esperan que se caigan las manzanas cuando ya creen que están maduras.

Todo comenzó cuando descubrimos la calidad de la sidra que podía salir de estas manzanas ancestrales, que es muy diferente porque tienen otra acidez, otras condiciones organolépticas, que son muy particulares. Ahí vi que lo que había era más relato que manzanas. Entonces pusimos 10 mil ejemplares de estas variedades en una plantación moderna con mayor densidad, son plantas más bajas, con brazos más cortos, por lo que son más fáciles de cosechar. Recién ahora va a empezar a verse esta producción, ya que mediante la Asociación hemos ido divulgando el interés de hacer plantaciones más productivas, y así ir recuperando los huertos antiguos. 

¿Cuándo fue esto?

Esta recuperación está desde el año pasado. La gente se empezó a dar cuenta del cambio que venía y lo diferente que era atender los manzanos como corresponde: podarlos, devolverles un poco el vigor que les falta y obtener la calidad de fruta que estamos teniendo. Desde entonces la manzana tiene otro precio, por su valor agregado. Al final, empezaron a ver que, si le dedican un poco de tiempo, el cuidado y el trabajo que le ponen a sus manzanas tiene cierta rentabilidad. 

Es un nuevo enfoque para que aquellos que estaban distraídos de sus manzanos le empiecen a prestar atención otra vez y, ojalá, los más jóvenes que se iban de los campos, vuelvan. Ese es el objetivo, porque estamos frente a una calidad de manzana que por lo general no se ve. Es más, en esta parte del mundo no quedan, solamente acá en el sur de Chile.

La principal diferencia que tienen con otras especies es que con los años que han estado abandonadas, prácticamente han ido cambiando sus clones, algunas han ido haciéndose naturales de esta zona, como la manzana limona. 

¿Hay una revalorización de productores y consumidores de productos únicos, autóctonos y locales?

Exactamente. Esta manzana ancestral es muy requerida porque viene de los abuelos, sobre todo los alemanes la usaron mucho para postres, a partir de 1850 en adelante, cuando llegaban acá las primeras colonias alemanas. 

¿Qué se espera en el corto plazo con esta iniciativa y cuáles son los planes hacia el futuro para desarrollar este u otros proyectos?

Invitar a la gente a que plante, a que cuide, a que reacomode sus huertos para tener producciones de mayor calidad, porque si a esas manzanas se les diera el manejo adecuado, tendrían una gran demanda al venderla como fruta fresca en la temporada. 

Hoy, lo más ácido que hay en el mercado de exportación es la Gran Smith y después las Deliciosas, que son más bien dulces. Pero las características de las manzanas de acá son realmente excelentes para repostería y sidra, para hacerla deshidratada y yo creo que estamos a un paso de volver a tenerla en las acciones del mercado con mucho éxito.

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