“Para un país que está en vías de desarrollo es imprescindible que las grandes construcciones públicas y privadas incorporen los estándares de aislación sísmica que, en el resto del mundo, ya se aplican en forma habitual”, explicó el ingeniero italiano Massimo Fetti.
“Chile tiene la oportunidad de dar un salto tecnológico real en la ingeniería antisísmica”, sostuvo el ingeniero Massimo Fetti, experto italiano en el desarrollo de elementos de protección de estructuras en caso de sismo, quien visitará el país para dar a conocer las distintas tecnologías disponibles en el mundo para minimizar, por ejemplo, daños en estructuras como puentes y viaductos, la inutilización de hospitales y escuelas, entre otros.
“Para un país que está en vías de desarrollo es imprescindible que las grandes construcciones públicas y privadas incorporen los estándares de aislación sísmica que, en el resto del mundo, ya se aplican en forma habitual”, explicó el Ingeniero Fetti junto a Marie-Gabriella Castellano, también ingeniera italiana.
Ambos pertenecen a la empresa Fip Industriale y han participado en numerosas investigaciones y proyectos antisísmicos, no sólo en construcciones nuevas como el edificio Taipei 101, sino en su aplicación en la recuperación de obras patrimoniales, tales como la Basílica de San Francisco de Asís, en Italia; el Puente del Espíritu Santo en Languedoc-Roussillon, Francia; Il Duomo di Siena, El Sheik Zayed Bridge, entre otros.
Los profesionales estarán en Chile durante la próxima semana, para dar a conocer estas tecnologías y su aplicación a los constructores chilenos. Además visitarán algunas zonas dañadas por el sismo de febrero para evaluar la magnitud de los daños, y poder ofrecer soluciones apropiadas a las necesidades específicas de nuestro país.
Entre las construcciones que se pueden beneficiar del uso de estos elementos, están hospitales, colegios, puentes, viaductos, edificios de vivienda y oficinas, gasoductos, estanques, depósitos de gas, plataformas marinas, líneas ferroviarias e instalaciones industriales y mineras, entre otros.
“La idea es que el diseño de las construcciones esté ligado al desempeño, es decir, se busca que luego de un sismo de magnitud, los puentes no sufran en su estructura y sigan siendo utilizables, que los hospitales puedan seguir atendiendo a los enfermos, los colegios sigan enseñando a sus alumnos, los edificios no solo no colapsen ni sufran daño estructural sino que además sus elementos no estructurales y de contenido sean protegidos”, explica Leopoldo Breschi, Ingeniero Estructural de la UC y experto de Sísmica, empresa representante en Latinoamérica de estos productos.
“Esto se puede lograr con la instalación de elementos de protección sísmica, tales como aisladores, disipadores de energía y otros”, asegura.
