Publicidad
Santander y su sombrío análisis del escenario económico: “No vemos un punto de inflexión”

Santander y su sombrío análisis del escenario económico: “No vemos un punto de inflexión”

Publicidad

Dice que aunque ha habido señales políticas potentes, ahora deben materializarse en actos concretos. En un extenso informe, el equipo liderado por Pablo Correa estima que la capacidad de nuestra economía para crecer este año y el próximo es “limitada”. Y afirma que las políticas fiscal y monetaria “expansivas no han logrado estimular el crecimiento”. Los déficits serán los mayores desde la crisis subprime.


Para Hacienda las malas noticias no paran.

Santander Chile se suma a la lista de bancos y corredoras que tienen una visión cada vez más pesimista acerca de la economía chilena, a pesar de los cambios y señales que el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, ha estado haciendo y enviando al sector privado para reactivar el crecimiento.

“No vemos un punto de inflexión”, es una de las conclusiones del estudio elaborado por el equipo de economistas que lidera Pablo Correa en el Santander Chile.

Señala que, pese a que el escenario externo no ha cambiado de manera significativa, “la capacidad de nuestra economía para crecer este año y el próximo es limitada”.

El informe afirma que la política fiscal y monetaria expansivas no han logrado estimular el crecimiento.

Destaca que ha habido señales políticas potentes, pero dice que ahora deben materializarse.

La recomendación del Santander es a través de “diálogo y trabajo conjunto entre sector público y privado”, además de “certeza en las reglas del juego de largo plazo”.

Las proyecciones del banco para este año son de un crecimiento de 2,2%, menor al de principios de año, que era de 2,6%.

Estima que la recuperación será más lenta debido a que las expectativas no han repuntado, “lo que tiene como consecuencia una demanda interna más letárgica. Lo anterior, junto a un panorama regional adverso nos sugiere que el desempeño durante 2016 estará en riesgo”.

Agrega que la demanda interna seguirá siendo apoyada por el gasto público, con expansiones anuales de 6,5% este año y 4,8% en 2016, algo por debajo de lo que estima el BCI y lo que ha dado a entender el Gobierno. “El déficit fiscal efectivo llegará a 2,7% del producto en este ejercicio y 3,0% el siguiente”. Dice que la convergencia al balance estructural no se alcanzará en 2018.

“Estimamos un déficit estructural de 0,5% en 2018, con un gasto público creciendo solo 4,8% a/a en 2016. El déficit fiscal efectivo será 2,7% en 2015 y 3,0% en 2016 (los mayores desde la crisis subprime)”.

Dice que es clave para Hacienda revertir la incertidumbre interna. “Si las expectativas lograran revertir su tendencia, el repunte económico sería más rápido”.

El informe advierte que la inversión tendrá una contribución negativa por tercer año consecutivo. “La caída de la inversión es similar a los tiempos de la crisis subprime. Frente a la contracción de la inversión privada, la inversión pública aumentó su importancia relativa (22% en 2014 a 32% en 2015)”.

Asimismo, se suma a los economistas locales que ven un riesgo de una subejecución del presupuesto de inversión pública para este año.

Las proyecciones para el empleo

Sobre hacia dónde va el empleo, el Santander no es tan negativo. Sostiene que hay factores estructurales que están haciendo que la fuerza de trabajo crezca más lentamente que en el pasado, “ya que los jóvenes estudian por más tiempo y los adultos en edad de jubilar aumentan”.

Estima una tasa de desempleo promedio de 6,7% en 2015 y de 7,0% en 2016.

Inflación y el peso

Explica que el motivo para que la inflación haya sido más persistente de lo pensado estriba en la mayor depreciación del tipo de cambio; “ un pass through algo más alto (7% vs 12%), y una debilidad de la demanda interna que no se ha traspasado a precios, que compensa la reducción de márgenes por el aumento del impuesto de primera categoría”.

El informe proyecta una inflación para el cierre de año de 4,0%, “aunque con un riesgo a la baja en caso de materializarse una reducción del precio del petróleo mayor a la esperada”, puntualiza.

Su escenario base tiene al Banco Central en pausa con respecto a la Tasa de Política Monetaria hasta 2017, manteniéndola por debajo de la tasa neutral.

Impacto China

El informe también se refiere al impacto que tendrá en Chile la desaceleración china y no hay sorpresa ahí: el principal afectado será el precio del cobre.

Al respecto, explica: “Sin embargo, en cuanto a los envíos los efectos serían acotados. Hasta mayo, los envíos reales (envíos nominales / precio del cobre) han aumentado 11,8% a/a, aumentando respecto al último semestre de 2014, cuando cayeron 8,2% a/a”.

Proyecta que el precio promediará 2,65 US$/lb, con un leve repunte durante el año hasta 2,60 US$/lb, una vez superada la volatilidad generada por China y Grecia. Y para 2016 estima que el metal “mostraría estabilidad de precios, y mejores perspectivas a partir de 2017 en el rango de 3,0 – 3,5 US$/lb”.

Para ver el informe completo, puede hacer clic aquí.

Publicidad

Tendencias