Un informe publicado el viernes otorga mayor relevancia al escenario externo por el “acelerado ritmo de depreciación”. Un tipo de cambio a su nivel más bajo en casi diez años empujó a la inflación de julio a ser la más alta del año. Banco Central no muestra intención alguna de intervenir por el momento.
El peso se acerca a su nivel más bajo frente al dólar en 10 años y la inflación está a su nivel más alto en lo que va del 2015, pero el Banco Central no muestra ninguna intención de intervenir en el mercado de divisas.
El viernes pasado, el BCI publicó un informe que señala que la caída libre del peso no parará hasta que toque los $700 versus el dólar, y eso ocurriría una vez que la Reserva Federal de Estados Unidos comience a subir las tasas de interés luego de su reunión de septiembre.
“Nuestra visión apunta a alzas en Fed fund rate a partir de septiembre y cerrando el año en niveles 0,5%-0,75%. Por lo tanto, a través de expectativas de un menor diferencial de tasas local y externo, mantenemos visión de depreciación adicional para el peso chileno en el corto plazo hacia niveles de 700 CLP/USD tras la reunión Fed de septiembre”, señala el documento.
Aunque estima que, a plazos más largos, espera una “convergencia hacia niveles de tipo de cambio real de equilibrio, que estimamos en 650 CLP/USD”.
El estudio otorga mayor relevancia al escenario externo por el “acelerado ritmo de depreciación” y a las presiones a la baja en monedas emergentes.
Además del inminente comienzo de alza de tasas en Estados Unidos, el BCI dice que “riesgos de desaceleración mayor a la esperada se han manifestado para la economía China. Sell-off bursátil ha motivado nuevos retrocesos en precios de commodities. Cobre y petróleo profundizan correcciones a la baja ante efecto denominación expectativas de abundancia en ambos mercados. En la región, los riesgos en Brasil se han elevado. Un sinceramiento en las metas fiscales y una incierta situación política han incrementado el grado de aversión al riesgo en sus mercados financieros y real brasilero se deprecia de manera importante en el último mes. De esta manera, monedas regionales pierden valor de forma abrupta y balance de riesgos apunta hacia mayor depreciación en el corto plazo asociada con el escenario externo menos favorable”.
Dilema del Central
La debilidad del peso es un problema no menor para el Banco Central, ya que es el factor más relevante en que el IPC se mantenga ya por sobre el rango meta del ente emisor por 16 meses.
En julio la inflación fue de 0,4% y a 12 meses tocó 4,6%. El rango meta es entre 2 y 3 por ciento.
La semana pasada el presidente del Banco Central, Rodrigo Vergara, dejó claro –en una entrevista con La Tercera– que no hay posible recorte de tasas en el horizonte, dada la situación del peso y las cifras de inflación.
“La principal duda para el resto del año es el impacto del tipo de cambio”, escribió IM Trust Credicorp en un informe para sus clientes.
El análisis del BCI apunta a que el mercado local ha internalizado una débil visión de actividad para 2015 y que “considerando la persistencia de los registros inflacionarios y una actividad que aún se ubica por debajo de su potencial, mantenemos visión de una TPM que se mantendrá en 3% por un período prolongado, al menos hasta fines del primer semestre de 2016”.
En su informe anual sobre Chile, el Fondo Monetario Internacional estimó que el Banco Central tiene espacio para esperar, dado que las expectativas de inflación del mercado siguen siendo benignas.
BBVA Research considera que el Tipo de Cambio Real tendría que tocar entre 715 y 730 bajo diferentes escenarios, para que Rodrigo Vergara y su equipo de consejeros consideren intervenir en el mercado.
El viernes el peso cerró en 678 frente al dólar y en lo que va del año acumula una baja de casi 12% frente a la divisa norteamericana.
