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Argentina juega siguiendo sus propias reglas económicas con petróleo más caro del mundo

Argentina juega siguiendo sus propias reglas económicas con petróleo más caro del mundo

Detrás de esta aparente locura, hay un método. Argentina tiene las segundas reservas mundiales más grandes de gas de esquistos y las cuartas más grandes de petróleo de esquistos. Ante un déficit comercial energético de US$6.000 millones en 2014, el gobierno viene utilizando su precio ‘made-in-Argentina’ para tratar de impulsar su producción interna.


¿Petróleo a US$77? Ocurre en Argentina.

El petróleo se desplomó por debajo de US$39 el barril en los Estados Unidos. Pero pese a la hecatombe del precio en los mercados globales de energía, alcanza casi el doble de esa cifra en Argentina –donde se encuentra parte del crudo más caro del mundo.

Si bien los precios volvieron a derrumbarse este lunes, llevando los referentes mundiales hasta los niveles más bajos que tocaron brevemente en la Gran Recesión, el petróleo sigue volando alto en Argentina por la simple razón de que el gobierno quiere que sea así.

Detrás de esta aparente locura, hay un método. Argentina tiene las segundas reservas mundiales más grandes de gas de esquistos y las cuartas más grandes de petróleo de esquistos. Ante un déficit comercial energético de US$6.000 millones en 2014, el gobierno viene utilizando su precio ‘made-in-Argentina’ para tratar de impulsar su producción interna.

Al hacerlo, la segunda economía más grande y más enigmática de Sudamérica marcha al son de su propio tambor. En la mayor parte del mundo en desarrollo, los gobiernos subsidian los precios del combustible. En Argentina, los automovilistas están subsidiando actualmente a los productores de petróleo y gas.

“No es sostenible a largo plazo”, dijo Agustín Torroba, analista sénior en Montamat Associates, una firma consultora en el área de energía. “Es el petróleo más caro del mundo”.

Las políticas de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, cuyo segundo mandato de cuatro años termina en diciembre, rara vez se consideran convencionales. Además de la energía, el enfoque inusual de Argentina con respecto a la gestión económica incluye controles cambiarios y sobre las importaciones, impuestos a la exportación, renegar de compromisos con deuda soberana y la aceptación general de una inflación de 25 por ciento.

Importador neto

El precio del petróleo hecho en casa tiene sus raíces en sucesos de 2011 y 2012. Hasta ese momento, Argentina era un exportador neto de energía, pero empresas como la española Repsol SA, que en ese momento era el mayor productor petrolero del país, sólo podían quedarse con US$42 por cada barril exportado, menos de la mitad del precio corriente internacionalmente.

Los perforadores respondieron reduciendo la inversión en exploración y desarrollo, optando en cambio por agotar sus reservas existentes. Con el consumo en alza y la producción en baja, en 2011 Argentina se había convertido en un importador neto de energía, prácticamente todo su petróleo y gas, por primera vez desde 1984.

La presidenta Fernández respondió en abril de 2012 expropiando 51 por ciento de Yacimientos Petrolíferos Fiscales propiedad de Repsol, que venía destinando demasiado dinero a dividendos antes que a exploración, denunció. Desde ese momento, se aceleró el desarrollo de los depósitos de gas y petróleo de esquistos en la parte de la región patagónica conocida como Vaca Muerta.

Vaca Muerta, considerada ampliamente como una de las mejores extensiones de esquistos en el mundo, es del tamaño de Bélgica y constituye la clave para restablecer la autosuficiencia energética. Para preparar el bombeo, la secretaría de energía del país fijó por primera vez su precio para el petróleo ‘made-in-Argentina’ en US$72 en enero de 2013. El mes pasado fue ajustado a US$77.

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