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Presupuesto 2016: Cobre puede caer a US$ 1,80 y demanda interna sufrir fuerte ajuste sin impactar gasto gracias a Reforma Tributaria

Presupuesto 2016: Cobre puede caer a US$ 1,80 y demanda interna sufrir fuerte ajuste sin impactar gasto gracias a Reforma Tributaria

Es la conclusión del equipo de estudios de BBVA. Dice que el Presupuesto 2016 tiene holguras suficientes para que Hacienda pueda enfrentar una situación aun más adversa. El informe afirma que los ingresos adicionales anticipados por la Reforma Tributaria son más importantes que el precio del cobre o la demanda interna para el financiamiento del gasto el próximo año. Aunque ayer Rodrigo Valdés reconoció que hoy “los riesgos son mayores que cuando comenzamos esta discusión presupuestaria”.


Ni la desaceleración de la demanda interna ni el desplome del precio del cobre serán problemas para las finanzas públicas el próximo año.

Esa es la conclusión del equipo de economistas del BBVA que dirige Jorge Selaive.

Su análisis es que la Reforma Tributaria es el as bajo la manga que tiene el Ministerio de Hacienda para asegurarse que el Presupuesto 2016 esté financiado. “El crecimiento del gasto fiscal 2016 estaría en gran medida determinado por la recaudación adicional esperada proveniente de la Reforma Tributaria, sobre la que ciertamente existen riesgos relevantes, pero aún es temprano para modelarlos”, dice el informe.

Explica que el precio del cobre puede caer a US$ 1,80 la libra sin impactar el financiamiento del gasto fiscal.

“Los resultados de estas estimaciones muestran que el gobierno podría financiar el gasto 2016 sin necesidad de recurrir a financiamiento adicional de ninguna índole si el precio del cobre promedio del próximo año es US$ 2 la libra, mientras que si el precio promedio cae a US$ 1,8 la libra, las necesidades de financiamiento adicional a los US$ 8.500 millones, serían cercanas a los US$ 100 millones, lo que puede ser fácilmente solucionado con ajustes de gastos o retiros de otros activos del Tesoro Público, y sin necesidad de recurrir a solicitud de financiamiento adicional”.

Agrega que “incluso una significativa desaceleración de la demanda interna causaría acotados estragos en las necesidades de financiamiento”.

BBVA estima que, dado que el ministro Rodrigo Valdés solicitó un espacio de emisión de deuda equivalente a US$ 8.500 millones “para financiar un déficit que se estimó por la propia autoridad en US$ 7.740 millones”, eso genera una holgura equivalente a US$ 760 millones “para enfrentar escenarios más negativos sin necesidad de liquidar dólares” de los fondos soberanos o pedir más espacio para emitir deuda.

Aunque ayer Valdés advirtió que hoy “los riesgos son mayores que cuando comenzamos esta discusión presupuestaria”. “Nosotros suponemos un rebote de este precio a US$2,50 como promedio del próximo año y los bancos de inversión están pensando en US$2,49”, detalló. Pero agregó que “claramente los riesgos son mayores de los que teníamos cuando comenzamos esta discusión presupuestaria; por lo tanto, es importante considerar esto en la discusión”.

El documento hace hincapié en que la recaudación minera representa apenas 4,3% de los ingresos estimados en 2016 por el Gobierno. “Una caída del cobre, aún con recortes relevantes en la producción minera privada, tendría impactos de segundo orden sobre las necesidades de financiamiento más allá de las holguras que dejó el Ministro Valdés”.

Dice que la razón por la que ni siquiera una desaceleración relevante de la demanda interna tendría mayor impacto en los ingresos tributarios, estriba en que al simular los impactos de una demanda interna creciendo un modesto 1% el 2015, se obtiene un impacto en los ingresos tributarios, particularmente el IVA, en torno a US$ 300-400 millones, ajustables para el Gobierno ralentizando parcialmente la expansión del gasto y nuevamente sin necesidad de recurrir a financiamiento adicional”.

Entonces BBVA pregunta: “¿Por qué un precio del cobre tan bajo y una demanda interna tan deteriorada hace tan poco daño en los ingresos fiscales?”.

La respuesta es la polémica Reforma Tributaria. Sostiene que los ingresos tributarios del 2016 están fuertemente apalancados en los ingresos provenientes de la reforma. “Medidas antielusión y evasión como la entrada de factura electrónica, eliminación de la exención al IVA de la construcción y un nuevo incremento de la tasa de impuesto corporativa explicarían la resiliencia de los ingresos tributarios y soportarían la expansión del gasto público. Sería entonces en la recaudación tributaria proveniente de la Reforma Tributaria donde deberían estar focalizadas las preocupaciones”.

Pero BBVA advierte que una Reforma Tributaria que entregue menos recursos, “ya sea porque el ciclo no acompañe la recaudación o por otros factores llevaría efectivamente a la necesidad de utilizar FEES, emitir más deuda o ralentizar de manera importante el gasto”.

Su visión es que Valdés optaría en ese escenario “por ralentizar gasto evitando recurrir al Congreso a pedir aumentos en endeudamiento, descartando usar lo acumulado en los fondos de estabilización».

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