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Tormenta Perfecta en Brasil: abren juicio político contra presidenta y BTG Pactual lucha por sobrevivir

Tormenta Perfecta en Brasil: abren juicio político contra presidenta y BTG Pactual lucha por sobrevivir

Los mercados ya están nerviosos por la recesión económica más profunda en un cuarto de siglo, a lo que ahora se suma la incertidumbre respecto a si Dilma Rousseff sobrevivirá a intentos de destituirla y si el banco de inversión más grande de América Latina supervivirá el arresto de su CEO, André Esteves, en conexión con el escándalo de corrupción de Petrobras. El banco enfrenta una crisis de confianza y liquidez. Ayer BTG anunció la salida de Esteves de la propiedad, pero en el mercado se estima que aquello no es suficiente. Se teme el efecto Lehman.


Brasil está en medio de una de sus mayores crisis de su historia democrática.

La semana pasada, agentes federales que investigaban la confabulación detuvieron al senador Delcidio do Amaral, aliado clave de la presidenta Dilma Rousseff, junto a André Esteves, el multimillonario y heterodoxo financista que dirigía BTG Pactual, el mayor banco privado de inversión de Latinoamérica. Oferta de coimas, intento de interferir con testimonios y conspiración para ayudar a un delincuente convicto a huir del país son los delitos de los que se los acusa y que no estarían fuera de lugar en una telenovela en horario estelar.

A eso se suma la decisión de Eduardo Cunha, presidente de la Cámara Baja del Congreso brasileño, que ayer dio su visto bueno para abrir un juicio político contra la presidenta que podría terminar con su destitución. Cunha dijo que consideró procedente una acusación contra la mandataria por irregularidades fiscales ocurridas en 2015.

 La Constitución brasileña prevé la celebración de juicios políticos contra un jefe de Estado siempre y cuando se comprueben razones jurídicas o los denominados «delitos de responsabilidad», lo que atañe a los manejos irregulares de las finanzas públicas.

Nada nuevo bajo el sol

Los brasileños conocen el libreto. El jefe de la mayor empresa constructora del país ya está tras las rejas por presunto fraude contractual y corrupción relacionada con el escándalo de Petrobras. Entre los otros reclusos está un puñado de directivos de empresa e integrantes de grupos de interés que fueron condenados o están siendo juzgados por formar un cartel –un «club VIP», lo llamó un ejecutivo– para manipular contratos gubernamentales y controlar las políticas públicas.

Los arrestos de Amaral y Esteves sugieren no solo que la investigación está lejos de haberse completado sino también que el daño podría ser mucho más grave.

Esteves era reverenciado no solo como genio financiero sino también como generoso donante de campaña: BTG Pactual puso cerca de US$2,5 millones para la reelección de Rousseff. Tan entrelazadas están la imagen de Esteves y la marca del banco, que su arresto hizo que las acciones de BTG Pactual se desplomaran –habían caído 35 por ciento hasta el lunes– y despertó temores de un eventual colapso, cuyos efectos se extenderían a todo el sector financiero.

Esteves renunció a su puesto de titular del banco el lunes y ayer cedió sus acciones de control a un grupo de socios que forman parte del comité directivo. El banco enfrenta una crisis de confianza y liquidez y está luchando por sobrevivir. En el mercado se estima que la salida de Esteves no es suficiente y los inversionistas siguen nerviosos.

Los mercados, de hecho, ya están nerviosos por la recesión económica más profunda en un cuarto de siglo. El real ha caído 31% frente al dólar, mientras que la bolsa de valores Bovespa registra una pérdida de 10% este año. Ahora los inversores están preocupados de que los problemas de BTG podrían arrastrar a otros bancos y empresas con las que tenía relaciones.

Los rendimientos de los bonos de BTG con vencimiento en 2020 casi se duplicaron el día en que Esteves fue arrestado y han seguido aumentando, cotizando a 16,1% en Sao Paulo. Las acciones del banco ha perdido cerca de un tercio de su valor en el mismo período y se transan a un mínimo histórico 20.21 reales.

«2015 se ha transformado en un año para el olvido y no soy muy optimista con respecto a 2016”, dijo un gestor de fondo a un periodista de Bloomberg.

Lehman Brothers

Alguno analistas señalan que la situación de BTG tiene similitudes con la de Lehman Brothers en 2008, cuando su financiación se secó. Un posible default tendría un impacto de largo alcance, debido a la cantidad de deuda e instrumentos de BTG que han circulando en el mercado.

La última vez que el Banco Central de Brasil se enfrentó a una crisis en un banco de inversión de alto perfil fue en 2008, cuando el fundador de Opportunity Capital Partners, Daniel Dantas, fue arrestado por cargos de lavado de dinero y crimen organizado. Los inversores retiraron el 68% de los fondos de la empresa en menos de una semana. El banco central abrió una investigación contra el banco, Dantas fue condenado a 10 años de prisión y el Gobierno congeló más de US$ 2 mil millones en cuentas relacionadas con el caso.

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