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La Araucana busca salir a flote vendiendo centros educacionales y cerrando la mayoría de sus empresas relacionadas Planea pagar en un plazo de 10 años sus deudas financieras

La Araucana busca salir a flote vendiendo centros educacionales y cerrando la mayoría de sus empresas relacionadas

Enrique Elgueta
Por : Enrique Elgueta Periodista y consultor senior en Comsulting.
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Las razones que explican el cierre de sus empresas relacionadas pasan principalmente porque estas sólo han generado mayores gastos en términos consolidados, a lo que se suma la poca eficiencia de La Araucana en áreas donde no tiene “know how”.


La Caja de Compensación La Araucana parece estar saliendo de la UTI. La sociedad ya encontró la receta para seguir con vida, una fórmula que sin embargo cambiaría todo su modelo organizacional, el mismo que fue factor importante para que su situación financiera tocara fondo.

Mientras la mayoría de las cajas de compensación del país tienen convenios o concesionan los servicios de bienestar que prestan a sus afiliados, La Araucana lo hacía a través de empresas relacionadas sin fines de lucro, una situación que terminaría con el cierre y la venta de la mayoría de estas.

Ayer La Araucana informó al mercado que solo dejará aquellas que operan la entrega de prestaciones que “son propias de la actividad principal de la Caja, esto es: educación, salud y recreación”. Así, de las más de 14 empresas relacionadas que llegó a tener la sociedad, se quedaría solo con tres.

Si bien la mayor parte considera cierres, se espera que algunas instituciones del área educacional entren en proceso de venta, particularmente su instituto profesional (acreditado y con más de 25 mil alumnos), además de la red de colegios Creación, ubicados al sur del país. La empresa informó, sin embargo, que mantendrá su foco en educación, pero este se concentraría en la Corporación de Educación La Araucana, la cual presta servicios de capacitación a sus afiliados. A esta se suma la Corporación de Salud, lo cual es visto como una fortaleza para una caja como esta, y la de recreación, a cargo de los centros hoteleros y de recreación en general.

Este nuevo modelo sería el resultante de las gestiones internas de la compañía en conjunto con su interventor Robert Rivas, quien tras ser nombrado por la Suseso, hoy actúa como director y gerente general de la sociedad.

Las razones que explican el cierre de sus empresas relacionadas pasan principalmente porque estas solo generaron mayores gastos en términos consolidados, a lo que se suma la poca eficiencia de La Araucana en áreas donde no tiene “know how”. El modelo que adoptó La Araucana data de hace más de una década, con la lógica de alinear incentivos, persiguiendo como fin último maximizar el bienestar de sus afiliados. Sin embargo, sus gastos terminaron superando a los de sus competidoras, sin entregar tampoco ventajas competitivas sus afiliados. Así, si bien la sociedad mantendrá empresas relacionadas en las tres áreas mencionadas, no se descarta que en el futuro las concesione siguiendo el modelo de otras cajas, como Los Andes.

A estos cambios se suman algunos que ya han sido comunicados, como profundas transformaciones a nivel de gobierno corporativo. Pues si bien los dueños de la caja son los propios afiliados, La Araucana busca un controlador que pueda exigirle a la administración resultados concretos, para lo cual los candidatos que se barajan son la Cámara de Comercio Santiago (la cual fundó La Araucana) y la Cámara Nacional de Comercio.

Con estos ajustes, entre otros que se hicieron este año –mejorar liquidez, reducir gastos operativos y reconocer provisiones por riesgo de crédito–, la sociedad proyecta excedentes para 2016-2020 de $20.000 millones anuales, a través de la disminución en el flujo neto anual de colocaciones y la mejora en la tasa de recaudación de crédito.

Como informó la sociedad ayer, a través de un hecho esencial, en el marco de esta plan La Araucana busca pagar en un plazo de 10 años sus deudas financieras, bajo un esquema de amortizaciones trimestrales de capital e intereses a partir de abril de 2016. Al cabo de los primeros 5 años se propone amortizar un 56% de la deuda, llegando a una relación deuda/cartera de crédito de 0,74 veces, desde 1,23 veces en 2015. En el período 2016-2020 se propone generar flujos por concepto de capital de la deuda por aproximadamente $233 mil millones.

Luz de alerta en la industria

La situación de La Araucana ha prendido luces de alerta en las instancias de fiscalización financiera, principalmente en el Consejo de Estabilidad Financiera. Con su caso, en el mercado no descartan que la Superintendencia de Bancos tome las riendas de la supervisión sobre los créditos que colocan este tipo de instituciones, compartiendo su rol fiscalizador con la Suseso, la cual se enfocaría principalmente en el bienestar de los afiliados. Sin embargo, hasta el momento no hay iniciativas concretas al respecto.

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