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Reportaje de Reuters afirma que «grupos indígenas rebeldes amenazan a la industria forestal chilena»

Reportaje de Reuters afirma que «grupos indígenas rebeldes amenazan a la industria forestal chilena»

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De acuerdo al reportaje, los daños suman $ 9.000 millones de pesos, el triple del año pasado y 13 veces más que en 2014. La principal afectada por la violencia es CMPC, controlada por el grupo Matte y Copec, parte del holding del grupo Angelini.


Un extenso reportaje de la influyente agencia de noticias Reuters afirma que el conflicto Mapuche está comenzando a golpear la economía.

La nota dice que «grupos indígenas rebeldes amenazan a la industria forestal chilena».

Los ataques se han hecho más frecuentes y elevan los costos operativos de las empresas, afirma Reuters, «y podrían poner en riesgo proyectos de firmas del sector forestal, que contribuye con el 10 por ciento de las exportaciones chilenas».

De acuerdo al reportaje, los daños suman $ 9.000 millones de pesos, el triple del año pasado y 13 veces más que en 2014. Las principal afectada por la violencia es CMPC, controlada por el grupo Matte y Copec, parte del holding del grupo Angelini.

Cabe recordar que la industria de la madera, celulosa y papel, constituye el segundo mayor sector exportador de Chile, detrás de la minería del cobre.

Según la nota, el Gobierno ha tomado nota del problema y prepara medidas para frenar la escalada de estos episodios.

Las fuerzas de seguridad, madereros y políticos son citados por Reuters asegurando que son dos pequeños grupos indígenas los que exigen un Estado mapuche autónomo y que culpan a las empresas forestales de causar problemas ambientales en sus tierras ancestrales.

«Los sabotajes –sobre todo incendios– se multiplicaron en el último año y medio y hubo más de dos decenas de ataques en los primeros cinco meses del 2016, según el gremio de subcontratistas forestales Acoforag, responsable del 50 por ciento de la producción de madera en Chile», dice Reuters.

El argumento de los grupos de indígenas que han participado en los ataques es que la introducción de pino radiata y eucalipto por parte de las forestales ha venido dañando, desde la década del 80, los ecosistemas «y dificultado la agricultura al secar la tierra y las napas».

Un gerente de CMPC, que pidió no ser identificado, dijo que equipos de subcontratistas por 4.000 millones de pesos habían sido quemados deliberadamente en 19 ataques entre enero y mayo de 2016. Eso se compara con 16 ataques en todo 2015.

CMPC, Arauco y Masisa –tres de las grandes empresas madereras de Chile– no quisieron hacer comentarios oficiales.

El reportaje explica que alrededor de 600.000 mapuches viven en Chile, principalmente en La Araucanía y Biobío.

Las autoridades señalan que el aumento de la violencia es responsabilidad de dos grupos, con unos 60 miembros en total: la Coordinadora Arauco-Malleco y el recién formado Weichan Auka Mapu –que en la lengua mapuche significa «Lucha del territorio rebelde»–.

Los líderes mapuches dicen que se sienten frustrados, porque los ataques los han puesto bajo un mayor escrutinio.

Las autoridades prometen más seguridad. A los pequeños grupos de policías asentados en zonas más conflictivas, se han sumado en los últimos meses destacamentos fuertemente armados y señales, a lo largo de la carretera principal de las regiones afectadas, en las cuales se advierte que la ruta es vigilada por video.

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