Las temperaturas cálidas ya sorprendieron a los atletas. En dos partidos de fútbol del Mundial de Brasil 2014 fue necesario hacer una pausa técnica cuando las llamadas temperaturas “de bulbo húmedo” –medida empleada en la salud ocupacional– alcanzaron 32 grados Celsius, el umbral para “detener el juego” de la FIFA. Varios atletas en las pruebas para los Juegos de Río sufrieron lesiones relacionadas al calor. Once de los 18 marchistas sucumbieron al calor y uno se desmayó, de acuerdo al informe.
Los atletas en los Juegos Olímpicos podrían tener dificultades para romper récords mundiales en tanto compiten con el aumento de las temperaturas en Brasil, causado por el cambio climático.
Maratonistas, nadadores, jugadores de vóley y hasta árbitros de fútbol sucumbirán al calor extremo, perderán la concentración durante los partidos y en algunos casos expondrán sus vidas a la insolación, según un informe lanzado el lunes por Observatório do Clima, un grupo de la sociedad civil brasileña.
“Debido al calentamiento, el deporte nunca volverá a ser el mismo”, según el informe.
Brasil se recalentó a mayor velocidad que el promedio global, con una suba de 1 grado Celsius en los últimos 54 años, y cuatro ciudades rompieron récords de calor en 2015, de acuerdo al informe. Si los países no cumplen su meta de limitar los aumentos globales de temperatura a “mucho menos” de 2 grados Celsius, 12 ciudades brasileñas tendrán que limitar los juegos de ese tipo para el fin de esta década, según el informe.
Aunque los Juegos transcurren durante el invierno brasileño, el calor podría obstruir los rendimientos, en particular en el maratón, donde los récords olímpicos sólo se rompieron a temperaturas por debajo de los 12 grados Celsius. Los corredores rinden más entre 8 y 11 grados, muy por debajo del nivel esperado para este mes en Brasil, según el informe.
En los próximos años, es probable que los atletas “cedan antes a la fatiga, incluso si siguen en la competición hasta el final”, de acuerdo al informe.
Es probable que el calor resulte particularmente doloroso para los atletas provenientes de climas más fríos, dice el tenista brasileño Fernando Meligeni. Él cree que los jugadores europeos no estarán acostumbrados a la humedad, que los hará sudar más de lo normal.
“Creo que los ingleses y los suecos, por ejemplo, se desvanecerán”, dijo Meligeni, según el informe.
Las temperaturas cálidas ya sorprendieron a los atletas. En dos partidos de fútbol del Mundial de Brasil 2014 fue necesario hacer una pausa técnica cuando las llamadas temperaturas “de bulbo húmedo” –medida empleada en la salud ocupacional– alcanzaron 32 grados Celsius, el umbral para “detener el juego” de la FIFA. Varios atletas en las pruebas para los Juegos de Río sufrieron lesiones relacionadas al calor. Once de los 18 marchistas sucumbieron al calor y uno se desmayó, de acuerdo al informe.
Las compañías textiles están creando nuevos materiales que puedan ayudar a los atletas a lidiar con el calor y un fisiólogo incluso llegó a probar un “casco de hielo” que podría formar parte del kit de los atletas. Sin embargo, esas tecnologías podrían resultar demasiado caras para los atletas más pobres, lo que les volvería más difícil alcanzar su mejor nivel, advirtió el informe.
